"ha de arbitrarse el procedimiento específico que resulte conveniente en relación al ejercicio del sufragio activo por los detenidos en dependencias policiales ponderando los aspectos jurídicos relativos a la titularidad del derecho por parte de los mismos y los de carácter material relativos a la posibilidad del ejercicio del citado derecho"
Hablamos de España ¿No? Cuando el español habla en futuro ¡Uy! Malo, porque no lo hace precisamente por previsión, como sería el caso de otros vecinos. Cada vez que en un escrito se lee plasmado lo de «ha de arbitrarse» o «se informará debidamente» o «se elaborará», ha de entenderse que lo que sea que fuere queda en barbecho y a ser posible para que se lo coma otro, el siguiente, la madre del siguiente o quien sea, que el que suscribe no. Que mañana será otro día y otro vendrá que bueno me hará. No tenemos enmienda ni término medio: o la improvisación y rapidez de un café expreso o bien la lenta y estudiada espera del campo dejado en barbecho. Y este es de los del segundo. ¡Veintidós años! Por eso, y por nuestra ancestral dejadez para legislar documentada copiosamente en los últimos cuatro siglos de historia, veintidós años pudiera no ser tanto tiempo para elaborar un procedimiento que arbitre, «eficazmente», el ejercicio de voto de un detenido policial, pues si tenemos que, con la que está cayendo en lo económico, la tan cacareada por todos reforma laboral que en el invierno de 2010 «urgía hacerla», y, en febrero último, ya era «muy urgente», aún la siguen peinando cuando va a llegar el invierno otra vez. Y si encima vamos yle echamos un vistazo a la casuística y vemos los detenidos que lo pidieron, que debieron ser cuatro, ya ni te digo. Escribir sobre algo que urge, no, nunca jamás, pero sobre algo innecesario: todavía menos.