Gc Edicion 175 Aniversario |
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Seré un poco largo para que se entienda el final. Os pido disculpas de antemano.
Las noches en el metro de Valencia solían ser tranquilas, pero una vez me tocó ir de pareja con un compañero en la Línea 3, línea en la que yo era la primera vez que patrullaba de noche. Como la línea tiene zonas de tubo y estaciones exteriores se patrulla tanto a pie como en coche. El compañero, nada más empezar, me dice: nos vamos a aburrir, ya verás.
Estábamos a las 19 hh en la estación donde iniciamos esperando el metro, y nos llaman del Puesto de Mando de vigilancia del Metro que había habido un apedreamiento a un tren en un pueblo, con lo que coge el coche de la línea (que va con el logo de la empresa) y vete para alla poniendote en zona alejada y a cubierto en medio del campo para ver sin que nos vean. Estuvimos varias horas y nos tocó cenar en el coche, después de recoger unas pizzas en el pueblo. Menos mal que la PL del pueblo pasaba de vez en cuando y nos hacían algo de compañía.
Como nos fuimos allí nada más empezar, no habíamos podido recoger el arma (que la usamos en el turno de noche, a partir de las 22, por los robos que ha habido en estaciones exteriores por la noche. Nosotros acudimos a esas alarmas). Con lo que nos toca ir de prisa y corriendo a la empresa a por ellas.
El compi, ya de mala leche. Nos vamos al inicio de una de las líneas (Mislata-Almassil) para comenzar el cierre de las estaciones, una vez salga el último metro. Aun no hemos empezado cuando nos llama puesto de mando porque están haciendo unas pintadas en el interior de una de las estaciones (Alameda).
Salimos cagando leches y cuando llegamos no vemos a nadie, y las pintadas hechas. Inspeccionamos la estación por si continúan allí, escondidos, y nos damos cuenta que van por el tubo, entre las vias, hacia la estación vecina (Colon). Avisamos a puesto de mando y salimos a coger el coche para pillarlos al salir. Pero para evitar dar vueltas convenzo al compi, que conducía y que aun conocía poco la ciudad, pues venía de Madrid, que se meta por una calle en contradirección y luego en parte de la rotonda igual (bueno, se lo conté por partes, conforme conducía, si no no se habría atrevido).
El caso es que llegamos cuando ya estaban saliendo, dejamos el coche, y empezamos a perseguirles. Se meten en una calle y cuando ya creemos que les tenemos, salen montados en una moto que tenían preparada, y aunque volvemos al coche ya no los encontramos.
Triplemente jodidos, por el retraso, la pintada y su escaqueo, volvemos a continuar (mejor, comenzar) el cierre de las estaciones, que incluye recoger los partes de las parejas de mañana y tarde. Vamos a toda leche, porque luego hay que hacer algunos viajes mas por la ciudad para entregar partes y tomar los que ha recogido la otra pareja. Cuando acabamos de hacerlo todo, solo nos quedan 15 mintos para volver a abrir, por lo que no nos da tiempo ni a tomarnos un cafe.
Estamos aparcando en la primera estación, cuando aun sin bajar del coche nos vuelve a llamar Puesto de Mando. Que en la estación de Ayora (justo la última de la línea, al otro lado de la ciudad) han entrado unos jóvenes forzando la entrada y están meando en el ascensor (ellos lo ven por las cámaras). "¡No me lo puedo creer!" decía deseperado mi compi. Otra vez a toda leche indicándole yo unas calles que el no conocía. Cuando llegamos, obviamente, ya no habia nadie, salvo que aprovechando que ya estaba abierta habían entrado unos chavales dentro también.
Total, que volvemos a comenzar la apertura de estaciones, otra vez a toda velocidad, y llegamos al cambio de turno, justo a las 7 de la mañana.
¿Por qué os he contado este rollo? Unos meses más tarde, yendo también por la noche en la patrulla de la otra línea, otro compañero distinto y yo, paramos en un semáforo y se nos pone al lado un coche del CNP. Bajan las ventanillas y uno de los nacionales me pregunta: "¿No tienes por ahí una pegatina de tu empresa?". Nos miramos el compi y yo sorprendidos, sin entender nada, y nos dice: "Si, de esas grandes, como la que llevais en vuestro coche". Más perplejos aun, le decimos que no y le preguntamos por que. Y nos contesta: "Para mi coche. Es que os he visto varias noches (luego en el bar nos dijo que incluso esa que os he contado antes), y veo que la policia local no os multa aunque os salteis los semáforos en rojo o vayais en contradirección, y quiero una para mi". Nos reímos los 4 a gusto.
PD: El compañero de la Línea 3 se ha negado a volver a hacer noches conmigo.