portox escribió:Veo que las cosas están un poco caldeadas últimamente y quiero desde aquí, aportar mi granito de arena para que los que nos leen desde fuera, futuros policías muchos de ellos, se den cuenta de todo lo bueno que tiene el Cuerpo Nacional de Policía, que no es que sea mucho, es que es muchiiiiiiiisimo, en mis 7 años de experiencia dire:
He salvado a una mujer que se había intentado suicidar, con las venas cortadas dentro de la bañera, sacandola yo mismo del agua ensangrentada con el cuerpo frio y desnudo, llevandola en brazos hasta el Z y trasladandola hasta el hospital de Moncloa, se salvó. La sensación que sientes es increible.
He socorrido a un anciano que se había caído en el baño de su casa, estaba tirado en el suelo llorando con el pañal medio caído y se había defecado encima, le he ayudado a levantarse y a ducharse mientras venía la ambulancia, esta actuación no va en el sueldo, pero he aprendido que aunque ganara 3.000 euros al mes el Estado nunca podrá pagarme lo que hago.
He visto gente que se ha suicidado precipitandose al vacío desde sus casas, por no se sabe que problema, he meditado mucho con ello sobre la importancia de la vida y sobre la desesperación de las personas que resuelven tan trágicamente sus problemas, no he sido capaz de concebir como alguien puede tener más miedo a la vida que a la muerte, pero me da miedo pensar en la desesperación que deben vivir estas personas...
He capturado a un pedófilo cuando iba con un menor a un descampado, intervenimos cuando el hombre tenía los pantalones desabrochados, estropeamos una investigación policial en curso, pero el menor no sufrió ni sufrirá ya ningún daño, con ello aprendí que cuesta mucho a veces no tomarse la justicia por tu mano, pero que no hay que hacerlo...
He detenido pistola en mano a un chico de 23 años que puesto de extasis hasta arriba había cogido un cuchillo de cocina y había decidido salir a la calle a matar a alguien, un mal viaje decían... nunca sabré lo que hubiera pasado si mi compañerao y yo no lo hubieramos detenido en un parque cercano cuchillo en mano...
He detenido a tres skinheads que habían apuñalado a dos jovenes tras rajarles las ruedas de su vehículo por llevar un simbolo "anarka"... he sentido el miedo de cerca al enfrentarme en clara desventaja numérica, yo y mi compañero (dos) contra ellos (tres), pero he aprendido con ello a conocerme mejor a mi mismo y creer más en mis posibilidades, a saber que el miedo se supera más facilmente de lo que imaginaba y que la violencia por desgracia forma parte del ser humano...
He detenido a maridos que maltrataban a sus mujeres, pero también he visto a muchas mujeres aprovecharse de la Ley para hacer daño a sus maridos, he aprendido que no todas las Leyes son justas, pero que mi trabajo es hacerlas cumplir a pesar de que en ocasiones pueda estar en desacuerdo...
He llevado en mi coche particular al acabar el servicio a una mujer maltratada a su casa, yo mismo había visto como la pegaba patadas cuando estaba tirada en el suelo de un hospital, tan solo por que la acababan de decir que estaba embarazada... su marido la había comprado a su padre por tres cabras, me lo decía mientras lloraba con el pomulo partido... he aprendido que a veces la realidad supera a la ficción y que la crueldad puede no tener límites.
He entrado en incendios para desalojar a los vecinos, sin más protección que una mascarilla y como mucho un extintor en la mano, he pensado después que quiza no debí hacerlo, no tengo entrenamiento ni medios para ello, no es mi función, pero que demonios... ¿acaso alguien piensa en eso cuando hay vidas humanas en juego?
He socorrido a una mujer que había dado una vuelta de campana con su coche, increiblemente no la había pasado nada, el coche quedó siniestro y ella estaba intacta... he aprendido a creer en los milagros
He visto batallas campales de decenas de chavales tirandose botellas y piedras... he aprendido a esperar el momento oportuno para actuar, el mejor cazador no es el que más tiros pega, si no el que más puntería tiene.
He visto la impotencia de la gente cuando no puedes darles una solución a sus problemas, yo mismo he sentido esa impotencia...
He aprendido a conocerme, he madurado mucho como ser humano, como persona y como Policía, he aprendido a valorar la vida y los buenos momentos, a aceptar el devenir del destino pero a luchar para cambiarlo.
He tenido persecuciones que jamas hubiera soñado, no solo sucede en las peliculas, forma parte de la vida real... mi cuerpo a chorreado adrenalina por doquier y he sentido emociones muy fuertes
He gritado ALTO POLICIA lo más fuerte y lo más alto que he podido... no tiene precio ver la cara de algunos narcotraficantes cuando les coges con las manos en la masa...
He parado un coche sustraído y he sacado al conductor por la ventanilla, he aprendido la facilidad que muestran para colaborar algunas personas cuando quieren...
He lucido orgulloso mi placa en el pecho y he sentido en la mirada de las personas todo tipo de emociones: respeto, odio, ira, envidia, simpatía...
He escuchado la palabra GRACIAS, es cierto que pocas veces con sinceridad, pero cada vez que me lo dicen de corazón, cuando sé que he ayudado a cambiar algo, una pequeña sonrisa me ilumina el rostro...
He ayudado a cambiar ruedas y he empujado coches sin gasolina, una madre y su hija me han invitado a comer paella por ello
He llevado a una chicas borrachas a su casa, un grupo de tios las estaba incordiando y no sabían como iban a acabar en aquel parque... no sé si evite algo o no, nunca lo sabré, pero sé lo que las sucedió... nada, volvieron intactas
He llevado a casa a una mujer algo mayor que se había caído en la calle, resultó que su marido era Inspector Jefe y me llamo para darme las gracias, he aprendido que ni todos los jefes son tan malos, ni todos los policias son tan buenos...
He visto la cantidad de droga que inunda la sociedad y sus brutales efectos, una chica "puesta de coca" a intentado darme un "muerdo" de uniforme, le hice la "cobra", pero he aprendido que existen situaciones verdaderamente kafkianas y subrealistas...
He visto, he dicho y he hecho cosas que poca gente ha visto, ha dicho o ha hecho, pero sobre todo he sentido cosas que estoy seguro muy pocas personas podrán llegar a experimentar nunca sin ser Policías.
Me he divertido como un niño pequeño con mis compañeros, he reído, reído mucho y he llorado de pena, pero también de felicidad, he visto muchas noches y muchos amaneceres (y los que espero seguir viendo) he visto la mirada orgullosa de mi mujer al contarle lo que he he hecho hoy en el trabajo, aunque también he visto su mirada preocupada cuando llegaba con un parte de lesiones en la mano y alguna contusión de poca gravedad siempre.
He pensado en lo que hago y en como lo hago, en lo que debí hacer o no hacer y en si mi trabajo realmente sirve para cambiar algo, si mis acciones y la de mis compañeros darán resultados en el futuro, si lo que hago servirá realmente para dejar un mundo mejor, más seguro, para mis hijos y los hijos de mis seres queridos el día de mañana... sinceramente creo que sí.
Y me he dado cuenta de que todo lo que cuento, no tiene precio, no está pagado y no podría vivirlo sin estar en este santo Cuerpo Nacional de Policía del que estoy orgulloso de pertenecer y representar.