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rOBOS EN EL CAMPO
Los ladrones burlan a la Guardia Civil al asaltar seis negocios de La Seca en una noche
Los autores robaron gasoil de tres naves y dos bodegas y desvalijaron un bar por quinta vez
05.11.13 - 21:06 -
Los ladrones burlaron ayer el amplio dispositivo establecido por la Guardia Civil para evitar precisamente los robos en el campo al cometer una oleada de asaltos en una misma noche en el casco urbano de La Seca, es decir, el epicentro del 'plan Roca', un dispositivo formado por treinta agentes y ocho jinetes que fue presentado la semana pasada allí mismo. Pero es que el mismo pueblo fue el escenario el sábado de dos robos más en viviendas, según confirmaron ayer siete de las víctimas y la propia Benemérita.
Así que parece que los delincuentes tienen tomada la medida a una localidad que durante la madrugada de ayer sufrió su peor oleada de asaltos de los últimos meses. «Nos hemos ido enterando por la mañana de que había otro, otro y otro», explica Fernando Sacristán, el propietario de una de las cuatro naves situadas en el camino del Cementerio –junto al cruce con la carretera de Medina del Campo y Valladolid– que fueron desvalijadas –la quinta se encuentra algo más alejada–.
«Lo de esta noche ha sido una oleada exagerada y lo peor es que han actuado con total impunidad», lamenta Sacristán, en cuyo almacén forzaron la cerradura y quemaron una bomba para extraer gasoil «al conectarla a la corriente a pesar de que era de tan solo doce voltios». Y es que el combustible era el único botín que buscaron ayer los delincuentes en las cinco naves asaltadas. En todas ellas –tres agrícolas y dos pertenecientes a las bodegas Prius y Pilares– hicieron exactamente lo mismo, es decir, reventar los bombines, cortan alguna verja y luego extraer el preciado líquido de depósitos independientes y tractores.
«Me habrán sacado 150 o 200 litros de un depósito grande y del tractor, pero lo sorprendente es que han dejado todas las herramientas y maquinaria que tenía en la nave», resume otro de los afectados, José Luis Pedrosa, cuyo almacén se encuentra algo más alejado del citado cruce de la carretera autonómica Cl-601.
Lo mismo ocurrió en las instalaciones de las bodegas Pilares y Prius, separadas por una verja que cortaron los ladrones para pasar de una a otra. En las dos se encontraron con los tapones de los depósitos de sus tractores abiertos. «Nosotros no hemos visto más que el depósito abierto», reconocía Julián Ruiz (Prius) mientras devolvía un pico que habían cogido los ladrones –en la imagen de la izquierda– a su vecino, Juan Antonio Fernández (Pilares), a través del hueco abierto en la verja. Este último se encontró con la misma escena: «Nos han reventado las cerraduras de la bodega y de la nave de enfrente, pero solo hemos visto el depósito abierto», aclara antes de mostrar su sorpresa por el hecho de que en sus instalaciones había «un montón de maquinaria y herramientas pequeñas –al igual que en el resto de naves asaltadas– que los ladrones ni tocaron esta vez». Y dice esta vez porque en la anterior sí «se llevaron radiales y las herramientas que pudieron».
Cuatro de los cinco propietarios de las naves asaltadas –el quinto es un familiar de Fernando Sacristán– reconocen que lo peor de lo ocurrido ayer, en pleno despliegue de guardias civiles en la comarca, es la «sensación de inseguridad que te generan».
1.500 euros en efectivo
Esto último es lo que peor lleva la sexta víctima de la noche, el hostelero José Luis Rochas, cuyo bar de la calle principal de La Seca sufrió también de madrugada su quinto asalto idéntico en los últimos tres años. «Forzaron dos puertas por el patio de atrás, entraron al local y reventaron los cajetines de las tragaperras y de las dos máquinas de chicles y bolas, además de coger un móvil y mi cartera con la documentación», relata el propietario del bar Hidalgo, quien reconoce que, al menos, «nos dejaron el televisor y las bebidas –en algunos de los asaltos anteriores sí se llevaron ese botín–». La tragaperras, eso sí, podía contener en torno a 1.500 euros en efectivo.
El hostelero considera que lo ocurrido es «un auténtico cachondeo a pesar de que tenemos aquí a los equipos Roca, a los caballos y a un montón de guardias civiles».
Y tantos agentes, 38 en total, 10 de los cuales forman el operativo Roca, 8 más son jinetes –los 18 vienen de Madrid– y otros 20 proceden de los cuarteles de la provincia, no pudieron evitar ni los seis robos de ayer ni los dos cometidos en viviendas a media tarde del pasado sábado en La Seca. El despliegue, que acaba de cumplir un mes, ha permitido la detención de nueve personas hasta la fecha: seis de ellos fueron sorprendidos desvalijando una finca en Hornillos de Eresma, dos más estaban cogiendo piñas en Portillo y el último tenía una búsqueda en vigor.
Los afectados, pese a todo, agradecen los esfuerzos de los agentes y confían en que su trabajo, al menos, sirva en adelante para capturar a alguno de los delincuentes. «Lo malo es que luego entran por una puerta y salen por otra», concluyen.
http://www.elnortedecastilla.es/2013110 ... 52106.html