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El acusado del homicidio de la obra de Mata dice que la víctima quiso matarle
18-06-2012 / 17:20 h EFE
El hombre que hace un año acabó con la vida del vigilante de la obra del Castillo de Mata, en Las Palmas de Gran Canaria, cuando este le sorprendió robando cable de cobre, ha alegado hoy ante un tribunal de Jurado que solo se defendió y que el guarda intentó matarle a él con un pico.
El acusado, para quien el fiscal solicita una pena de 14 años de prisión por un delito de homicidio y un año de cárcel por tentativa de robo, ha manifestado en la Audiencia de Las Palmas que no tuvo otra opción, pues o le mataba el vigilante a él o al contrario, si bien a preguntas de su defensa, ha admitido que también pudo marcharse.
El imputado, Ramón M.G., que cuenta con numerosos antecedentes penales y una condena de robo con violencia, ha sostenido que hubo un forcejeo entre ambos, que cayeron al suelo y después golpeó al vigilante en la cara con sus propias manos, con los nudillos, aunque no sabe cuántos golpes le propinó.
Después, en lugar de huir, se quedó junto al vigilante y pidió auxilio, ha señalado el acusado, cuyo relato difiere de los expuestos por la acusación pública y particular al jurado.
Según el fiscal Pedro Gimeno, el procesado "destrozó la cara" al vigilante con unos listones metálicos tras una discusión entre ambos, después de que el guarda tratara de que depusiera su actitud al haberle sorprendido robando en la obra.
El procesado ha manifestado estar arrepentido de lo que hizo esa noche, en la que, según relató, actuó como si fuera otra persona, pues "estaba colgado de pastillas" Tranquimazín, ya que se había tomado entre cinco o seis comprimidos.
Los policías que le detuvieron han explicado al tribunal que el acusado intentó hacerse pasar como el vigilante de la obra.
Dos de los agentes han señalado que, al verle con manchas de sangre en sus manos y en la ropa, el acusado les comentó que había habido una pelea y que la otra persona se había marchado corriendo, si bien posteriormente reconoció que había matado al vigilante, porque, según les comentó el procesado: "Para que me mate él, lo mato yo".
La defensa del acusado sostiene que o bien el vigilante actuó en defensa propia solicita o fue un homicidio involuntario, por lo que pide una pena de un año de prisión por estos hechos y otro año de cárcel por el delito de tentativa de robo.
La acusación particular ejercida por la viuda del fallecido eleva la pena a 25 años de prisión, porque entiende que hubo ensañamiento y alevosía por parte del acusado, para el que solicita también que se le exija una indemnización de 180.000 euros.
La acusación ejercida por la empresa encargada de la obra, OHL, pide la misma pena que el fiscal por los delitos de homicidio y tentativa de robo, en el que concurre el agravante de reincidencia, y reclama además un delito de daños con una pena de una multa de 10 euros por día durante dos años.
Además, solicita una indemnización para los familiares de la víctima y los daños causados en la obra, que valora en 765 euros, igual que el fiscal.