Hoy, por primera vez en mi vida, he decidido sindicarme.
Hoy hay elecciones sindicales, y como es tradicional, la mayoría de sindicados (pero ni mucho menos todos) que han votado o votarán a lo largo del día, lo harán a los sindicatos a los que están afiliados, aunque se dá la paradoja de quienes votan a sindicatos diferentes de aquellos a los que ayudan a sostener con su cuota mensual. Esto ya es síntoma de que algo no funciona, pero hasta aquí mas o menos estra dentro de la normalidad. Como también entra dentro de la normalidad que la participación sea baja, entre otras razones por la escasa información que se recibe (sobre todo los no afiliados que no se suelen enterar), y el pasotismo imperante en la profesión.
Ahora, lo que ningún sindicato de los llamados mayoritarios (que tristemente son los generalistas que poco les importamos), parece tener en cuenta es que según se comporten, así les responderán. Y me explico:
De todos es sabido que el número de afiliados es muy escaso en los sindicatos que tenemos en la seguridad privada (fenómeno que se dá también en otros sectores distintos) y que es un mal del que se adolece desde hace muchos, muchos años.
Pero mira por donde, un par de sindicatos, uno nacional, y otro catalán consiguen lo que marca un hito en nuestra historia; una sentencia incontestable que nos reconoce un engaño de los sindicatos que firmaron un convenio fraudulento y de la patronal.
La respuesta de muchos Vigilantes (no los suficientes, por el miedo y otras) es reclamar ese dinero que se nos sustrajo.
Para hacerlo, es necesario calcular la cantidad (algo complicado) y reclamar ante los tribunales. ¿Como hacerlo? De dos posibles formas, particularmente, designando abogado y procurador según los casos, con el coste que eso supone, o a través del gabinete jurídico de los sindicatos.
En este segundo supuesto, si estás afiliado hace tiempo, no te supone coste alguno, y si no estás afiliado y deseas que el coste te repercuta lo menos posible, la solución es afiliarse a un sindicato y pagar la comisión estipulada por los abogados, pero que se abona al cobrar lo adeudado por las empresas, lo que no supone desembolso previo.
Si estás afiliado hace mas de 6 meses, por lógica dejas en manos de tu sindicato la reclamación, y según cual sea, se lo tomará mas en serio o menos. Si es de los que miran por la patronal (es decir los que firmaron el convenio-estafa) intentarán desanimarte, y en todo caso dilatarán el proceso, he incluso es posible que no reclamen nada hasta ver si la patronal con la impugnación (que irremediablemente paraliza esas reclamaciones en espera de resolución) consigue un arreglo (siempre en contra del Vigilante y a favor de la empresa) que evite el pago, o lo minimice.
Pero, ¿y los que no están sindicados? Esta reclamación puede suponer una lluvia de nuevos sindicados (de hecho así está siendo) que lo harán para reclamar inicialmente, y ya por lo general permanecerán fieles al sindicato al que acudan a solicitar ese servicio. Esto, señores es lo que está pasando.
La inmensa mayoría de nuevos afiliados (miles de compañeros) por esta causa, lo están haciendo precisamente a ese sindicato que ha logrado dos cosas; una reclamación y sentencia histórica, y algo muy importante que los mas descreídos, y yo en cabeza, tengamos un hilo de esperanza en que un sindicato que además es exclusivo de seguridad privada, constituído por compañeros que visten el uniforme diariamente, y que al menos en Madrid no están liberados, por lo que sus intereses son los míos, trabajará por lograr mejorar nuestra situación que de tan precaria es alarmante.
Por todo esto, tienen mi confianza, aunque no dudaré ni un segundo en retirársela si me decepcionan lo más mínimo.
Para conseguir la confianza de los Vigilantes, y con ello afiliados, hay que darles algo.
Mañana se verán los resultados electorales, y si se sigue la trayectoria habitual, y este año con mayor motivo, en Madrid la mayoría lo tendrá como en los anteriores comicios el sindicato al que hoy decidí afiliarme, si bién es el cómputo de todo el país lo que consigue que sea hasta ahora UGT el mayoritario, junto a CC.OO y USO, que para nuestra desgracia compone la mesa negociadora y quién decidirá nuestro destino laboral... salvo sorpresas.
Pero lo que nadie puede poner en duda es que este año, el número de afiliados se ha disparado, y mayoritariamente a un sindicato que no estará en la mesa negociadora.... aún. Y esto en claro detrimento de los sindicatos mayoritarios, que en poco verán incrementados sus afiliados.
Es un hecho que afiliados a los sindicatos generalistas y/o mayoritarios destinan sus votos a sindicatos diferentes que creen que les representarán mejor, pese a continuar en éstos. Es un fenómeno curioso, pero contrastado.
Y esto de lo que he hablado, hoy lo he visto yo con mis propios ojos.
Invito a todos a la reflexión. Hablamos continuamente del deseo de cambiar nuestra situación, pero no será gracias a estos sindicatos que durante décadas han demostrado su ineptitud, o lo que es mas grave, su connivencia con la patronal.