Desde Navarra quiero saludaros a todos los miembros de este nuevo cuerpo y daros la bienvenida al mundo policial, que desgraciadamente suele ser injusto para quien ejerce esta profesión.
Todos los inicios son duros, máxime en la policía, pero espero que alcancéis la mayoría de edad con el reconocimiento y respeto de la sociedad (incluidos los compañeros policías) y la satisfacción de servir fielmente a quien nos paga: los ciudadanos.
Un abrazo.