Muy buenas palabras compañero.
No sé si a alguien más le pasará lo que me pasa a mí, anoche lo estuve pensando:
Cada vez que afronto una prueba en la oposición lógicamente como a todos se me hace duro: nervios, incertidumbre, dudas... vamos, como menciona el compañero. Pero una vez subido ese escalón, al día siguiente prácticamente, mi mente olvida todo lo que me costó conseguir subir ese peldaño y únicamente se centra en lo que me va a costar subir el próximo.
No sé, me gustaría disfrutar más de los momentos de gloria ya que me han costado tanto sacrificio, tampoco regodearme y pensar que ya lo tengo todo hecho, pero sí, en ciertos momentos de dificultad, pararme, mirar hacia atrás y conseguir ver todo lo que ya he subido y he conseguido para darme impulso.
El último ejemplo fue con las pruebas físicas. Iba bien preparado, llevaba muchísimo entrenamiento encima (todos sabréis lo que es correr en pleno agosto, acabar de correr los 2000m listo para llamar al Samur y demás) y los días antes de examinarme de la aptitud física pasé nervios, dudas y llegué a pensar en que pasaría si después de todo no aprobaba.
Aprobé y fui el hombre más feliz del mundo por unas horas, hasta que mi mente ya empezó a pensar solo en la siguiente prueba: la ortografía y los conocimientos.
Me pasó con el examen de moto y con el btp (este a más bajo nivel, claro está), pero siempre me pasa, mi mente se focaliza en el esfuerzo que tengo que hacer para lo que está por venir y, una vez pasado, por mucha dificultad que haya superado, no se acuerda de lo hecho.
Como se suele decir: Todo se ve más fácil a toro pasado. Tanto que a día de hoy sería capaz de aceptar la frase de "las pruebas físicas son solo un puro trámite", quizás sí, pero solo cuando las tienes por detrás y no por delante.
Me preguntaba si a alguien más le pasaba algo parecido.
Un saludo.