Acceso al cuerpo de policía autonómica del País Vasco |
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Ese día que se suponía iba a ser el día mas feliz de mi vida, me puse mi traje, mi corbata, me despedí de la piva y me fuí a la jefatura de policia, allí estaban mis compañeros de academia, y otros muchos que no conocía de nada, yo iba bastante tranquilo, ya que me había hecho un chequeo médico en el que no había tenido problemas, y, por otro lado me considero una persona totalmente normal y con bastante sentido común, mis notas eran bastante buenas, y ademas estaba acostumbrado a hablar en público, por lo que a pesar del evidente riesgo que siempre existe de que unas personas que no te conocen de nada te evaluen psicológicamente, era optimista. Como quería ser de los primeros en la entrevista, me senté en la primera fila, y eferctivamente a los de la primera fila nos mandaron para la entrevista. No voy a extenderme sobre la entrevista ya que ya ha habido muchos compañeros que han relatado su experiencia y la mía no fué muy diferente al del resto, eso si bastante corta, como 10 minutos, salí bastante contento, supongo que como casi todos y me dirigí al reconocimiento médico, con la tranquilidad del que se sabe sano, sin roturas, lesiones, alergias, problemas de vision y con una condición fisica bastante buena ya que siempre me ha gustado estar en forma.
Todo iba sobre ruedas, hasta el momento fatidico de la audiometría, yo nunca he sabido que tengo problemas en la audición, escucho perfectamente, y ademas hablo 3 idiomas, lo que para una persona con dificultades en la audición no sería nada fácil, sin embargo cuando me estaban haciendo la audiometría, un médico entró a la habitación, y le preguntó al que me estaba haciendo la prueba si necesitaba ayuda, la respuesta me dejó helado, no es solamente este chico que parece que tiene algún problema QUE???? no hombre no esto no puede ser.
A partir de ahí mi corazón no paraba de latir a toda leche, no se ni como no me dio una taquicardia allí mismo, el caso es que continué con el resto de las pruebas, los medicos me intentaban tranquilizar, que si tienes pulmones de caballo, que si esto, que si lo otro, en fin que acabé todas las pruebas y me dijeron que me esperara hasta el final para volver a repetirme la prueba. Mis compañeros que iban pasando me preguntaban que pasa? y yo a cada tanda le iba explicando, y por supuesto, todos dandome ánimos, no te preocupes, no será nada tranquilo... pero yo no estaba nada tranquilo.
Cuando todos acabaron volví a hacerme la prueba, con los mismos resultados, que venían a decir basicamente, que tenía una perdida de audición en el oido izquierdo, que segun su punto de vista era motivo de exclusión. Era martes, y me dieron hasta el viernes, ultimo día de reconocimientos médicos para que les trajese pruebas de médicos exteriores que explicaran el porqué de esa perdida de audición.
Me fuí a casa pensando vaya suerte que tienes chaval, allí pasó todo dios el reconocimiento médico gordos, flacos, altos, bajos y tenía que ser yo el elegido, y por algo que ni siquiera sabía que tenía, llegué derrotado a mi casa, se lo conté a la piva, que por cierto pensó que era una de mis estupidas bromas hasta, que me derrumbe me vió llorar y se dió cuenta de que le decía la verdad. El sueño parecía haberse acabado.
Al día siguiente moví tierra, mar y aire y pasta para irme a varios otorrinos, que me dieran una esperanza, y así fué, con las bases en la mano, me dijerón que ciertamente, tenía una perdida leve en el oido izquierdo, pero que ellos no la consideraban lo suficientemente importante para que me excluyeran de la oposicion, esa fué la opinion de hasta tres médicos, la suerte me había sonreido, pensé si tres médicos dicen que puedo cumplir la función policial sin ningún problema, estos señores a los que yo no les he hecho nada pensaran: Bueno el pive ha currado mucho para llegar hasta aquí, no escucha el tonito de los coj****, pero TRES ESPECIALISTAS, dicen que el chaval oye bien, así que firmamos el papelito, y aquí paz y despues gloria. Gran error por mi parte, llegué allí con toda la felicidad del mundo y pensando que solo había sido un mal sueño, pero la amabilidad del martes se había convertido en cansancio el viernes, me mandaron a hacerme la misma prueba, evidentemente con los mismos resultado anteriores, intenté explicarles lo que los especialistas me habían dicho y escrito, pero el jefe del tribunal, poco menos me mandó a la mierda. Me fuí a los baños, y me quedé allí como 30 min llorando y ahora si derrotado.
Despues de eso mas tranquilo en casa me lo planteé tenía dos posibilidades: abandonar el sueño de toda mi vida de ser policia, o luchar hasta el final con los medios que la lenta justicia española pone a mi alcance, por supuesto ya saben que elegí lo segundo.
El mismo profesor de la academia redacto el recurso de alzada, aunque el mismo me dijo que las opciones de que lo estimaran eran casi nulas, así que me fuí en busca de un abogado, que me explicó todo el proceso, especialmente la duración, me dijo que porque no lo intentaba en otro cuerpo, o en otra profesión (bombero por ejemplo) y yo le expliqué que yo lo que quería era ser policia nacional, ninguna ota cosa, me dijo sus honorarios, y pensé mas vale que gane porque sino vaya gracia.
Durante estos años practicamente, no pasa nada, solo sabes que tienes que esperar, ves a tus compañeros irse a Avila, los ves regresar, contarte anecdotas, los ves en practicas, te saludan, te preguntan como va lo tuyo tio? y uno siempre respondiendo lo mismo: aqui esperando a ver que pasa, ellos juran el cargo, y ves esa bendita placa en el pecho de tus compañeros de promoción, y te alegras por ellos, pero para que negarlo tambien sientes envidia, y todos todos los malditos dias de tu vida piensas pero porqué ente 4000 tios que entran al año me viene a pasar esto a mi coño. Pasan los años y los compañeros ya tienen hasta un trienio jeje, y bueno al fin una novedad, me llaman para la prueba decisiva, me tengo que hacer la prueba pericial, que es la que el juez al fin y al cabo va a estimar, de eso dependía casi todo, estaba nervioso porque pensaba que quizas en estos años mi audición quizas había empeorado, pero esta vez por fin buenas noticias, el perito me dijo que no había perdido nada en estos años
lo cual indicaba que esa perdida mínima que tenía era de nacimiento, lo cual era muy importante, y lo mejor de todo, el consideró(y ya era el 5) que mi perdida de audición no me impedía en ningún caso cumplir con la función policial, ni con ninguna otra.
Así en septiembre de 2007 se celebró el juicio, al que por cierto uno no acude, el abogado me dijo que alergaba todas las esperanzas del mundo, hasta que por fin en enero de 2008, llego la sentencia:HABIA GANADO.
Se ponía fin a una injusticia, que había condicionado mi vida estos últimos 5 años.
en fin compañeros, que espero que no les haya parecido la historia muy larga ni muy aburrida, si es así disculpenme, prometo, no escribir jamas un post tan largo, solo pensé que a mi me hubiera encantado leer esto en los momentos mas bajos que tuve(especialmente el primer año es el peor), ya que saber que alguien pasó y triunfó en una situación parecida da en mi opinion muchas esperanzas. Hoy he contactado, con un compañero que ent´ro el año pasado en Avila y venía de la convocatoría de 2001, eso ha sido una alegría inmensa para mi, ya que es le primero con el que he podido contactar directamente, y espero que el me pueda resolver algunas dudas que tengo, al igual que, yo estoy a la disposición de cualquiera que esté en una situación como la que yo he pasado, para ayudarle en lo que me sea posible.
Un saludo a todos.