por Partxe » Mié Oct 08, 2008 1:09 pm
Altercado por unos decibelios
Dos guardias locales y una niña de 12 años resultan heridos en una trifulca en un bar de Donostia, cuyo origen fue una medición por exceso de ruido
El bar Balaklava, donde sucedió el altercado. /MAIALEN ANDRÉS DV. Un altercado registrado en un bar de San Sebastián se saldó con dos agentes de la Guardia municipal donostiarra lesionados y una menor de 12 años trasladada a un centro hospitalario por una bofetada recibida. Los padres de la niña aseguraron que fueron objeto de una «brutal» actuación de la guardia urbana, mientras que el concejal de Seguridad Ciudadana de San Sebastián, Ernesto Gasco, señaló que la menor pudo resultar herida en el transcurso de los incidentes que se originaron después de que los dos guardias fuesen agredidos, uno de ellos con una llave inglesa. El enfrentamiento se saldó con la detención de la pareja que regenta el local que, a su vez, son los padres de la niña.
Los hechos, según explicó ayer Ernesto Gasco, ocurrieron el domingo por la tarde, en el bar Balaklava, situado en la avenida de Satrustegui de la capital guipuzcoana, en el barrio de Ondarreta. Según el edil, dos agentes -un hombre y una mujer- pertenecientes a la Unidad de Control de Ordenanza Municipales (UCOM) se personaron en el lugar, después de que varios vecinos llamaran al Ayuntamiento para solicitar una medición de ruidos. Los guardias desplazados efectuaron diversas comprobaciones y, tras verificar que el ruido superaba ampliamente el umbral de la legalidad, se personaron en el bar.
Ernesto Gasco señaló que los guardias, que vestían de paisano, informaron a la encargada del local de que iban a tramitar una denuncia por incumplimiento de la normativa y le pidieron la documentación. El concejal añadió que ésta se negó a entregarla, tras lo cual la pareja de la mujer se enfrentó a los policías y derribó a la agente, que cayó por la escalera. Aseguró, asimismo, que también golpearon al otro policía en la cabeza con una llave inglesa y que además los policías quedaron rodeados por una docena de personas que se encontraban en el bar, por lo que decidieron pedir refuerzos y arrestar a la pareja por agresión a la autoridad. En el transcurso de estos incidentes, según indicó Gasco, «pudo» resultar herida la hija de los dueños del bar, quien sufrió un golpe en la cara y, al parecer, otro en el abdomen.
Cierre del bar
El concejal señaló que con posterioridad a este incidente intervino la Ertzaintza, aunque no precisó si fueron los testigos quienes la alertaron de lo ocurrido y si fueron agentes de este cuerpo los que avisaron a una ambulancia para que trasladara a la niña al hospital. Al Departamento vasco de Interior no le consta por el momento que agentes de la Ertzaintza solicitaran el trasladado de una menor al Hospital Donostia a causa de una agresión.
El concejal comentó que la Policía vasca cerró el bar, que «nadie abandonó a nadie» y que fue el padre de la menor el que recogió a la niña en el centro sanitario donde fue atendida. Gasco precisó que la menor, de 12 años, pudo sufrir una «situación de nerviosismo» como consecuencia del altercado.
El edil donostiarra informó de que el policía agredido ya ha recibido el alta y se encuentra trabajando y que la agente «posiblemente» esté de baja a causa de una fisura ósea.
Ernesto Gasco subrayó que el comportamiento de los arrestados, a los que se ha denunciado ya ante el juzgado, «no es propio de los hosteleros de la ciudad». Añadió que «no vamos a permitir este tipo de comportamiento. Los vecinos de la zona estaban muy preocupados por las actividades de este bar desde hace muchos meses», recalcó. En este sentido, afirmó que el bar incumplía «sistemáticamente» la ordenanza sobre ruidos y que en los últimos meses se han tramitado numerosas denuncias por esa razón.
«Apoyo incondicional»
El sindicato policial Erne, por su parte, aseguró ayer en un comunicado que ninguno de los policías agredió a la menor. La central relató que los guardias «solicitaron a la propietaria que se identificara para poder tramitar la correspondiente sanción administrativa, a lo que ésta se negó repetidas veces, gritando al mismo tiempo para echar a la gente encima de los policías», precisa.
Erne sostiene que los primeros agredidos fueron los policías. «La actitud hostil de los implicados y su resistencia a ser detenidos», provocó, en opinión del sindicato, que los policías de la UCOM pidieran ayuda por radio. El sindicato precisa que «uno de los agentes fue agredido con el candado de la puerta del local» y añade que el golpe que recibió en la cabeza «podía haber tenido fatales consecuencias».
El sindicato policial precisa que la hija de la mujer detenida no sólo no fue agredida por ningún policía, sino que tampoco se la abandonó, como sostienen los familiares. «Los únicos responsables de todo lo acontecido son los propietarios del local, por negarse a reconocer y asumir los hechos que causaron la intervención de la Guardia Municipal», concluye el sindicato que expresa su apoyo «incondicional» a los guardias.
Buena suerte.....mala suerte.....nunca se sabe