El patrullero "Arao" de Aduanas abordó en la madrugada de ayer a 101 millas de la costa de Alicante un lujoso yate que transportaba 256 fardos de hachís con un peso aproximado de 7.680 kilogramos. Los seis tripulantes -dos españoles, dos rusas y un marroquí- fueron detenidos tras intentar darse a la fuga al ser descubiertos por la embarcación y el helicóptero de Vigilancia Aduanera. El barco llegó ayer tarde al puerto de Alicante y el Cuerpo Nacional de Policía se hizo cargo de la droga y de los detenidos para realizar las diligencias en colaboración con los funcionarios de la Agencia Tributaria. Aunque se desconoce aún el destino final del alijo, los investigadores sospechan que podría tratarse de un barco nodriza que pretendía trasladar las casi ocho toneladas de droga a dos lanchas neumáticas para llevarlas a tierra, ya que iba lleno de fardos de hachís y bidones de gasolina que se veían desde el exterior, por lo que difícilmente podía entrar en un puerto sin ser descubierto.
Uno de los cinco detenidos, Antonio C.G., de 48 años, tiene antecedentes policiales por extorsión, mientras que el otro español, Francisco C.L., de 42 años, carece de antecedentes en la Policía. Los otros arrestados son el marroquí A.C., de 27 años, y dos rusas de 20 años, Natalia S. y Valeria G., según fuentes cercanas al caso.
El abordaje del patrullero alicantino de Aduanas se realizó poco antes de las tres de la madrugada. El yate "Burbujas", de 16,5 metros de eslora, navegaba en aguas internacionales en una zona frecuentada por las lanchas semirrígidas que transportan hachís desde Marruecos hasta la península. El helicóptero de Aduanas avistó la embarcación sospechosa, que llevaba toda la popa llena de bidones con combustible, y alertó al patrullero "Arao". Aunque intentó escapar, el patrullero acabó abordando el yate, que sufrió daños en la amura de babor, por lo que detuvieron la embarcación y se entregaron sin oponer resistencia.
El interior del yate estaba repleto de fardos con hachís y aunque inicialmente se pensó que había 200 bultos, el recuento final terminado anoche elevó la cifra a 256 fardos. El patrullero remolcó el yate al quedar inutilizados sus motores y llegó a las seis de la tarde a uno de los muelles de la zona de Poniente. Cuatro de los cinco tripulantes fueron trasladados al calabozo por la Policía y el patrón quedó custodiado por funcionarios de Aduanas hasta la llegada del secretario judicial, que supervisó el registro del interior del barco y el traslado de los fardos.
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