http://www.diariosur.es/v/20140220/mala ... 40220.html
En poco menos de un mes se convirtieron en un quebradero de cabeza para los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Supuestamente dedicados al asalto de establecimientos comerciales, principalmente supermercados, habrían llegado a atracar hasta siete de estos negocios entre el 17 de enero y el 15 de febrero en la Costa del Sol. Finalmente, un ciudadano español y un británico han sido detenidos por los agentes como presuntos autores de los hechos, según informaron ayer desde la Comisaría Provincial.
Las investigaciones comenzaron después de que se presentasen en la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena dos denuncias por robos con violencia e intimidación supuestamente perpetrados en supermercados de la zona. La forma de actuar de los sospechosos coincidía. Así, habrían intimidado con un arma de fuego a los empleados hasta hacerse con el dinero de las cajas registradoras, para luego huir del lugar de los hechos, siempre sobre la hora del cierre.
Según indicaron las fuentes consultadas, también llamó la atención de los investigadores la extremada violencia con la que actuaban, que era completamente «desproporcionada». Además, el atracador siempre se cubría el rostro, utilizando para ello pasamontañas, cascos de motocicleta o, incluso, una máscara de la película 'Scream'.
Los funcionarios no tardaron en dar con ellos. Las pesquisas les condujeron a dos vecinos de Benalmádena, ya conocidos por la Policía Nacional y para los que el juez ha ordenado el ingreso en prisión. Una vez localizados, los agentes se percataron de las fuertes medidas de seguridad que mantenían en sus desplazamientos, con el objetivo de saber si eran seguidos.
Por ello, siempre según indicaron desde la Comisaría Provincial, se movían por separado. El presunto autor de los hechos iba delante en un ciclomotor robado, mientras el segundo sospechoso se encargaba de darle cobertura desde un coche, al que le habían quitado las placas de matrícula.
Pese a sus reservas, los funcionarios dieron con uno de los individuos cuando supuestamente atracó un establecimiento comercial. Al parecer, fue detenido cuando salía del local armado con la pistola y no dudó en apuntar hacia los agentes en su intento de huida. Inmediatamente, se desplazaron hasta el domicilio del otro sospechoso y también le arrestaron.
En la operación, se practicaron dos registros domiciliarios en los que se intervinieron, entre otros efectos, elementos para ocultar sus caras. Además, en una de las viviendas se encontró una caja registradora. El recibo que había en ella, que aún no había sido arrancado de la bobina de papel, señalaba la hora y el día de uno de los atracos.