por kanus » Lun May 03, 2010 11:56 am
Normalmente suelo contar anecdotas, mas divertidas, esta no lo es en absoluto, es mas bien triste, vereis como este trabajo como he dicho muchas veces logra que uno se derrumbe.
El Jefe ha ordenado el cacheo de varias celdas, teniamos informacion de varios cuchillos y droga, asi que un grupo de funcionarios vamos a la galeria, los internos estan cerrados, nos dividimos, el encargado le indica discretamente al Jefe que uno de los funcionarios, que estaba de servicio con el, esta bastante mal animicamente, que mejor se quede en la oficina tranquilo,asi que asi se hace.
Quedate en la oficina chaval y vas preparando el papeleo vale?, subimos, el cacheo se va haciendo y bueno, al rato bajamos, la oficina esta vacia, donde esta el chaval?, ninguno sabiamos nada, los papeles estan sobre la mesa, vamos firmando y la mayoria de los funcionarios vuelven a sus puestos, me quedo junto al Jefe y al encargado charlando, cuando escuchamos un golpe en el servicio, se va a mirar y esta cerrado, llamamos insistentemente y nada, al final de un golpe rompemos el pestilo y vemos al compañero, con la cara llena de sangre mirando al vacio, se habia golpeado contra el espejo y sangraba por la frente.
Pero chaval que te pasa?, el Jefe, mi compañero y yo la verdad es que le mirabamos y estaba desencajado, en silencio, lo llevamos enseguida a la Enfermeria para que le curaran, se dejaba llevar como un trapillo, viene enseguida el medico y el ATS y comienzan a curarle y a intentar hablar con el, nada ni una palabra, de pronto se lanza y coje una tijera tras romper el cristal de un armarito de material y vemos aterrados como intenta chinarse, como mejor pudimos lo sujetamos, pero nos costaba muchisimo, al final se tomo la decision de esposarle, en tanto los medicos, preparaban un calmante y lograbamos ponerselo.
Al final hubo que trasladarlo urgentemente al Hospital, donde quedo ingresado, afortunadamente la cosa tuvo un final feliz, y varios meses despues vino un dia por el centro, a visitarnos y darnos las gracias, que no se merecian por supuesto, el chaval bueno llego al limite de su resistencia y rompio por ahi, gracias a Dios todo ese problema paso y aunque bastante tiempo despues, se que volvio a trabajar normalmente.
Reconozco que fue una de las cosas que mas me han marcado y que han hecho que siempre la tenga presente a pesar de que hace muchisimos años de ello.