Pues a mi me pasa algo muy parecido a KOROKOTA, También cuando empece en esto me motivaba mucho mi trabajo, me ilusionaba, estaba deseando ir a trabajar, todos los dias ocurría algo nuevo y muchas veces llegaba a casa muy cansado, pero me lo había pasado como un enano.
Hoy en día no es que sea rutina, porque he procurado cambiar de unidad, buscar otros alicientes y además hago mi trabajo lo mejor que sé o me dejan y algunas veces vuelvo satisfecho con lo realizado. Pero la mayoría de las veces mi motivación es volver a casa para disfrutar de mis hijos, aunque gracias a Dios todavía hay días que disfruto mucho de mi trabajo, de los compañeros, (menos del jefe) de ayudar a un ciudadano, de pillar a algún capullo de turno, etc.
Pero así como antes no veía la hora de ir a trabajar, ahora hay veces que no veo la hora de volver con mi familia, eso pasa, supongo que es normal, hay veces que te toca un jefe insoportable y otras tienes que aguantar a un coincidente laboral de los pesados, o te toca el típico servicio de "florero"...
Yo también antes me llevaba los problemas del trabajo a casa, pero poco a poco he desconectado los dos mundos y como dice KOKOROTA diferencio muy bien el trabajo de la vida particular.
Pero tengo que reconocer que añoro esos primeros años...Y nunca pierdo la esperanza de volver a encontrarlos.
Me gustaría recuperar lo perdido en el camino, igual soy un iluso...