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las comunicaciones Fallaron, no acudió un jefe "con grado y experiencia" y faltaron reuniones previas
C. C. B.- Sábado, 9 de Febrero de 2013 - Actualizado a las 05:35h
Bilbao. Los portavoces de PSE, PP y UPyD, formaciones que solicitaron la comparecencia de Estefanía Beltrán de Heredia para explicar los incidentes del partido disputado en diciembre entre Euskadi y Bolivia, parecían tener claras sus conclusiones antes de las explicaciones ofrecidas ayer por la consejera de Seguridad. Así lo aseguró ésta al comienzo de su intervención ante la contundencia mostrada por los tres grupos en sus exposiciones. Esta tirantez inicial se prolongó durante la Comisión de Seguridad por el poco crédito que PSE, PP y UPyD dieron al discurso de la consejera, pese a que el mismo, basado en gran medida en el informe elaborado por la comisión de investigación creada a tal efecto, no ahorraba críticas hacia la actuación de la Ertzaintza del 29 de diciembre.
Beltrán de Heredia defendió que los ertzainas "intervinieron para evitar males mayores y proteger la integridad de los aficionados que habían acudido a Anoeta para disfrutar del partido", para lo que "pusieron incluso en riesgo su propia integridad". Los incidentes se produjeron cuando un grupo de espectadores arrojó objetos, petardos y asientos del campo contra agentes de la Policía vasca, que iniciaron varias cargas. También se lanzaron numerosas bengalas. Como consecuencia, hubo catorce ertzainas heridos -dos de ellos siguen de baja- y dos detenidos.
La titular de Seguridad afirmó que, según la investigación, el dispositivo desplegado fue "adecuado", ya que respondía a la previsión realizada, en la que se declaró el partido como "de alto riesgo". En cualquier caso, dijo que se siguieron "los protocolos anteriores a mi llegada". Eso sí, en el transcurso del encuentro sucedió algo "fuera de lo normal", en referencia al uso de bengalas y a una violencia "inusitada y desmedida".
En su lectura de las conclusiones de la comisión, destacó que ese día no estuvo presente "un mando con el grado necesario y experiencia práctica". A ello se suma el fallo de las comunicaciones entre las unidades, la falta de reuniones previas entre los responsables y una presencia insuficiente de vigilantes de seguridad -no así de ertzainas, que cifró en 123, unos 40 más de lo habitual en partidos de esta índole-. La consejera se comprometió a analizar estos datos y a incluir mejoras en dispositivos futuros.
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