Curso Acceso Guardia Civil |
Inicio curso: septiembre 2019 |
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Sucede sin embargo que a veces, las abreviaturas, los acrónimos y las siglas actúan todas ellas interrelacionándose y confundiéndose, sin que se sepan diferenciar (yo sin buscar su etimología no lo tengo claro y tras buscarla, muchas veces, tampoco). Ya que unas abreviaciones dieron paso por acronimia a la formación de acrónimos y hay siglas que por lo mismo, acaban siendo acrónimos también, incluso adoptamos para su uso, acrónimos de lenguas extranjeras, que fueron siglas en su idioma, como USA, o CD (que pronunciamos cedé y que podría haber sido simplemente disco, ya que el otro el de toda al vida, ha pasado a llamarse vinilo) que son las siglas de United States of America y Compact Disc respectivamente.
En la actualidad el proceso de creación de palabras mediante siglas es el más fecundo de la lengua en la comunicación general y en los medios de comunicación en particular. Como ya dijo Pedro Salinas “este es el siglo de las siglas” (por el siglo XX). Pero las únicas que se usaban en español desde muy antiguo y aplicadas sobre todo a los tratamientos, eran las abreviaturas.
Una
abreviatura es la representación escrita de una o varias palabras mediante una o varias de sus letras, a fin de que la palabra o las palabras en cuestión resulten más cortas en el texto. Se crean eliminando algunas de las letras o sílabas finales o centrales y, según la Real Academia Española (RAE), siempre se cierran con un punto (aunque hay algunos ejemplos aceptados por la propia RAE, como la abreviatura convencional de "c/c" que no siguen esta norma). Ejemplos: Vd., V.M.,
etc., que es la abreviatura de etcétera (que significa y lo demás).
Cualquier escritor puede crear una abreviatura para su uso particular. No obstante muchas abreviaturas tienen una forma convencional de uso general. Debido a esta facultad del escritor, suele ser una norma de estilo que las abreviaturas particulares o las de uso específico sean recogidas en un glosario al principio o el final de la obra Como se indica más arriba, la norma de la RAE es que las abreviaturas siempre finalizan en un punto, excepción hecha de los símbolos (no son abreviaturas) y los acrónimos.
Esta manía de abreviar dio muchas veces la aparición de los
acrónimos que son abreviaciones (valga la redundancia) formadas por la concatenación de elementos de dos o más palabras. Por ejemplo "teleserie" o "Inserso" o “Insalud”. También son acrónimos las siglas que se pueden pronunciar como una palabra como "OTAN", "TALGO" u "OVNI". Muchos acrónimos de otras lenguas son incorporados como palabras al castellano, como: radar o láser; y algunos se han formado de la traducción de los correspondientes acrónimos de dichas lenguas, como: sida.
En el español el proceso de acronimia no es muy habitual pero sí es antiguo. Un ejemplo de esto fue el cambio en el siglo XV de la forma de respeto "vos" por "vuestra merced" que dio origen al acrónimo "usted”. Cuyas abreviaturas son: V.; U.; Vd. y Ud.; y sus plurales: Vds. y Uds., las cuales, además, son una excepción en cuanto a la regla para la formación del plural de las abreviaturas, pues a pesar de acabar en letra consonante, se añade s en la terminación, en vez de es.
Una
sigla es un proceso de creación de palabras a partir de cada grafema inicial de los términos principales de una expresión compleja. Se habla de
sigloide, y no sigla, cuando se incorporan más de un grafema de un término o grafemas de términos secundarios o ambos.
Un ejemplo de
sigloide que incorpora varios grafemas de un término es Renfe, Red nacional de ferrocarriles españoles. Un ejemplo de la incorporación de términos secundarios es PYME, pequeña y mediana empresa.
Es señalable que también se llama
sigla a cada uno de los
grafemas que componen la propia sigla.
Como curiosidad la conocida marca “
ADIDAS” es el acrónimo resultante de unir el diminutivo del nombre del Fabricante “
Adi” (de adolf) con las tres primeras letras de las iniciales de su apellido “
Das” (Dassler).
UN SALUDO