La plantilla de Aduanas se jubilará en 5 años y su relevo no ha empezado
La Agencia Tributaria evita pagar horas extra recortando la jornada de los funcionarios que persiguen a los narcos
Los encargados de la vigilancia marítima superan la cincuentena y podrían pasar en breve a la segunda actividad
Desde el punto de vista oficial, Galicia dispone de los medios adecuados para la lucha contra el narcotráfico, al menos en lo que se refiere al Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), que tiene en la comunidad 271 funcionarios encargados de los controles marítimos, de las labores en tierra, las comunicaciones y los observadores de vuelo. Los sindicatos no son tan optimistas, y aunque reconocen que algo se mejoró en los últimos años, creen que hacen falta más embarcaciones y medios técnicos para perseguir a los clanes del narcotráfico gallegos.
Pero donde parece haber unanimidad es en el problema que, a corto plazo, presenta el envejecimiento de la plantilla. La mayoría de los agentes, sobre todo los que se encargan de las labores de vigilancia, tienen más de 50 años. Los funcionarios luchan desde hace tiempo por conseguir la segunda actividad, lo que les permitiría dejar de navegar a los 55 años, pero eso provocaría que, en el plazo de un lustro, el servicio quedaría desmantelado si no se incorporan agentes jóvenes. Y de momento no se está haciendo. Aunque en los últimos años se sacaron plazas, a Galicia solo llegaron dos nuevas incorporaciones, y las dos, para tierra.
En cuanto a los medios , el SVA dispone de siete embarcaciones en las bases gallegas; una en Vigo, otra en Marín, dos en Vilagarcía y las demás, en Muros, A Coruña y Ribadeo. Algunas son de reciente construcción, como la Albatros de Vigo o la Sacre , amarrada en A Coruña. Otras, como la HJ1 de Vilagarcía, son muy antiguas y están pendientes de sustitución. La CIG, aunque admite que se ha mejorado en la dotación de medios, asegura que hace veinte años contaban con más embarcaciones, ya que tanto Vigo como A Coruña tenían dos. Reclaman, además, que se active una base que lleva años aprobada para Muros.
Con todo, el principal problema con el que se encuentra el servicio para los controles diarios de las costas vuelve a ser de personal. Hace unos años se alcanzó un acuerdo para que, superadas las nueve horas continuas de trabajo, a los agentes se les tenía que pagar veinte euros por cada hora a mayores en el mar. Pero la Agencia Tributaria no parece dispuesta a correr con esos gastos, y por eso computa horas por días libres. En el 2009, por ejemplo, saldrán al mar cuatro días, el quinto estarán de mantenimiento y los otros dos, de libranza.
La Guardia Civil, por su parte, tiene bases en A Coruña y Marín, además de otra en Viveiro que no está operativa. La de A Coruña se encarga de la vigilancia desde la Costa da Morte hasta Ribadeo, mientras que la de Pontevedra cubre la zona que va de Tui a la ría de Arousa. El cuerpo armado tiene cuatro embarcaciones, pero la Unión de Guardias Civiles de Galicia asegura que no reúnen las condiciones técnicas necesarias.
La vigilancia por mar se completa con medios aéreos. El SVA tiene un helicóptero y un avión que persiguen las embarcaciones desde el aire. La Guardia Civil dispone de otro helicóptero, pero con base en León.
http://www.lavozdegalicia.es/galicia/20 ... 499118.htm