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En primer lugar presentarme; soy Corcho, un varón de 33 años que se plantea la posibilidad de entrar al Cuerpo, aunque con tantas dudas que no sabría por dónde empezar.
En primer lugar, unos antecedentes: mi abuelo era Teniente Coronel de la Marina, mi padre estuvo en el Tercio Gran Capitán de Melilla (Legionario), y por otra parte tengo también otros familiares directos en Policía Local, Nacional... El caso es que siempre he sentido la llamada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque lo cierto es que la vida me ha llevado por otros derroteros, y nunca he tenido la posibilidad de entrar a ninguno de ellos.
No obstante, la Policía Nacional siempre ha sido mi ilusión, un sueño que, conforme pasaban los años, me hacía darme cuenta de que cada vez quedaba más lejos y empezaba a formar parte de ese baúl que todos tenemos a nuestras costillas. Los años pasaban, y, aunque la esperanza de tener la oportunidad no se perdía, por desgracia, cada año se suma al requisito imprescindible para "no poder cumplir tus ilusiones".
Hace varios años se abrió la posibilidad de entrar al CNP a aquellas personas que superasen la treintena, y eso me hizo barajar muchos aspectos de mi vida; si bien era cierto que no podía dejar lo que tenía entre manos, también lo era que, al menos, volvía a sentir esa llamada. Pero el tiempo sigue pasando, y los años, por alguna razón, no perdonan.
El caso es que desde hace un año hasta ahora he estado barajando la posibilidad de intentarlo, de hacer lo posible por cumplir ese sueño que dejé apartado, pero las dificultades suelen ser no ya las que nos impiden conseguir nuestros sueños, sino las que nos dificultan enfrentarnos a ellos.
No obstante sigo en mis trece, y he leído y releído las experiencias de muchos compañeros que se han aventurado siendo ya de edades elevadas (que en realidad cortas), y no paro de ver argumentos a favor que animan y en contra que te hacen pensar que, en el fondo, estás siendo un soñador que se va a dar de bruces contra un muro.
El caso es que no parto de un punto sencillo, porque la vida me ha llevado a engordar lo que no hay en los escritos, y si bien ya he conseguid perder una buena parte del lastre que arrastraba, todavía tengo pendientes muchos meses de esfuerzo y de lucha física y psicológica.
En definitiva me plantearía hacer las oposiciones para el 2016, algo que parece lejano cuando tienes prisa, pero cercano cuando tienes barriga. No me malinterpretéis, siempre he sido deportista, hacía competiciones especialmente en natación y, alguien dijo que el que tuvo retuvo... aunque quizás me lo tomé con demasiada literalidad y retuve más de lo que debía.
Aun así sé que todo esto me lo puedo quitar de encima, y no sólo estoy dispuesto a hacerlo, sino que, inclusive, aunque las respuestas para los treintañeros fuesen negativas a la hora de entrar al CNP, seguiría mi curso.
Lo que me preocupa fundamentalmente es, por una parte, el hecho de que la edad pueda influir a la hora de ser aceptado en el Cuerpo. Si bien es cierto que en espíritu soy joven, lo es más que en cuerpo soy jovencillo, gordito y feo... y para entonces seré menos jovencito, delgadito... pero también feo. En serio, me gustaría que me dieseis vuestra opinión. No ya entrar en la discusión de si un treintañero debería o no tener la posibilidad de entrar al cuerpo, sino analizar si realmente existe una mínima posibilidad, que por poca que sea, me aferraré a ella con todas mis fuerzas.
Por otra parte existe un "análisis" físico, es decir, un tullido no puede plantearse el hecho de presentarse o, al menos, de tener una oportunidad. El caso es que yo estoy operado de la rodilla. Fue en un partido de baloncesto, que un contrario me hizo "yo qué sé qué" y acabé en el suelo con la pierna rascándome el hombro; ¿resultado?, meniscos fastidiados y cruzado anterior completamente roto. Finalmente me sometí a una operación hace ya lo menos siete años de la que todo salió bien, y desde entonces no he tenido ni una sola molestia... he corrido, saltado, echado pachangas con los amigos... y nada de nada, pero no sé si este aspecto debería mencionarlo y si me podría suponer restar posibilidades de acceso.
En definitiva, ahora estoy gordito y soy viejo, pero para dentro de un año sé que habré rejuvenecido al menos en carnes, y, por supuesto, me preocupa el hecho de estar operado; no me supone ningún tipo de merma a la hora de cualquier actividad física, pero también es cierto que por norma general se considera una operación delicada de la que la mayoría no queda como debería, por lo que me preocupa que el hecho de saberse suponga un punto negativo o directamente una patada en el culo.
Perdonad tanta charla, pero me apetecía hablar un poco con vosotros