TRIBUNALES | Juicio a la 'trastienda' del PNV alavés
Tellería niega que la Ertzaintza le proporcionara información confidencial
Asegura que las fichas las creó él mismo con 'cotilleos anónimos'
El fiscal denuncia que el 'caso Tellería' fue 'bombardeado por tierra y mar'
Afirma que tanto él como el juez soportaron una presión 'insufrible'
Cree que denuciar a los periodistas por filtraciones fue una 'canallada'
M. Ramírez| I. Rioja | Vitoria
Actualizado lunes 11/03/2013 12:52 horas
El ex dirigente del PNV, Aitor Telleria, ha negado que la documentación que apareció en su ordenador con datos de personalidades de la política y de la sociedad alavesa se la enviaran agentes de la Ertzaintza.
Tellería está siendo juzgado junto a dos policías de los servicios de información de la Ertzaintza por haber conformado, según la Fiscalía, un "plan" para obtener datos confidenciales y facilitárselos al político.
En una declaración ante el tribunal de alrededor de una hora, Telleria ha insistido en que la información no procedía de la Ertzaintza. Cinco de los seis documentos que se le incautaron estaban firmados por un tal 'Karlitos' y ha negado que ese apodo se corresponda con el ertzaina imputado de nombre Carlos, amigo suyo y militante del PNV.
El fiscal ha denunciado las "insidias, calumnias y falsedades" que se dieron a lo largo del proceso de instrucción.
De hecho, ha afirmado desconocer que, dentro de la Ertzaintza, 'Karlitos' se dedicara a la lucha antiterrorista y a las tareas de información. Ha añadido que en 2008, momento en el que están fechados los documentos que dieron origen a este caso, ni siquiera sabía de la existencia de la Unidad de Información de Análisis (UIA).
Además, ha apuntado que 'Karlitos' podría ser él mismo, que se llama Carlos Aitor. La teoría de defensa es que los documentos los creó él mismo, aunque no los redactara, a partir de "anónimos" con datos de dominio público que recibía por distintas vías como dirigente del PNV. Ha indicado que le llegaban cientos de esos anónimos con "cotilleos y alcahueterías". "Ayer mismo hice un 'backup' en el PC y me salieron 125.000 documentos", ha ironizado de modo socarrón.
El fiscal, en su interrogatorio, le ha llamado la atención porque desconociera las funciones de la UIA cuando conocía y tenía una relación de amistad con cuatro de sus doce miembros en Álava.
Las defensas han destacado que la relación entre Telleria y el ertzainas que podría esconderse detrás del sobrenombre de 'Karlitos' era meramente entre militantes del PNV y para "organizar el Alderdi Eguna".
Telleria, así como los dos policías, han recibido el calor de varios militantes del PNV presentes en la sala del juicio, entre ellos Nerea Antía y Paulino Corcuera.
Petición de nulidad
Previamente Aitor Telleria y los dos ertzainas han negado los cargos y sus abogados han pedido la nulidad de actuaciones, principalmente por la indefensión que les supuso la difusión en la prensa de los avances de la investigación.
Ello ha provocado una contundente respuesta de la Fiscalía. El fiscal jefe de Álava, Josu Izaguirre, ha denunciado la "cantidad de insidias, calumnias y falsedades" que se dieron a lo largo de todo el proceso de instrucción, iniciado en la primavera de 2010 y durante los más de ocho meses que las diligencias permanecieron bajo secreto. Y lo ha contextualizado en que es un caso que afecta a determinados "núcleos de poder", sugiriendo la existencia de intereses para frenar una investigación de elevada relevancia pública.
44 personas pasarán por el juicio en calidad de testigos: informantes, espiados y agentes de la Ertzaintza.
Ha afirmado que el juez instructor, Roberto Ramos, y él mismo soportaron una "presión insufrible" y que la investigación contó "con todo tipo de obstáculos" hasta lograr sentar en el banquillo a un político acusado de conformar una red de espionaje con dos policías de los servicios de información de la Ertzaintza.
Si mantuvieron el secreto durante tanto tiempo, ha dicho, fue únicamente porque el Departamento de Seguridad, antes de Interior, se resistió a enviar la documentación solicitada –ha llegado a decir que "mintió"- para corroborar si la información que obraba en poder de Tellería coincidía con datos confidenciales de la Policía vasca.
Ha añadido que la instrucción fue bombardeada "por tierra, mar y aire" y que esa presión se extendió a los medios de comunicación. Se ha referido en concreto a la denuncia interpuesta por las defensas de los tres imputados por la filtración de secretos del sumario contra ocho periodistas, entre los que se encontraban dos de EL MUNDO del País Vasco. "En este procedimiento se produjo el mayor atentado contra la libertad de prensa de los últimos cuarenta años en este país", ha aseverado.
Izaguirre ha añadido que con ello se pretendía "atemorizar a la prensa" . "Pretender que se impute a ocho periodistas por cumplir con su trabajo" es una "canallada", ha añadido para destacar la relevancia de los medios de comunicación a la hora de destapar casos tan importantes como el 'caso Gürtel' o el espionaje de Método 3 en Cataluña.
El fiscal ha mantenido que el sumario no estuvo en los medios de comunicación, como sostienen las defensas. Ha explicado que una mentira no se convierte en verdad por "mil veces" que sea repetida y ha objetado que era imposible comprobar si se producían filtraciones si las diligencias eran secretas.
Izaguirre ha puesto tres o cuatro ejemplos de contradicciones entre lo que aparecía en la prensa y lo que contenía el sumario y ha citado la doctrina jurisprudencial para explicar que, además, sólo hay delito en las filtraciones cuando los datos revelados perjudican a la investigación o se pone en peligro la vida de los imputados, cosas que no han sucedido en este caso aunque los abogados hayan intentado probar lo contrario.
El abogado de Tellería, Jesús Villegas, también se ha sumado a la petición de "nulidad" del procedimiento por otro motivo técnico.
Villegas ha considerado que se vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva del político por parte de la Fiscalía al tardar 100 días naturales (50 hábiles) en formular una acusación cuando el plazo fijado por la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECRIM) es de apenas 10 días.
Gran expectación
Los tres imputados han llegado en medio de una gran expectación y protegidos por importantes medidas de seguridad.
Se sientan en el banquillo de los acusados el ex dirigente del PNV de Álava, Aitor Tellería, y dos ertzainas, identificados como 'Karlitos' y 'Jesús', que prestaban servicios en los servicios de información de la Ertzaintza, conocidos como UIA antes y DAI ahora y que actualmente han sido relegados al cuerpo de Miñones, la Policía foral de Álava.
Los ertzainas han comparecido con capuchas para que su imagen no sea reproducida en prensa o televisión. Tanto ellos como Tellería han podido acceder por alguna puerta distinta a la principal para evitar encontrarse con los medios de comunicación.
Los agentes están acusados de filtrar información que presuntamente obtuvieron valiéndose de su cargo y de distintos confidentes policiales. Al parecer, elaboraron "cientos" de reportes que acabaron en posesión de Tellería, que presuntamente dirigía esta red.
La Fiscalía, única acusación en el juicio –uno de los presuntos espiados, un político del PP, retiró la personación tras una negociación presupuestaria con el PNV-, les imputa un delito de violación de secretos.
Pide para ellos cuatro años de cárcel. Además, solicita que los tres paguen una multa de 16.200 euros e indemnicen a los presuntamente espiados y otros perjudicados con una cantidad total de 342.000 euros. El Gobierno vasco sería responsable civil subsidiario en caso de impago.
Según el ministerio público, los dos policías se valieron del acceso que tenían a las bases de datos de la Ertzaintza para recabar información confidencial o privada sobre políticos, cargos públicos, empresarios y otros personajes alaveses, datos que suministraban periódicamente a Aitor Tellería.
Aunque no ofrecieron a su enlace los informes propiamente almacenados en las bases de datos de la UIA, elaboraron "cientos" de fichas siguiendo un "plan", según la Fiscalía.
Informantes, espiados y agentes de la Ertzaintza pasarán como testigos, hasta un total de 44, en la vista oral que está previsto se prolongue al menos a lo largo de los próximos tres días en el palacio de justicia de Vitoria.
Declararán en el juicio políticos tan conocidos como el ex alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz; el secretario general del PSE-EE de Álava, Txarli Prieto, o el procurador del PP en las Juntas Generales Santiago Abascal. También lo harán empresarios como el constructor José Antonio Gordo o el hostelero Iván Saldaña y técnicos procedentes del SEA como José Manuel Farto y Aitor Otaola.
Se espera con especial interés el testimonio de alguno de los confidentes de la UIA, algunos de ellos agentes dobles del CNI o periodistas.