Primera Guerra Mundial

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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Jun 17, 2012 12:39 pm



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El gas de Cloro

El gas de cloro fue el primer gas que fue usado con relativo éxito, pues antes los alemanes habían intentado con bromuro de Xililo líquido en munición de artillería contras las posiciones rusas, el 31 de Enero de 1915 en la batalla de Bolimov, pero la sustancia se congeló. Fritz Haber, brillante químico que incluso recibió un Premio Nóbel, en colaboración con empresas de la industria de colorantes de su país, empezó a desarrollar en método eficiente para dispersar el gas en el territorio enemigo. El procedimiento elegido fue simple: sencillamente se alineaba grandes grupos de cilindros conteniendo el gas apuntanddo hacia las trincheras enemigas, y se esperaba que hubiera un viento favorable para soltar el gas. El primer ataque ocurrió el 22 de Abril de 1915, al norte de Ypres, y allí los alemanes liberaron unos 160 toneladas de gas (contenidos en 5730 cilindros) y esperaron que éste llegara a las trincheras enemigas. El uso de un arma novedosa y contra la cual no tenían la menor preparación las tropas francesas coloniales, tuvo un previsible éxito , pues los franceses se retiraron de sus posiciones; sin embargo no fue aprovechado por los alemanes que no quisieron ocupar el terreno ganado por temor al gas, y más tarde llegaron refuerzos canadienses y británicos. A pesar de que se lo usó en más ocasiones ya no tuvo a favor el efecto sorpresa, y se había adoptado por parte de los beligerantes métodos y equipos para protegerse del gas.

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Como arma el gas de cloro es bastante ineficiente: es claramente visible (generalmente como una nube de color verdoso) y tiene un fuerte olor que lo delata. Como es soluble en agua, incluso el simple procedimiento de cubrirse nariz y boca con un paño húmedo reducía los efectos nocivos del gas (detalle interesante: Se tenía la creencia que era mejor orina en vez de agua .... No sólo tenías que soportar el olor a orín pegado a la boca y la nariz,. sino que la combinación de amonio y cloro en realidad creaba gases tóxicos). Otro inconveniente era la forma de esparcirlo, pues se dependía de las condiciones climáticas, que incluso podían hacer que el arma se volviera contra los que la habían lanzado (si el viento cambiaba de dirección aunque fuera sólo por un rato....)

Los usuarios más activos del cloro como arma no fueron los alemanes, como uno puede suponer, sino los británicos.

Características nocivas del cloro: Provoca irritación en el sistema respiratorio, irrita las mucosas y en estado líquido quema la piel. Se lo puede detectar en el aire a partir de muy pequeñas concentraciones (3.5 partes por millón) debido a su fuerte olor. Es mortal a partir de 1000 partes por millón. En concentraciones altas suele provocar edema pulmonar , o sea líquido en los pulmones, en bajas concentraciones debilita los pulmones facilitando la aparición de enfermedades.
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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Jun 17, 2012 12:39 pm


Cartera Porta Placa Ertzaintza

Fabricado en piel de vacuno
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El gas mostaza

El gas mostaza fue uno de los agentes químicos contra los que tuvieron que luchar los soldados de ambos bandos durante la I Guerra Mundial, la Gran Guerra. El gas mostaza es, en realidad, un líquido. Se le llamaba gas porque se usaba utilizando explosivos que lo vaporizaban y dispersaban sobre un amplio terreno. Sus efectos fueron tan desastrosos que durante la II Guerra Mundial no se utilizó nunca intencionadamente por los combatientes. El temor era tan grande que, a pesar de la crudeza de los combates y de las duras derrotas, nadie intentó utilizarlo, aunque todos lo tuvieron cerca del frente por si el enemigo lo utilizaba primero. Sin embargo, fue una exposición casual de las tropas al gas mostaza quien marcó un punto decisivo en la lucha contra el cáncer.

Todo sucedió cuando un barco aliado que llevaba un cargamento de este gas fue bombardeado cuando se encontraba amarrado en un puerto italiano. el venenoso líquido se esparció por el agua a la vez que muchos marineros, temiendo por su vida, se lanzaron a ella. Al ser rescatados tuvieron que ser tratados debido a los efectos del gas mostaza. Muchos de ellos sufrían una peligrosa reducción del número de glóbulos blancos en la sangre. Entonces algunos médicos pensaron que el gas mostaza podría ser un posible tratamiento para algunas leucemias que se caracterizan por una sobreproducción de glóbulos blancos. Debido a la alta toxicidad del gas mostaza, que contiene azufre, probaron en pacientes leucémicos mostazas nitrogenadas, donde la posición del azufre es ocupada por el nitrógeno.

El primer paciente tratado con estas mostazas nitrogenadas presentó espectaculares avances en 48 horas y al décimo día había desaparecido totalmente la masa del linfoma. Muchas variantes de las mostazas nitrogenadas y de azufre que se habían desarrollado como armas químicas se probaron como sustancias anticancerígenas, y aunque ninguna curó ningún tipo de cáncer humano, sus efectos retardando el tumor ofrecieron una nueva arma en la lucha contra el cáncer: la quimioterapia.

Familia de productos químicos empleados fundamentalmente como armas de guerra, también conocidos como iperita, de Ypres, ciudad belga donde los alemanes lo estrenaron en 1917.

El gas mostaza fue creado por Fritz Haber en 1917 para acosar e incapacitar al enemigo y contaminar el campo de batalla.

También se les denomina agentes vesicantes, pues al contacto con el ser humano causan ampollas en la piel y las membranas mucosas, lo cual suele conllevar consecuencias como la muerte por asfixia agónica.
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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Sab Jun 30, 2012 11:48 am


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El hundimiento del Lusitania

El Lusitania, uno de los barcos a vapor más rápidos y lujosos de su época, terminó sus días de gloria de forma totalmente nefasta, cuando el 7 de mayo de 1.915 un submarino alemán lo llevó a pique en aguas de Irlanda tras torpedearlo sin compasión. En el naufragio fallecieron 1.198 pasajeros y la consecuencia directa de esta acción determinó el curso de la Primera Guerra Mundial, ya que provocó que los EE.UU. entraran en el conflicto en favor de los Aliados contra el Imperio Austro-Húngaro.

El Lusitania había zarpado el 1 de mayo de 1915 del puerto de Nueva York con destino a Liverpool. Este servicio se había interrumpido unos meses atrás con motivo del inicio de las hostilidades entre Gran Bretaña y Alemania y la amenaza de estos últimos de torpedear cualquier buque británico, fuera del tipo que fuera, puesto que se consideraba podían colaborar, de alguna forma, en el devenir de la guerra.
Al mando del buque iba el capitán William Thomas Turner, uno de los supervivientes y en el viaje iban 2.000 pasajeros y 800 tripulantes. En este caso además, los alemanes tuvieron razón en sus amenazas, ya que el buque transportaba una cantidad que oscila entre las 173 toneladas y las 5.000 toneladas (según la fuente) de material bélico, sobretodo munición para fusiles y cañones. Por otro lado, antes de la salida del barco desde Nueva York, en la prensa norteamericana habían aparecido anuncios, emitidos por los servicios de representación alemanes, que advertían del riesgo que corrían todos aquellos pasajeros que viajaran en buques británicos, ya que ambas naciones se encontraban en guerra, con las consecuencias que se pudieran derivar. Hay que recordar que el 7 de febrero del mismo año había declarado “la campaña sin restricciones contra el comercio enemigo”. En ella se indicaba que los submarinos alemanes tenían como prioridad atacar los buques mercantes que navegaran en la zona de guerra circundante a las Islas Británicas.

Podríamos considerar pues, que la actitud del gobierno británico fue negligente, ya que además de estar desoyendo las advertencias alemanas, el buque llevaba un cargamento de tipo bélico, razón de más para forzar una represalia germana.

Mientras el Lusitania navegaba rumbo a Liverpool, se sucedieron una serie de avisos del Almirantazgo británico referentes al avistamiento de submarinos alemanes en la zona situada al sur del canal de Irlanda. Como consecuencia, al aviso general que ordenaba evitar la navegación en los cabos, en mar abierto y que recalcaba la necesidad de navegar a toda máquina cuando se cruzara frente a puertos, se le añadió una nueva advertencia, esta especialmente dirigida al Lusitania, ya que se detallaba la presencia de submarinos alemanes en acción de combate a la altura de la costa meridional de Irlanda.

El 7 de mayo se envió otro aviso al Lusitania en el que se advertía la presencia de submarinos alemanes en la zona sur del canal de Irlanda y al sur del faro de Coningberg. Este aviso se complementó con un informe en que se indicaba que la mañana de ese mismo día se habían avistado submarinos a 5 millas al sur del cabo Clear. Cuando el Lusitania se encontraba en las inmediaciones del cabo Fastnet, se adoptaron a bordo las típicas precauciones de la época al entrar en una zona de riesgo para la navegación, como tener los botes a punto para un rápido arriado, doblaje del servicio de serviolas y una constante comunicación radiotelegráfica con las estaciones costeras irlandesas. Sin embargo no consta que el buque se atuviera a la directriz cursada por el Almirantazgo británico con fecha 16 de abril de ese año, en la que se indicaba a los capitanes de todas las embarcaciones que era aconsejable navegar en zigzag cuando se surcaran aguas en las que era de esperar un ataque submarino.


Todos los avisos recibidos a bordo sobre la presencia de submarinos enemigos en la zona fueron tratados con poca consideración por el capitán Turner, quien estaba decidido a recalar en Liverpool dos horas antes de pleamar, por lo que ordenó reducir la velocidad de 27 a 25 nudos, más tarde reducida a 15 nudos debido a los bancos de niebla que había en la zona.

Hacia las 14:00 horas del 7 de mayo de 1915, el comandante Schweiger, al mando del submarino U-20, avistó “un gran buque sin identificar que era susceptible de ser atacado en base a las instrucciones recibidas en los submarinos alemanes, sobre la guerra submarina sin restricciones, dentro de la zona que la circular del Almirantazgo alemán delimitaba”. De ese modo, se iniciaron los preparativos para atacar al buque desconocido y a las 14:10 horas se disparó desde el U-20 un torpedo que se detectó de forma visual desde el Lusitania. Un segundo torpedo certificó el hundimiento del Lusitania, que a las 14:15 horas lanzó el primer mensaje de socorro. El buque británico se hundía definitivamente a las 14:33 horas, 18 minutos después del primer impacto.

Según declaraciones de los supervivientes, se pudo averiguar que en el Lusitania se pudieron sentir dos explosiones, casi simultáneas, las que corresponderían a los impactos de los torpedos. Casi a continuación, se produjo una tercera explosión mucho más potente, producida con toda seguridad por el cargamento de explosivos que transportaba el barco. Esta fue la que provocó que los compartimentos estancos reventaran, al no poder soportar los compartimentos estancos la presión del agua que entraba por las vías que aparecieron a resultas del impacto de los torpedos. El tamaño de las vías de agua debió ser desmesurado, ya que en el Titanic el iceberg contra el que impactó, provocó una vía de unos 100 metros a lo largo del casco y este buque tardó aproximadamente dos horas en ir a pique.

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A pesar de la rapidez con la que el Lusitania se hundía, la evacuación fue muy ordenada. Fue tal la velocidad a la que el buque se iba a pique, que algunos botes se descolgaron de sus soportes en el momento en que tocaban el agua, arrastrados al fondo por el Lusitania. El gigantesco trasatlántico se hundió a una profundidad de 90 metros y a una distancia de 11 millas del faro Old Head Kinsale.

Casi en el mismo momento en que se recibía la llamada de auxilio desde el Lusitania, el almirante al mando de la base naval de Queenstown, Crookes, ordenó que se movilizaran todo tipo de embarcaciones, civiles o militares, hacia el lugar del naufragio a fin de auxiliar a los supervivientes. No pudieron llegar al lugar antes de dos horas y a resultas del naufragio perecieron 1195 personas, entre las que se encontraban 291 mujeres y 94 niños.

Entre las víctimas ilustres se encontraba el multimillonario Vanderbilt, quien la última vez que fue visto con vida estaba en cubierta cediendo su chaleco salvavidas a una pasajera. Se halló su cuerpo sin vida varios días después al sur de Queenstown, después de una intensa búsqueda en la que su familia había ofrecido 125.000 libras por recuperar sus restos.

Mientras todo esto tenía lugar, el comandante del submarino alemán observaba impasible todos los detalles de la tragedia, pudiendo entonces determinar la identidad del buque torpedeado. Según sus propias declaraciones, fue en ese momento en que se dio cuenta de la trascendencia del acto que acababa de provocar.

El día siguiente del torpedeo del Lusitania, la prensa y otros servicios de propaganda aliados, clamaban en pro de la entrada en guerra de los EE.UU. puesto que el contingente de pasajeros norteamericanos a bordo era considerable. Por otro lado, en los EE.UU. se sucedían las oleadas de protesta, con diferentes grados de virulencia, contra lo que fue calificado un crimen de lesa humanidad del que se culpaba directamente al emperador germano. De hecho, el suceso fue la excusa perfecta para que las posiciones más intervencionistas del poder político norteamericano pudieran presionar de forma definitiva en pro de la entrada del país en guerra.

Sin embargo, la postura del gobierno alemán fue la de justificar el acto como uno más, típico de una guerra y amparada en la formalización de la campaña “sin restricciones contra el comercio enemigo”.Si analizamos, desde un punto de vista objetivo, los hechos, podemos determinar, casi con certeza, que la responsabilidad última de la tragedia fue debida a la desobediencia del capitán Turner de los avisos y órdenes recibidas.

Tenemos que entender que, nos guste o no, una guerra es una guerra y a diferencia de las confrontaciones actuales, casi asépticas, en la primera mitad del S.XX. la tecnología militar entraba en una nueva época de desarrollo que, entre otras cosas, no tenía en cuenta el valor de una vida humana, fuera civil o militar. Baste recordar los experimentos con gases en las trincheras del Viejo Continente o el bombardeo indiscriminado sobre poblaciones con armas de pesado calibre.

Además, si el buque, a pesar de ser considerado civil, no hubiese transportado material explosivo, obviamente hubiera sufrido las tremendas consecuencias del impacto de dos torpedos en su casco, pero sin hundirse, ya que fue la explosión de ese material bélico el que provocó su ida a pique. Al fin y al cabo existía una necesidad vital del gobierno alemán de luchar contra las medidas británicas orientadas a estrangular el comercio neutral con Alemania, el denominado Navicert (acrónimo de Navigation Certificate). Esta práctica consistía en la autorización expedida por las autoridades consulares británicas a los exportadores que se hallaran pendientes del embarque de mercancías que tuvieran como destino países neutrales, con los que existía o hubiera existido duda de su posible reexportación a países enemigos.

El objetivo de esta medida era que ni una sola partida de mercancía que pudiera ser susceptible de aportar algo al esfuerzo de la economía de guerra de las potencias enemigas, llegara a su destino. Las consecuencias fueron prácticamente inmediatas, ya que la vigilancia de las exportaciones a estas potencias se establecía en todos los puertos del mundo y fueron especialmente férreas en Noruega, Dinamarca, Suecia y Holanda. De hecho, las autoridades militares británicas organizaron un servicio de inspección de buques extranjeros en las aguas territoriales que circundaban las Islas Británicas y que se dedicaba al abordaje de estos buques en alta mar para reconocer su documentación y carga.

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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Sab Jun 30, 2012 11:56 am


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Fuerza Expedicionaria Estadounidense

Se llaman Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses (acrónimo en inglés: AEF) a las fuerzas militares estadounidenses enviadas a Europa en la Primera Guerra Mundial.

Las AEF combatieron junto con las fuerzas aliadas contra las tropas del Imperio Alemán. Ayudaron a Francia a defender el Frente Occidental durante la Ofensiva de Aisne en mayo de 1918, y tuvieron su combate más importante en la ofensiva Meuse-Argonne en el otoño de 1918.

El presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, planeó inicialmente darle el comando de las AEF al general Frederick Funston, pero luego de la muerte repentina de este último, Wilson designó al general John J. "Black Jack" Pershing en mayo de 1917, en ese momento encargado de supervisar las fuerzas estadounidenses en el transcurso de la guerra.

Pershing insistió en que los soldados estadounidenses fueran entrenados antes de ir a Europa. Como resultado, pocas tropas fueron enviadas en 1918. Pershing insistió en que las fuerzas de EE.UU. no serían destinadas simplemente para completar huecos en las tropas francesas y del Reino Unido, y resistió los esfuerzos europeos de contar con esas tropas para reemplazos a los caídos aliados. Esta actitud causó resentimiento en los líderes aliados, quienes a esa altura sufrían carencia de tropas.

Para junio de 1917, había 14.000 soldados estadounidenses en Francia y hasta mayo del año siguiente esta cifra subió al millón. Dado que las naves de transporte necesarias para llevar las tropas estadounidenses a Europa eran escasas, la Armada estadounidense prestó también el servicio de buques de transporte y cruceros para defensa con los que se transportaron soldados de Nueva York, New Jersey y Virginia. El esfuerzo de movilización puso al límite los recursos de la Armada estadounidense y requirió nuevas estrategias de organización y estructuras de comando para permitir el transporte rápido y eficiente de tan gran número de tropas y suministros.

Las primeras tropas de la AEF en llegar a Europa fueron llamados "Doughboys" por otras tropas aliadas, y arribaron en junio de 1917. Sin embargo, no participaron directamente en el frente de combate hasta octubre, cuando la 1.ª División de Infantería de EE.UU., una de las divisiones mejor entrenadas de la AEF, entró en las trincheras, en Nancy.

Pershing deseaba que las AEF operaran independientemente de las demás fuerzas aliadas, pero esto no podría realizarse hasta que fueran adecuadamente entrenadas y llegaran a Europa los suministros necesarios. Las Escuelas de entrenamiento en Estados Unidos enviaron sus mejores hombres al frente, y Pershing estableció lugares de entrenamiento en Francia.

Desde 1917 hasta 1918 las divisiones de EE.UU. fueron por lo general empleadas para reforzar las tropas francesas y del Reino Unido que defendían sus líneas y realizaban ataques sorpresas contra las posiciones alemanas. Con la primera victoria estadounidense en Cantigny a principios de mayo de 1918, los comandantes de la AEF incrementaron su independencia en el control de las fuerzas. Para julio de 1918, fuerzas francesas eran asignadas para reforzar las operaciones de la AEF.

Durante la Batalla de Saint-Mihiel, el 12 de septiembre de 1918 Pershing comandó el 1.º Ejército de EE.UU., que comprendía siete divisiones y a más de 500.000 hombres en la operación ofensiva más grande llevada a cabo por los Estados Unidos. Esta ofensiva exitosa fue seguida de la ofensiva Meuse-Argonne, del 16 de septiembre al 11 de noviembre de 1918, en la cual Pershing comandó más de un millón de soldados estadounidenses y franceses. Mediante estas dos operaciones militares, los aliados recuperaron más de 520 km² de territorio francés ocupado por las fuerzas alemanas. Cuando el Armisticio suspendió los combates el 11 de noviembre de 1918, las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses se habían convertido en una unidad moderna y con experiencia en combate.

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Las AEF tuvieron aproximadamente 160,000 bajas, de las cuales 116,000 fueron muertos -50,000 en acción y 116,000 por heridas- y 234,000 heridos. El gran número de bajas ,comparado con la tasa de bajas de otros ejércitos aliados, puede ser atribuida a Pershing en su insistencia en hacer las cosas a su manera y no incorporar las últimas tácticas puestas a prueba satisfactoriamente por otros comandantes aliados. En años anteriores, las tasas de bajas aliadas eran horrorizantes, pero cuando las fuerzas estadounidenses entraron en acción estaban disponibles nuevas tecnologías y tácticas avanzadas que las redujeron dramáticamente. Aunque fue rápido en reajustar la situación, las tácticas anticuadas de Pershing, la falta de equipos y una pobre logística fueron las causantes de la alta tasa de bajas de EE.UU. Debido a los graves problemas sanitarios en los campos de entrenamiento europeos, también hubo muchas bajas a causa de enfermedades, especialmente influenza.

A insistencia de Pershing, las AEF no adoptaron la guerra de trincheras de la época, considerada por Pershing como muy costosas en vidas y en moral de la tropa. En lugar de eso, las AEF aplicaban básicamente tácticas móviles, cargando contra el enemigo en posiciones estrechas con infantería y artillería pesada, y marchando en combate cerrado para bloquear posiciones clave.

En menos de dos años, los Estados Unidos crearon nuevas fuerzas de combate motorizadas y de infantería, equipándolas con toda clase de equipos incluyendo metralletas y tanques y montando toda una nueva infraestructura organizativa capaz de aportar suministros a miles de millas de distancia a tiempo. La Primera Guerra Mundial dio a los Estados Unidos valiosas lecciones estratégicas y cuerpos de oficiales veteranos, quienes más adelante comandarían a más de seis millones de militares en la Segunda Guerra Mundial.

Los afroamericanos fueron reclutados sobre las mismas bases que los estadounidenses blancos y conformaron el 13% de los reclutas en total. Para el final de la guerra, más de 350,000 afroamericanos sirvieron en unidades de la AEF en el frente Occidental. Sin embargo, fueron segregados a unidades de "Sólo Negros", que eran mandadas sólo por oficiales blancos. Más de cuatro quintos de los soldados negros que fueron a Francia estuvieron en el frente activo, mientras que menos de un tercio de los soldados blancos combatieron. Y las unidades negras en combate fueron identificadas como unidades de la Guardia Nacional, no como ejército regular. "La masa de reclutas de color no puede ser usada en tropas de combate", decía el General Staff en 1918 y recomienda que "estos reclutas de color deben ser organizados en batallones de reserva para labores secundarias". En conclusión, los soldados negros efectuaron labores no calificadas, como estibadores en los puertos del Atlántico o simples obreros en la retaguardia de los campos de Francia.

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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Jul 29, 2012 12:26 pm


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Primera batalla del Marne

La primera batalla del Marne (conocida también como milagro del Marne) fue una batalla de la Primera Guerra Mundial combatida en el frente occidental desde el 5 al 12 de septiembre de 1914. El evento constituyó un punto de cambio en el curso de toda la guerra ya que marcó el fallo del Plan Schlieffen alemán y, por cuatro años, el fin de la guerra de movimientos.

A fines de agosto de 1914, todo el ejército aliado, constituido esencialmente por el ejército francés reforzado por el Cuerpo de expedición británico, había sido obligado a la retirada hacia París tras varias derrotas de la Batalla de las fronteras, mientras que los dos principales ejércitos alemanes penetraban en Francia. París misma estuvo a punto de caer.

Sir John French, comandante del cuerpo de expedición británico, inició los planes de la retirada general británica a las ciudades portuarias de La Mancha para una evacuación del continente. El gobernador militar de París, Joseph Simon Gallieni encontró a Lord Kitchener para proponerle un contraataque común (en esta fase de la guerra no existía todavía un mando único centralizado entre los aliados) apenas los alemanes llegaran al Marne.

El 2 de septiembre la extrema derecha alemana se había dirigido al sur, amenazando rodear los ejércitos aliados que se retiraban desde Lorena. El general Joffre había preparado un nuevo ejército en París, el 6°, comandado por el general Maunoury: Gallieni propuso emplearlo para realizar un ataque en el flanco oeste del ejército alemán de von Kluck, a partir del Marne, para Nanteuil-le-Haudouin y Meaux, el 5 de septiembre.

Atacada a su vez en fuerzas el 7 de septiembre, el 6° ejército logró resistir dos días más gracias, entre otras cosas, al envío urgente de 10,000 hombre de la guarnición de París efectuado con la requisición de todos los medios motorizados presentes en la capital; en la memoria colectiva quedó sobre todo la imagen espectacular y increíble para la época de 670 automóviles, la mayoría taxis modelo Renault AG de color rojo, reunidos ante el Hôtel des Invalides, en el que fue uno de los primeros usos de tropas motorizadas. El aporte de los refuerzos de París ha sido descrito como fundamental en la economía de la batalla, sin embargo, considerando el número de los combatientes y la entidad de las pérdidas cotidianas (alrededor de 50,000), parece poco lógico ver en este hecho algo más que un valor propagandístico.

Finalmente el 9 de septiembre, el 6° ejército, derrotado, se retiró tras el Marne. Von Kluck cometió el error de ir en su busca, ya que con la avanzada se creó una brecha de 50 kilómetros con el 2° ejército de Karl von Bülow, que se encontraba a su derecha; aprovechando esta situación el 5° ejército francés, y las dos divisiones del cuerpo de expedición británico, penetraron atacando a los dos ejércitos alemanes en los flancos que dejaron descubiertos.

Desorganizados por la maniobra, maniatados por las anteriores avanzadas, ligeramente inferiores en número, los alemanes fueron obligados a replegarse hacia el río Aisne el 13 de septiembre. La batalla posterior (13-28 de septiembre) hecha de ataques y contraataques recíprocos, aclaró a ambos ejércitos rivales la imposibilidad de una avanzada frontal con ímpetu, ya que tenían frente a sí un sistema de trincheras aun cuando solo estuviera esbozado.

El golpe de detención dado a los ejércitos alemanes, más poderosos, marcó el fin del plan Schlieffen. Sin embargo, según lo afirmado por el general Chambe, entonces joven oficial de caballería, se trató de una batalla vencida pero no de una victoria ganada. En efecto, si los ejércitos franco-británicos lograron el objetivo de detener la avanzada alemana y de rechazarla, no fueron capaces de sacar fruto de la ventaja conseguida y alejar al enemigo de su territorio, sino solo algunos kilómetros hacia el norte.

Así comenzó la llamada “carrera hacia el mar” y, luego, la guerra de posiciones, que se prolongó por los próximos cuatro años.

No sé quién venció en la batalla del Marne, pero sé quién la habría perdido
Joseph Joffre

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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Jul 29, 2012 12:32 pm


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Batalla de Lieja

La Batalla de Lieja fue el inicio de la invasión alemana de Bélgica, y fue la primera batalla de la Primera Guerra Mundial. El ataque a la ciudad comenzó el 4 de agosto de 1914 y duró hasta el 16 cuando el último fuerte finalmente se rindió. La invasión de Bélgica fue el acontecimiento que desencadenó la entrada del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda en la guerra, el vigor inesperado de la defensa de la ciudad dio más tiempo para los aliados occidentales para organizar y preparar su defensa de Francia.

Como la Alemania imperial temía una larga guerra en dos frentes contra Francia y el Imperio Ruso, el plan de Schlieffen fue concebido, con un ataque rápido para vencer a Francia primero (como se hizo con éxito en la guerra franco-prusiana de 1870), y luego hacia el este, una a su vez hacia Rusia (considerada como lento de movilizar). Con el fin de hacer esto, Bélgica tenia que ser atacada y cruzada en unos pocos días. La ciudad fortificada de Lieja estaba en el camino de las fuerzas alemanas en su avance a través de Bélgica.

El verano de 1914 vio una enorme actividad diplomática y militar, como resultado del atentado de Sarajevo, el asesinato del príncipe heredero del Imperio Austriaco. Como avanzaba el verano, la guerra se hizo inevitable.Alemania, el 1 de agosto declaró la guerra a Rusia, el 2 de agosto se envía un ultimátum a Francia (aliado de Rusia a través de la Triple Entente ).

Otro ultimátum también fue para el Rey Alberto I de Bélgica. El Plan de Schlieffen de Alemania (desarrollado durante las dos décadas anteriores), organizaba una maniobra de flanqueo rápido en torno a la concentración de los ejércitos franceses a lo largo de la frontera de Alsacia y Lorena. Esa maniobra de flanqueo, diseñada para evitar tanto las fuerzas francesas y la abrupta orografía de la Ardenas, hizo necesaria la violación alemana de la neutralidad belga. Bélgica podría no haber ofrecido resistencia alguna y permitido a las tropas alemanas pasar a través de su tierra en su camino hacia Francia. De hecho, gran parte de la planificación alemana dependía de ellos hacerlo, cualquier otra cosa sería nada más que "sueños de ovejas", según un oficial prusiano. Desafortunadamente para los planes de Alemania, Bélgica resultó demasiado dispuesta a defender su soberanía.

Las defensas fijas de Bélgica y la planificación dependía de la resistencia a cualquier enemigo potencial: Alemania, Francia o Gran Bretaña. A principios de agosto de 1914. Cuando Albert I recibió el ultimátum de Berlín, su jefe de Estado Mayor, general Selliers Moranville, comenzó a implementar el plan de contingencia vigente: concentrar el ejército en el centro del país, permitiendo al mismo tiempo las fortificaciones de Lieja y Namur de ralentizar, si no detener el avance alemán. Lieja era ubicada en el camino principal a través de Bélgica hacia Francia. Hacia el sur el terreno era accidentado, en el norte estaba abierto, pero a menos de una docena de millas de los Países Bajos, donde Alemania no quería entrar. Ambos Lieja y Namur tenían fortificaciones aunque con serias deficiencias. Lieja era rodeada por una docena de fuertes, diseñados y construidos por Henri Alexis Brialmont, el ingeniero principal del siglo XIX. Existían principalmente bajo tierra, dejando al descubierto sólo montículos de concreto y mampostería. Cada fortaleza tenía una serie de cúpulas retráctiles que contenían armas de fuego que varían en tamaño de hasta 6 pulgadas. Mientras que al estado de la técnica en su realización en 1892, no habían sido bien mantenidos. Brialmont había llamado también a construir pequeñas fortificaciones y líneas de trincheras vinculadas a las fortalezas principales, pero el gobierno belga no había hecho eso. Sus guarniciones no eran con toda su fuerza y muchos hombres fueron sacados de las unidades de la guardia local y habían recibido solamente una formación mínima. El 2 de agosto el rey Alberto respondió al ultimátum de Alemania, ordenando que se inicie las obras de apoyo, así como que el ejército se movilizara. El comandante de la fortaleza de Lieja, el teniente general Gérard Leman, se le ordenó "mantener hasta el final con su división en defensa de la posición que le ha sido confiada".[1]

Hubo pocas oportunidades para las fuerzas belgas de terminar todos los preparativos, las fuerzas alemanas entraron en el país a principios del 4 de agosto. La fuerza alemana detallada para ocupar Lieja era una unidad provisional llamado Ejército del Mosa, que constaba de ocho brigadas al mando del General Otto von Emmich. Emmich mando principalmente infantería y caballería y les asigno la captura de los puentes sobre el Mosa en Lieja y apoderarse de la ciudad. Cuando las tropas llegaron al río y encontró muchos de los puentes destruidos, comenzó a trabajar a reemplazarlos con puentes provisionales. Cuando estos fueron atacados, los alemanes se dieron cuenta de que realmente se vería obligado a luchar por Lieja.

Lieja se encuentra en la confluencia de los rios Mosa y Ourthe, entre el bosque de las Ardenas en el sur y Maastricht en Holanda y la llanura de Flandes al norte y al oeste. El Mosa, la atraviesa un profundo barranco en Lieja, lo que representa una barrera significativa. La ciudad se encuentra en la línea ferroviaria principal que lleva desde Alemania a Bruselas, y, finalmente, a París - el mismo ferrocarril que von Schlieffen y von Moltke había planeado utilizar el transporte en Francia. Masiva de instalaciones industriales, fábricas y otras instalaciones que contribuiría a la defensa de la ciudad. La defensa principal, sin embargo, fueron un anillo de doce fuertes que se había completado en un radio de 60-10 km alrededor de la ciudad en 1891.Los fuertes se superponen unos a otros de zonas de protección de incendios y se habían diseñado de manera que si un fuerte fueron atacados, sus dos vecinos podrían proporcionar apoyo de la artillería. Estaban a unos 4 km de distancia. Los fuertes eran triangulares o cuadrangulares, con un foso alrededor y alambradas. Ellos estaban hechos enteramente de hormigón y armados con obuses de 210 mm, 150 mm y 120 mm y cañones de 57 mm. Las fortalezas eran defendidas de los ataques de la infantería con fusiles y ametralladoras. Las armas principales eran montadas en torres de acero que giran 360 grados. Sólo las torres de los 57 mm torre podían ser elevadas. En total, los fuertes tenían 78 piezas de artillería. Ellos contenían espacios para el almacenamiento de municiones, capacidad de alojar 500 hombres y motores eléctricos para la iluminación. Los fuertes no estaban vinculados entre sí y sólo podían comunicarse por teléfono o telégrafo.

Los fuertes tenían varias otras debilidades. El terreno era difícil de cubrir por completo. Intervalos entre defensas se construyeron antes de la batalla y no fueron suficientes para detener a los alemanes se infiltren en la ciudad. Los fuertes fueron también débiles en la parte trasera, la dirección desde la que los bombardeos alemanes con el tiempo llegarían. Condiciones de ventilación y sanitarias eran muy malas, lo que resulta en una falta de aire y los olores terribles. Por último, el hormigón no era la mejor calidad y los fuertes fueron construidos para soportar el asalto de 210 armas de fuego mm, el mayor cañones móviles disponibles en el año 1890. Leman había sido seleccionado personalmente al mando de la 3 ª División y las fortificaciones de Lieja, y estaba bajo las órdenes del rey Alberto de mantener el sistema de fortaleza hasta el final. Leman tenía una fuerza de cerca de 30.000 soldados para defender los intervalos y cerca de 6.000 soldados en las fortalezas, incluidos los miembros de la guardia civil.

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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Jul 29, 2012 12:35 pm



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Orden de la batalla

Belgas

La tercera División belga defendió Lieja, mandada por el teniente general Gérard Leman. Dentro de la división, había cuatro brigadas y varias otras formaciones:

  • Novena brigada mixta, incluyendo los Regimientos de Infantería 9 y 29, junto con las baterías de artillería 43a, 44a, y 45a.
  • 11 Brigada Mixta, incluyendo los Regimientos de Infantería 11 y 31, junto con las baterías de artillería 37a, 38a, y 39a.
  • 12° Brigada Mixta, incluidos los regimientos de infantería 12 y 32, junto con la 40 ª, 41 ª, y baterías de artillería 42.
  • 14ª Brigada Mixta, incluyendo los Regimientos de Infantería 14 y la 34, junto con las pilas 46, de Artillería 47, y 48.
  • Brigada 15 mixtas (5 de agosto), incluyendo los primero y cuarto regimientos de cazadores, junto con las pilas 61, de Artillería 62, y 63.
  • Las Guardias de las Fortalezas, incluidos los regimientos de infantería 9, 11, 12, y 14 de reserva, un regimiento de artillería, cuatro baterías de reserva y varias otras tropas.
  • Tercero Regimiento de Artillería, incluyendo las baterías 40a, 49 ª y 51 de Artillería.
  • Tercero Batallón de Ingenieros.
  • Tercera sección telegrafista.
  • 2º Regimiento de Lanceros.

En total, hubo alrededor de 36.000 soldados y 252 piezas de artillería para hacer frente a la invasión alemana.

Alemanes

La fuerza de ataque alemán (llamado El Ejército del Mosa) consistió en:

  • Brigada 11 de Infantería del III Cuerpo, comandado por el General Von Watcher.
  • Brigada 14 de Infantería de la IV Cuerpo, comandado por el General Von Wussow.
  • 27a Brigada de Infantería del Cuerpo VII, al mando del coronel Von Massow.
  • Brigada de Infantería de la 34a cuerpo IX, comandado por el General Von Krawell.
  • Brigada de Infantería de la 38a Cuerpo X, al mando del coronel Von Oertzen.
  • El II º Cuerpo de Caballería, comandado por el teniente general Von der Marwitz, que consiste en el segundo (el general Von Krane), cuarto (el teniente general Von Garnier) y noveno (el general Von Bulow) divisiones de caballería.

En general, la fuerza consistió en cerca de 59.800 soldados y 100 piezas de artillería. Estos fueron colocados bajo el mando del General Otto von Emmich, acompañado por Erich Ludendorff como observador para el Estado Mayor.

La guerra a Bélgica fue declarada en la mañana del 3 de agosto, los elementos de vanguardia de 'ejército del Mosa' alemán cruzaron la frontera a las 08:00 el cuarto de agosto. La caballería avanzo al río Mosa, pero los puentes habían sido destruidos. Por la tarde del 4 de agosto, la caballería alemana había cruzado el Mosa, al norte de Visé y se encontró con las tropas belgas de la 12a brigada, que combatieron y se retiraron a la línea de defensa. Las fuerzas alemanas fueron detenidas en la noche.

La 3 ª División belga vigilaba la ciudad detrás de terraplenes construidos apresuradamente, en el mismo día en que rechazó con éxito los ataques de la infantería alemana que trataba de pasar entre los fuertes. Un ataque contra Fort Barchon fue rechazada con grandes pérdidas debido a ametralladoras y fuego de artillería. Después de este ataque fallido, los alemanes llevó a cabo uno de los primeros ataques aéreos en la historia utilizando un Zeppelin para colocar bombas en Lieja. Mientras tanto caballería se trasladó al sur tratando de rodear la ciudad. Con la ciudad a punto de ser invadida, Leman ordenó a la 3 ª División de retirar y volver a unirse al ejército belga, movilizandose hacia el oeste.

El 6 de agosto, el general Ludendorff se adelantó y encontro que el comandante de la 14 ª Brigada había sido matado. Él asumió personalmente el mando, ordenó a un obús de campo para proporcionar fuego de apoyo y luchó por el pueblo de Queue-du-Bois a un punto alto desde donde podía mirar hacia abajo hacia Lieja. Ludendorff envió un grupo adelante con una bandera de tregua para exigir la rendición de Leman (que fue rechazada). Una fuerza de ataque que siguió fue derribada en la puerta de la sede de Leman. Esta salida motivo Leman a abandonar la ciudad y refugiarse en Fort Loncin en el lado oeste de la ciudad. El aro exterior de fuertes continuaron resistiendo, bloqueando el avance alemán, impidiendo el uso de las líneas de ferrocarril. Bajo bombardeo constante y ataque por las fuerzas alemanas, la mayoría de los fuertes continuaron a resistir. Sólo Fléron fue puesto fuera de acción, su mecanismo de cúpula siendo destruido por el fuego de artillería. El unico fuerte capturado por asalto de infantería sería Fort Barchon, capturado el 10 de agosto.

Para reducir estas fortificaciones, los alemanes tendrían que emplear su artillería ultra pesada. Estos incluyen el obús Krupp "Big Bertha" de 420 mm y un mortero Austro-Húngaro de 305 mm construido por Škoda. En el momento de la construcción de los fuertes se suponía que los mayores armas que podrían ser trasladados por tierra eran obús de 210 mm, por lo los fuertes nunca habían sido diseñados para soportar las enormes proyectiles de los cañones más grandes. Las municiones de estas armas cayeron sobre los fuertes directamente desde arriba, penetrando en los laterales de hormigón y luego detonando en el interior por medio de una espoleta retardada. Uno por uno, los fuertes fueron golpeados hasta la sumisión, con el última, Fort Boncelles, capituló el 16 de agosto. El 15 de agosto Leman resultó herido en el Fuerte Loncin, y fue transportado inconsciente y prisionero de los alemanes. En la mañana del 17 de agosto, los ejércitos alemanes Primero, Segundo y Tercero, de acuerdo con el Plan Schlieffen, se prepararon para seguir adelante con un empuje de por el resto de Bélgica, obligando a los restos del ejército belga hacia Amberes y capturando Bruselas sin una pelea el 20 de agosto.

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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Ago 05, 2012 7:09 pm


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Sir David Beatty

(Howbeck Lodge, 1871 - Londres, 1936) Almirante británico que tuvo un papel destacado, junto con Jellicoe, en la decisiva batalla de Jutlandia, acaecida el 31 de mayo del año 1916, durante la Primera Guerra Mundial.

Hijo del capitán de fragata David Langfield, Beatty se alistó en la Armada británica en 1884 como guardiamarina, sirviendo notablemente en las campañas de Sudán y Egipto, llevadas a cabo entre los años 1884 y 1896. Cuatro años más tarde, Beatty participó en diversas campañas en China, sofocando la Rebelión de los Bóxers. Con tan sólo 29 años, fue promovido al grado de capitán. En el año 1911, fue ascendido al grado de contraalmirante, además de convertirse en secretario naval del Primer Lord del Almirantazgo, cargo que ostentaba Winston Churchill. Beatty estuvo en el almirantazgo dos años, tras los cuales fue puesto al frente de la primera escuadra de cruceros de batalla de Gran Bretaña.

Al poco tiempo de estallar la Primera Guerra Mundial, Beatty realizó con su escuadra una avanzadilla en Helgoland, en la que logró hundir tres cruceros y un destructor alemán, todo ello sin sufrir baja alguna. Pocos meses más tarde, Beatty consiguió interceptar e impedir el ataque de una escuadra alemana al mando del almirante von Kipper frente a las costas inglesas. En esta acción, conocida con el nombre de la Batalla de Dogger Bank, supuso un fuerte castigo a la retaguardia alemana, seriamente dañada por el fuego británico. El resultado más notable fue el hundimiento del crucero Blücher.

En la decisiva Batalla de Jutlandia, la flota que mandaba Beatty fue duramente castigada por el fuego enemigo de los cruceros alemanes del almirante von Kipper, aunque el número de sus fuerzas era bastante superior a las del enemigo. Beatty vio cómo los cruceros Indefatigable y Queen Mary eran hundidos por los torpedos enemigos. No obstante, Beatty tuvo fortuna a la hora final, gracias al apoyo prestado por el almirante Jellicoe al mando de la Gran Fleete, quien llegó a su encuentro a toda máquina desde su base de Scapa Flow, obligando a todo el grueso de la Armada alemana, al mando del almirante Scheer, a replegarse hacia sus bases continentales.
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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Ago 05, 2012 7:21 pm


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Amadeo di Savoia-Aosta

Duque de Abruzzi (1837-1933), fue el comandante de la flota de batalla italiana durante 1914-17. Anteriormente a esto, su carrera había estado centrada en expediciones científicas y geográfica. Tercer hijo del ex rey de España Amadeo, primo del rey de Italia Vittorio Emmanuele III, Abruzzi era considerado por muchos en el estamento naval como el ideal comandante en jefe de la flota italiana.

Sin embargo, Abruzzi tenían en común con el jefe de estado mayor, Thaon di Revel, que no quería arriesgar la flota italiana en una batalla que no fuera estratégicamente decisiva, idealmente contra la marina de la monarquía naval. En la ausencia de tal encuentro, se negó a arriegar la flota en combates menores, inactividad que le acarreó muchas críticas.

Abruzzi sufría de una escasez crónica de destructores para operaciones ASW, lo que, junto a la pérdida gradual y continuada de buques de guerra, le fue privando de la confianza del gobierno. Sin embargo, se ganó el aplauso unánimo por su evacuación del ejército serbio a principios de 1916 aunque su destino estaba sellado y fue reemplazado en febrero de 1917 por el amirante Revel. Tras rechazar la oferta de convertirse en inspector general de la marina, Abruzzi no volvió a tener cargos de importancia. Nombrado almirante en 1918, murió en 1933.
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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Ago 05, 2012 7:25 pm


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Maximilian von Spee

El conde Maximilian Johannes Maria Hubert von Spee, también conocido como Maximilian Graf von Spee (Graf significa conde) (Copenhague, 22 de junio de 1861 - † Islas Malvinas, 8 de diciembre de 1914) fue un almirante de la Kaiserliche Marine en la I Guerra Mundial. Al mando de la escuadra compuesta por SMS Scharnhorst, [[SMS Gneisenau, SMS Dresden, SMS Leipzig y SMS Nürnberg venció a una escuadra inglesa en la batalla de Coronel, junto a la costa chilena, pero resultó muerto y su escuadra destruida al intentar tomar las islas Malvinas el 14 de noviembre de 1914 en la Batalla de las islas Malvinas.

Se enroló en la Marina Imperial Alemana en 1878. Entre 1887 y 1888, asumió el mando de los puertos de Camerún, por aquel entonces colonia alemana. Posteriormente desempeñó varios puestos importantes en la administración naval, en áreas encargadas del desarrollo de armamento, hasta 1908, cuando fue nombrado jefe del Estado Mayor de la flota del Mar del Norte. En 1910 fue ascendido a contralmirante.

En 1912, fue designado para comandar el Escuadrón de Cruceros del Asia Oriental, con base en la colonia de Tsingtao. Tras iniciarse la Primera Guerra Mundial, se caracterizó por presentar batalla utilizando técnicas propias de un corsario, atacando con gran éxito el tráfico mercante de las naciones aliadas. Pero su flota estaba amenazada, inicialmente por la marina australiana, a la que posteriormente se añadiría la Armada Imperial Japonesa tras su entrada en la guerra en la Batalla de Tsingtao. Sabedor de su precaria situación frente a marinas a las que respetaba y que eran muy superiores en número y poderío (como dato, decir que tan sólo el crucero Indefatigable, buque insignia de la marina australiana, igualaba a todas sus fuerzas), decidió trasladar sus acciones bélicas a las costas de Chile.

Durante una escala en la Isla de Pascua logró recuperar dos cruceros ligeros suplementarios y se dirigió a Valparaíso y posteriormente al sur, donde se desarrolló la Batalla de Coronel, en la que logró hundir los acorazados británicos Good Hope y el Monmouth , y en la que perderían la vida el contralmirante inglés Christopher Cradock y 1650 de sus hombres.

Esta victoria sellaría el destino de von Spee, ya que los británicos querían vengarse de la afrenta sufrida y enviaron refuerzos a la zona. Von Spee vaciló ante la orden de regresar a Alemania con sus barcos. Finalmente, el 8 de diciembre de 1914, cuando ya se había puesto en camino y navegaba a través del Atlántico Sur con la intención de atacar Port Stanley en las Islas Malvinas, se encontró repentinamente con el vicealmirante Frederick Sturdee que en esos momentos repostaba carbón para su flota, compuesta por dos cruceros, un acorazado y cinco cruceros ligeros. La Batalla de las Islas Malvinas resultó muy desigual, y sólo el crucero SMS Dresden pudo salvarse de la destrucción.

Von Spee moriría al ser destruido el SMS Scharnhorst, su buque insignia, al igual que sus dos hijos, Heinrich y Otto, oficiales navales en el SMS Gneisenau y el SMS Nürnberg, respectivamente, junto a la mayoría de las tripulaciones. Desde esta derrota, la marina alemana limitó su presencia en ultramar a submarinos y a barcos mercantes camuflados.
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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Dom Ago 05, 2012 8:08 pm


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Franz von Hipper

Franz Ritter von Hipper (13 de septiembre de 1863 - 25 de mayo de 1932) fue almirante de la Marina Imperial Alemana, a la que se unió en 1881 como oficial cadete. Comandó diversos buques torpederos y sirvió como oficial de guardia en varios barcos de guerra, como el yate del káiser Guillermo II de Alemania, el SMY Hohenzollern. Asimismo, comandó diversos cruceros del grupo de exploración antes de ser nombrado en octubre de 1913 comandante del I Grupo de Exploración de la Flota de Alta Mar, cargo que ocupó hasta 1918, cuando sucedió al almirante Reinhard Scheer como comandante de la Flota de Alta Mar.

Franz von Hipper es famoso por comandar los cruceros de batalla alemanes del I Grupo de Exploración durante la Primera Guerra Mundial, particularmente en la Batalla de Jutlandia en 1916. Durante la guerra Hipper lideró los cruceros de batalla que atacaron las costas inglesas. Su escuadra se enfrentó con otra de cruceros de batalla británicos en la Batalla del Banco Dogger en enero de 1915, donde fue hundido el crucero acorazado SMS Blücher. En la batalla de Jutlandia su buque insignia, el SMS Lützow, fue tan severamente dañado por los británicos que hubo de ser echado a pique por un submarino de su escolta.

Tras acabar la guerra en 1918 Franz von Hipper se retiró de la Marina Imperial con una pensión vitalicia. En un principio vivió bajo un alias y hubo de mudar su residencia en numerosas ocasiones durante la Revolución de Noviembre de 1918 en Alemania, tras lo que se mudó a Altona. A diferencia de su superior Reinhard Scheer, Hipper nunca publicó las memorias de su servicio durante la Guerra. Murió el 25 de mayo de 1932, y cinco años después era botado el buque con que lo quiso homenajear la Kriegsmarine, el crucero pesado Admiral Hipper.

Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, Franz von Hipper lideró sus cruceros de batalla en varios ataques contra ciudades costeras inglesas. El primer ataque tuvo lugar el 2 de noviembre de 1914, en el que Hipper contó con los cruceros de batalla SMS Moltke, SMS Von der Tann, SMS Seydlitz, su buque insignia, y el crucero acorazado SMS Blücher, además de cuatro cruceros ligeros. La flotilla arribó a Great Yarmouth al amanecer y bombardeó y minó su puerto. El submarino británico D5 intentó responder al ataque, pero chocó con una de las minas marinas plantadas y se hundió. Poco después Hipper ordenó regresar a aguas alemanas. En el camino, el grupo hubo de detenerse en la Bahía de Heligoland debido a una densa niebla que impedía divisar las aguas minadas, pero el crucero SMS Yorck incurrió en un error de navegación que le llevó a una zona minada por los propios alemanes y voló por los aires. Sólo 127 de los 629 marineros que iban a bordo pudieron ser rescatados.

Una segunda operación fue llevada a cabo por Von Hipper los días 15 y 16 de diciembre de 1914, y esta vez tuvo como objetivos las ciudades costeras británicas de Scarborough, Hartlepool y Whitby. Para aquella acción las fuerzas de Hipper habían sido reforzadas por el nuevo crucero de batalla SMS Derfflinger. Doce horas después de la partida del I Grupo de Exploración de Hipper, la Flota de Alta Mar alemana, compuesta por 14 Dreadnought, 8 Pre-dreadnought, 2 cruceros acorazados, 7 cruceros ligeros y 54 torpederos, partió para dar cobertura lejana a las operaciones de bombardeo de Gran Bretaña. La Marina Real Británica pudo interceptar y decodificar los mensajes de la flota alemana merced a la captura del crucero ligero germano SMS Magdeburg, y así supieron de la intención de bombardear Scarborough. El vicealmirante David Beatty, comandante de la 1ª Escuadra de Cruceros de Batalla de la Royal Navy, salió con 4 cruceros de batalla, auxiliados por 6 dreadnought y varios cruceros para emboscar la flota de Hipper.

La noche del día 15 la principal flota alemana se encontró seis navíos británicos y el Almirante Friedrich von Ingenohl, pensando haberse topado con la Gran Flota inglesa, ordenó retirada. Hipper no se enteró de la decisión de su superior y prosiguió con el plan, bombardeando brevemente las tres localidades británicas. Para entonces la flota de Beatty estaba en condiciones de emboscarlo, pero los errores se señalización entre los navíos ingleses y el mal tiempo permitieron a Hipper sortear la trampa sin obstáculos. Por los daños causados a la población civil, la prensa británica lo bautizó como «baby killer».
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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Lun Ago 06, 2012 10:22 am


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Batalla del Banco Dogger (1915)

La Batalla del Banco Dogger fue un encuentro bélico naval entre las armadas del Reino Unido y del Imperio alemán. Tuvo lugar cerca del banco Dogger, en el Mar del Norte, el 24 de enero de 1915, durante la Primera Guerra Mundial, resultando tácticamente vencedora la Marina Real Británica.

Tras varias actividades de la Marina Imperial Alemana en el Mar del Norte, los británicos decidieron poner fin a estas. La flota de “dreadnoughts” inició el 10 de enero de 1915 un crucero hacia el Oeste de las Islas Orcadas e Islas Shetland. La tercera escuadra de cruceros de batalla zarpó de Rosyth el 12 de enero en viaje de ejercicios de tiro. Así mismo las segunda y tercera escuadras de cruceros de batalla partieron de las Orcadas también en crucero de ejercicios.

Al imponerse tales movimientos, el Almirante Von Ingenohl quiso aprovechar la ausencia de las escuadras británicas de cruceros para destruir unidades ligeras enemigas. Ordenó, en consecuencia, al almirante Franz von Hipper zarpar el 23 de enero -en la víspera de la batalla- con tres cruceros de batalla y un crucero acorazado, apoyado por cuatro cruceros ligeros y dieciocho lanchas torpederas, hacia las cercanías de Dogger Bank (banco de Dogger). A esta flota se opuso una fuerza británica de cinco cruceros de batalla, seis cruceros ligeros y 35 destructores, evidentemente muy superior.

A las 7:20 informa el crucero Aurora a Tyrwhitt el comienzo del combate, 10 minutos después David Beatty avisó de tener a la vista cruceros ligeros y de batalla enemigos navegado hacia el este. Al anunciarse estos avistamientos, la fuerza de John Jellicoe aumentó su velocidad a 19 nudos y se dirigió a apoyar a las fuerzas de Beatty. Las de Goodenough recibieron orden de avanzar a toda máquina en apoyo de la segunda escuadra de cruceros ligeros.

David Beatty señalaba, a bordo del crucero Lion:

"Los cruceros de batalla navegaron a toda velocidad con rumbo al sur. El viento en ese momento soplaba suavemente. A la 7:30 el enemigo fue avistado hacia la "amura de babor" navegando velozmente, a rumbo sudeste, distante 14 millas." (...) "Dimos comienzo a una prolongada caza por la popa del enemigo, aumentando gradualmente nuestra velocidad hasta alcanzar los 28,5 nudos. Un gran elogio se merece el personal de maquinarias del New Zealand y del Indomitable, que excedieron la velocidad normal de esos buques".

Continúa el Almirante Beatty:

"Tiros aislados fueron efectuados para ensayar la distancia. A las 9:00 el Lion realizó su primer impacto sobre el Blücher, que ocupaba el cuarto lugar de la línea enemiga. Por otra parte, el Tiger abrió fuego a las 9:14 sobre el último buque (?), mientras que el Lion cambió su objetivo, centrándose en el tercer buque de la línea alemana a una distancia de 18.000 yardas, alcanzándolo con varias salvas. El enemigo contestó nuestro fuego recién a las 9:14."

Según el almirante, en las inmediaciones del Banco de Dogger se avistó un submarino, lo cual luego sería desmentido.[3] Así ocurrió que esta falsa apreciación cambiaría la suerte de la batalla.

"En ese momento el Lion estaba a una milla y media de la popa de los otros cruceros de batalla. En lugar de señalar que había avistado a un submarino (...) el Almirante Beatty comunicó a toda la flota de batalla la orden de virar en 90º dándole la espalda al submarino y navegar en rumbo nor-noreste". Como no había realizado ninguna señal que indicase la presencia de un submarino, ningún buque podía adivinar el motivo de la maniobra.-Almirante Bacon, "El escándalo de Jutlandia"

En esos momentos el crucero alemán Blücher estaba averiado y la escuadra británica pensó que la orden dada anteriormente era para atacar y no para retirarse.

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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Vie Ago 10, 2012 2:39 pm


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Teatro africano de la Primera Guerra Mundial

El Frente africano de la Primera Guerra Mundial comprende varias campañas geográficamente distintas contra las colonias alemanas repartidas por África: Kamerún, Togolandia, África del Sudoeste Alemana y África Oriental Alemana.

El Imperio Británico, con casi completo control de los océanos del mundo, tenía la capacidad y los recursos para conquistar las colonias alemanas cuando estalló la guerra. La mayoría de las colonias alemanas en África no contaban con buenas defensas y estaban casi rodeadas por colonias de sus enemigos, Reino Unido, Francia , Bélgica y, más tarde en la guerra, Portugal.

África Occidental

La pequeña colonia deTogolandia (actual Togo y parte de Ghana), que no tenía fuerzas militares sino de policía, fue casi inmediatamente conquistada (26 de agosto de 1914) por fuerzas británicas procedentes de la Costa de Oro británica (actual Ghana) y una pequeña fuerza francesa de Dahomey.

Las tropas alemanas en Kamerún (actual Camerún y parte del nordeste de Nigeria) (unos 1.000 soldados alemanes y 3.000 africanos) lucharon fieramente contra los invasores británicos procedentes de Nigeria (que tuvieron poco éxito), franceses desde Chad, y belga-franceses desde el Congo, que en septiembre conquistaron Limbe en la costa, y, con la ayuda de cruceros británicos y franceses conquistaron la capital colonial, Duala, en septiembre de 1914. El centro de la resistencia alemana fue entonces Yaundé, que fue atacada por los franco-belgas y capturada, pero el gobernador y muchos soldados se retiraron a la neutral Guinea Española). La lucha terminó con la rendición de las últimas fuerzas alemanas (Schutztruppe) en febrero de 1916.

África Suroccidental

África del Sudoeste Alemana (actual Namibia) era un árido territorio tras la desolada costa del desierto de Namib, la única población alemana de importancia estaba alrededor de la capital Windhoek en el interior. Alemania tenía 3.000 soldados y podía contar con el apoyo de la mayoría de los 7.000 colonos varones adultos. Además, los alemanes tenían relaciones amistosas con los bóeres de la Unión Sudafricana, que habían luchado en una sangrienta guerra con Reino Unido 12 años antes.

El primer ministro sudafricano Louis Botha informó a Londres que la Unión Sudafricana podía defenderse sola y que las fuerzas británicas podían partir para Francia; ambos gobiernos acordaron que los sudafricanos invadirían el África del Sudoeste Alemana. Mientras los líderes bóeres Jan Smuts y Louis Botha se ponían del lado británico y en contra de Christiaan Beyers y Christiaan De Wet, y se movilizaban las tropas en septiembre de 1914, unos 12.000 irritados bóeres se rebelaron (rebelión Maritz). En dos batallas en octubre, los rebeldes fueron derrotados y hacia el fin de 1914 terminó la rebelión.

Un primer intento de invadir la colonia alemana fracasó en Sandfontein, cerca de la frontera con la colonia del Cabo, cuando el 25 de septiembre de 1914 los alemanes derrotaron a los invasores.

En marzo de 1915, suprimida la rebelión de Maritz, el general Smuts prosiguió entonces sus operaciones militares en el África del Sudoeste. Las tropas sudafricanas (unos 67.000 hombres) eran veteranas en combates y estaban acostumbradas a vivir en ese tipo de terreno. Cruzaron a caballo cientos de kilómetros de territorio vacío en cuatro columnas. El propio Botha mandaba la fuerza que ocupó Walvis Bay y Swakopmund Los alemanes trataron, sin éxito de detener el avance y Windhoek fue capturada el 12 de mayo de 1915. Las fuerzas alemanas quedaron arrinconadas en el norte, y tras la batalla de Otavi el 1 de julio, se rindieron en Khorab el 9 de julio de 1915. Sudáfrica gobernaría el Sudoeste Africano durante los siguientes 75 años.

Norte de África

En el norte del continente el Imperio otomano intentó mediante la 'guerra santa' alzar a los musulmanes contra los británicos, franceses e italianos. Para evitarlo en Egipto, los británicos depusieron al jedive Abbas II Hilmi (sustituyéndolo por su tío Hussein Kamil), pusieron fin a la 'soberanía' otomana y defendieron el canal de Suez contra el ataque turco-alemán a través del Sinaí en 1915; aunque agentes otomanos organizaron un levantamiento en Darfur (Sudán Anglo-Egipcio).

En Libia los senussíes, alzados en 1915, obligaron a los italianos a retirarse a la costa.

Otros agentes otomanos actuaron en Marruecos. Pero Francia no sólo controló la situación sino que sacó de su parte de África tropas nativas para luchar en Europa.
Juanete
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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Vie Ago 10, 2012 2:41 pm


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África Oriental Alemana

En el África Oriental Alemana (las actuales Tanzania, Burundi y Ruanda) los británicos fueron incapaces de someter a los defensores de la colonia a pesar de cuatro años de esfuerzos y decenas de miles de heridos.

Al comienzo de la guerra el gobernador alemán Heinrich Schnee y el gobernador británico del África Oriental, Sir Henry Conway Belfield, se manifestaron a favor del 'Acta del Congo' de 1885 que preveía la neutralidad en caso de guerra en Europa. Pero el 5 de agosto de 1914, tropas británicas desde Uganda atacaron puestos alemanes en el lago Victoria y el 8 de agosto comenzó un ataque naval británico que bombardeó Dar es Salaam desde el mar. En respuesta, el comandante de las fuerzas alemanas en el Este de África, teniente coronel Paul von Lettow-Vorbeck, comenzó a organizar sus tropas para el combate. Las Schutztruppe alemanas en África Oriental consistían en 260 alemanes y 2.472 askaris, parecidas a los dos batallones de los King's African Rifles británicos del África Oriental Británica. A mediados de agosto los 'askaris' alemanes iniciaron una serie de 'raids' sobre Kenia y Uganda

El 2 de noviembre de 1914 8.000 indo-británicos desembarcaron en Tanga mientras otros 4.000 atacaban por la región del Kilimanjaro para capturar el ferrocarril de Usambara (3 noviembre 1914) y acabar reuniéndose. Aunque superadas 8:1 en Tanga y 4:1 en Longido, las Schutztruppe de Lettow-Vorbeck prevalecieron.

En 1915 barcos británicos (transportados por tierra) y belgas se hicieron con el control naval del lago Tanganica; también lograron el control del lago Victoria. Los alemanes tenían un buque de guerra importante en el Océano Índico cuando estalló la guerra el crucero ligero Königsberg que hundió al crucero británico Pegasus en Zanzíbar y se retiró al delta del río Rufiji, donde fue hundido por barcos británicos el 11 de julio de 1915. La tripulación y sus cañones de 10.5 cm fueron rescatados por las Schutztruppe.

En 1916 los británicos encargaron la tarea de derrotar a los alemanes al muy capacitado comandante bóer Jan Smuts con una amplia fuerza (unos 13.000 Sudafricanos y rhodesianos, incluyendo bóeres, así como 7.000 indios y africanos. Por su parte Lettow-Vorbeck había reunido un ejército de 1.800 alemanes y unos 12.000 askaris. Su conquista del África Oriental Alemana fue metódica y con moderado éxito. El principal ataque británico fue por el norte desde el África Oriental Británica, mientras otro contingente avanzaba por el sur desde el lago Malaui. Por su parte los belgas avanzaron por el oeste desde el Congo Belga. Hacia septiembre de 1916, las tropas británicas habían capturado la línea férrea alemana (de Dar es Salaam en el Índico a Ujiji en el lago Tanganica) y controlaban sólidamente el país al norte de dicha línea. Mientras la ‘Force Publique’ (tropas belgo–congolesas)comenzó su campaña el 18 de abril de 1916 al mando del general Charles Tombeur, marchó en tres columnas y, tras fuertes combates, conquistó la parte oeste de la colonia, incluyendo Ruanda, Burundi y la ciudad de Tabora. Sin embargo, el ejército de Lettow-Vorbeck no fue derrotado y permaneció activo mucho después de que Jan Smuts fuera sustituyendo sus tropas sudafricanas e indias por askaris del King's African Rifles, y partiera en enero de 1917 para incorporarse al ‘Gabinete Imperial de Guerra’ británico en Londres en 1917.

Una ofensiva dirigida por otro sudafricano, el general Jacob van Deventer, fue lanzada en julio de 1917; el ejército alemán venció en la batalla de Mahiwa (octubre de 1917), pero el 23 de noviembre de 1917 se introdujo en África Oriental Portuguesa para conseguir suministros capturando guarniciones portuguesas, y de nuevo en el África Oriental Alemana,terminando en Rodesia del Norte donde finalizó la guerra.

El pequeño ejército de Lettow-Vorbeck firmó el ‘alto el fuego’ en el río Chambeshi el 14 de noviembre de 1918, tras recibir un telegrama de que Alemania había dejado de luchar el 11 de noviembre. La rendición formal tuvo lugar el 23 de noviembre de 1918 en Abercorn. El ejército de Lettow-Vorbeck nunca fue vencido en batalla, y él fue recibido como héroe en Alemania.

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Re: Primera Guerra Mundial

Notapor Juanete » Vie Ago 10, 2012 2:44 pm


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Fernando I de Bulgaria

Fernando Maximiliano Carlos Leopoldo de Sajonia-Coburgo-Gotha o más abreviadamente Fernando I de Bulgaria, (Viena, 26 de febrero de 1861 - Coburgo,10 de septiembre de 1948). Fue Rey y Zar de Bulgaria.

Fernando nació en Viena y era un príncipe de la familia ducal de los Sajonia-Coburgo-Gotha. Era hijo de Augusto de Sajonia-Coburgo-Gotha (1818-1881) y de Clementina de Orleans (1817-1907), y por tanto, sobrino nieto de Ernesto I de Sajonia-Coburgo-Gotha, duque de Sajonia Coburgo, y de Leopoldo I, primer rey de los belgas. Su padre era también hermano del príncipe consorte de Portugal, y primo de Victoria I del Reino Unido y de su marido Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha. Era también nieto materno de Luis Felipe I de Francia y primo hermano de la emperatriz Carlota de México. La familia ducal de la que procedía Fernando había ascendido al trono en diversos países europeos, y Fernando hizo lo propio en Bulgaria.

Fernando fue proclamado Príncipe Regente de Bulgaria el 7 de julio de 1887, diez meses después de la abdicación de su predecesor, Alejandro I de Bulgaria.

El gobierno del país estuvo controlado, sin embargo, por el liberal Stefan Stambolov, que impulsó las relaciones con Rusia.

Fernando se convirtió en zar de Bulgaria tras la declaración de independencia del Imperio otomano el 5 de octubre de 1908. La declaración fue proclamada en la Iglesia de los Santos Cuarenta Mártires en Tírnovo.

La Segunda Guerra de los Balcanes (Octubre de 1912-Julio de 1913) terminó con la derrota de Bulgaria frente a Serbia, Grecia y Rumanía, debiendo ceder varias ganancias territoriales que había conseguido a costa del Imperio otomano durante la Primera Guerra de los Balcanes, así como el territorio de Dobrudja, que pasó a Rumanía.

El 11 de octubre de 1915 el ejército búlgaro atacó a Serbia después de firmar un tratado de alianza con Alemania y el Imperio austrohúngaro, provocando la entrada del país en la Primera Guerra Mundial. Al principio Bulgaria derrotó a Serbia y se apoderó del territorio en disputa de Macedonia. Sin embargo, en los dos años siguientes, el ejército búlgaro se vio obligado a pasar a la defensiva frente a los ejércitos de los Aliados situados en Grecia. Una parte del ejército búlgaro participó en la invasión y conquista de Rumanía en 1916, recuperando el territorio de Dobrudja.

A finales de 1918, con el curso de la guerra claramente a favor de los Aliados, el Ejército búlgaro fue derrotado en la frontera de Grecia. Tras la derrota, el rey Fernando I abdicó el 3 de octubre de 1918 en su hijo Boris III. Bulgaria se rindió a los aliados y tuvo que ceder los territorios conquistados durante la guerra y su salida al mar Egeo por el Tratado de Neuilly.

Después de su abdicación, Fernando se retiró a sus posesiones familiares en Coburgo, Alemania. Había conseguido conservar gran parte de su patrimonio personal como para vivir acomodadamente.

Consideró que su exilio era uno de los reveses de gobernar. En cierta ocasión comentó: "Los reyes exiliados son más filosóficos en las dificultades que los individuos ordinarios; pero nuestra filosofía es principalmente el resultado de la tradición y el linaje, y no hay que olvidar que el orgullo es un elemento importante para un monarca. Somos disciplinados desde el día de nuestro nacimiento y se nos enseña a evitar cualquier señal externa de emoción. El modelo está siempre con nosotros. Puede que terminemos asesinados, puede que terminemos abdicando, pero sirve para recordarnos que debemos esperar lo inesperado. Por lo tanto estamos preparados para todo y nada constituye una catástrofe. El principal objetivo de la vida es sobrellevar cualquier exilio corporal o espiritual con dignidad. Caer en la desesperación es una invitación a que el mundo te devore".

Al contrario que el kaiser Guillermo II de Alemania, Fernando I fue capaz de sacrificarse para que la monarquía búlgara sobreviviera. Aceptó transmitir el trono a su hijo. No se mostró dolido por el exilio y pasó la mayor parte del resto de su vida dedicado al arte, la jardinería, los viajes y la historia natural. Su hijo mayor y sucesor, Boris III, murió en circunstancias misteriosas después del regreso de una visita a Adolf Hitler en 1943. Su nieto Simeón II sucedió a su padre sólo para ser depuesto por los comunistas en 1946, que pusieron fin a la monarquía búlgara. Tras el fin de la monarquía se instauró una república comunista que ordenó la ejecución de su hijo segundo Kyrill. Al recibir la noticia de la muerte de su hijo Fernando I dijo: "Todo se derrumba a mi alrededor".

Murió deprimido y triste en Burglassschloßen, en Coburgo, Alemania. Fue enterrado en la Iglesia Católica Romana de San Agustín.

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