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SINTESIS METODO ARCON El Método Arcón, es un sistema oficial y altamente efectivo, de formación e intervención para Equipos Caninos de Búsqueda, destinado a la localización de personas sepultadas ( por cualquier elemento o causa como puedan ser terremotos, explosiones, avalanchas, huracanes…) o extraviadas, explosivos, narcóticos, especies animales protegidas...
Destinado oficialmente a Cuerpos de Bomberos, Policías, Ejércitos, Protección Civil…, está considerado un gran avance científico y operativo para la Humanidad, y ha sido fruto de 12 años de arduo estudio e investigación científica sobre Aprendizaje y Conducta del Perro de Búsqueda por Jaime Parejo García, Bombero de Sevilla ( España ) creador del Sistema, que consideró ultimado en octubre de 1994 y que decidió bautizar con el mismo nombre del que fue uno de sus compañeros caninos, Arcón, con objeto de homenajearlo e inmortalizarlo, que si bien no fue el único ejemplar con quien compartió sus investigaciones, sí con quien culminó la creación de su Sistema.
La investigación puede cumplir dos objetivos fundamentales, producir conocimiento ( investigación básica ) y resolver problemas ( investigación aplicada ), siendo de cualquier forma la que en parte ha originado los diversos avances de la humanidad, como es el caso del método Arcón, siendo obligado puntualizar que para poder llevar a efecto la creación de la citada metodogía e importante avance, resultaba necesario un cierto nivel de aptitud para la investigación unido con carácter imprescindible a determinadas facultades sensoriales e intelectuales de naturaleza esencialmente innata, como por ejemplo una especial capacidad de empatía específica que permitiese penetrar mediante la observación, análisis y comprensión en las más intrincadas claves del comportamiento canino de búsqueda, eslabón inicial fundamental para conseguir afrontar productivamente lo que fue una paciente y ardua tarea de minuciosa elaboración, tendiendo constantemente a conseguir una positiva interrelación de conjunto cual puzle enrevesado a completar sin fisuras con el mejor resultado posible.
Jaime Parejo analizó minuciosamente desde el principio, todos los sistemas existentes para la formación e intervención de perros de búsqueda ( francés, alemán, suizo, americano...), constatando que basicamente se limitaban a la simple aplicación del condicionamiento operante ( descubierto por Frederic Skinner, basado en que toda conducta reforzada positivamente tenderá a repetirse ), el condicionamiento clásico descubierto por Ivan Pavlov, el moldeado por aproximaciones sucesivas y la instauración, en mayor o menor medida, durante la conducta canina de búsqueda, de ciertas órdenes direccionales.
Si bien es cierto, que estos tipos de principios y procesos básicos de aprendizaje ( los más simples mecanismos de aprendizaje asociativo ) son logicamente fundamentales e imprescindibles para cualquier tipo de aprendizaje del perro de búsqueda, Jaime Parejo, verificó reiteradamente que resultaban totalmente insuficientes ( incluso en aquellos casos que se encontraban basicamente complementados con aplicaciones de la denominada formación canina cognitiva ) para la adecuada y operativamente necesaria consecución de un alto y especialmente efectivo rendimiento del ejemplar canino en numerosos tipos de operaciones de búsqueda.
Motivado paralelamente por una fuerte vocación humanitaria y valiéndose además de su especial impulso y capacidad innata para la observación, análisis, generación de hipótesis productivas... respecto al comportamiento animal, afrontaría durante doce años una ardua e intensa labor de estudio e investigación, estrictamente fiel al riguroso protocolo general de investigación científica ( centrado primero sobre la conducta de la especie canina, en general y más tarde en pro de potenciar, al máximo posible, el grado de rendimiento y eficacia del perro de búsqueda en múltiples situaciones).
Un importantísimo reto que por fin ofreció como resultado, a Jaime Parejo, la consecución de sus pretendidos y difíciles objetivos, en octubre de 1994, con la creación de las denominadas, técnicas conductuales Arcón, asociadas al respectivo proceso formativo e incluso a las operaciones de intervención, el método Arcón ( que denominó así en honor a uno de sus compañeros caninos ).
Debió solventar con una especial firmeza, casi abatida a veces, los frecuentes y arduos escollos propios de semejantes retos de investigación e innovación, en cuyo proceso, por ejemplo, eran numerosas y complejas las variables incidentes que afectaban, voluntaria e involuntariamente, tanto a la investigación observacional como a la experimental, del perro en las múltiples condiciones del trabajo destinado al rescate de personas sepultadas por cualquier elemento y situación.
Realmente implicaban una especial complejidad y dificultad los objetivos planteados desde un principio por Jaime Parejo ( crear nuevas técnicas de formación e intervención que complementadas incidieran positivamente hasta optimizar en lo posible los niveles de autonomía, motivación y concentración en los ejemplares caninos durante el desarrollo de las operaciones de búsqueda de personas sepultadas, ( ya fuese en el exterior o en espacios confinados, incluso con nivel de visibilidad nulo y espacio vital reducido a los mínimos valores factibles para el desplazamiento ) con objeto de incrementar al máximo posible el nivel de rapidez y efectividad en la búsqueda y rendimiento olfativo por parte del perro.
Obviamente, con independencia de que un determinado proceso de investigación, se lleve a efecto utilizando conocimientos relativos al área en cuestión ( en este caso comportamiento animal ) procedentes de formación universitaria o de cualquier cualquier otro tipo de fuente, en la mayoría de los casos lo único realmente valorable, útil, esencial e importante, es alcanzar la consecución de éxito tras la investigación, lograr realmente las metas propuestas, las respuestas a los problemas u objetivos científicos planteados al principio, donde las hipótesis formuladas sean reiterada y suficientemente contrastadas y se verifique rigurosamente que los resultados obtenidos sí consiguen cumplir los objetivos pretendidos.
Su línea de investigación científica estuvo centrada primero sobre la conducta canina en general y más adelante interviniendo sobre los elementos y circunstancias específicas de estudio, relativo a la conducta de búsqueda y detección olfativa, extrayendo datos y valiosa información por ejemplo de la manipulación sistemática voluntaria de variables en las pruebas prácticas o ejercicios con los perros ( aunque como antes se citó, no resultando necesario aplicar en ningún momento procedimientos de medición ni técnicas estadísticas ), y efectuándose estrictamente una exigente verificación empírica, poniéndose a prueba las hipótesis bajo una rigurosa contrastación siempre a través de la percepción ( función psíquica que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir, elaborar e interpretar la información proveniente de su entorno) y con la suficiente diversidad y número.
Las numerosas y diversas observaciones, elaboración y verificación de hipótesis, experimentación de campo, constante razonamiento analítico y sintético, análisis de variables y respuestas…, labor científica en definitiva, eran plasmadas, por escrito, en cientos de folios, a modo de obligados borradores ( sufría como especial inconveniencia que su apego y conocimiento respecto a la informática eran prácticamente nulos ), en diversos periodos de tiempo, durante años, no exentos de imprevisibles paréntesis, y sin importar el momento ( numerosas veces, no dudaría por ejemplo, a cualquier hora nocturna, en incorporarse de la cama, para anotar algún tipo de potencial aporte o modificación a sus acumulados análisis, razonamientos o hipótesis, que su inquieta mente pudiera generar al respecto ).