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El Consorcio de Bomberos de Valencia ha solicitado por escrito al conseller de Gobernación, Serafín Castellano, que establezca un protocolo de actuación policial para prevenir situaciones de riesgo en los incendios y evitar intoxicaciones por inhalación de humo de policías, guardias civiles y vecinos.
La carta está firmada por el presidente del Consorcio de Bomberos de Valencia y diputado provincial, Francisco Tarazona, quien muestra su preocupación por los últimos siniestros con víctimas, entre las que se encuentran una decena de guardias civiles y policías.
Tarazona asegura que entiende las circunstancias por las que un policía decide actuar y asume riesgos para su integridad física -el rescate de una víctima-, pero recuerda que sólo los bomberos disponen de equipos de protección individual y respiración autónoma para resistir las altas temperaturas y proteger las vías respiratorias, respectivamente.
El diputado provincial pide también que se clarifiquen las actuaciones y funciones de los policías locales en los incendios con el fin de evitar graves accidentes. En los últimos meses, según el escrito del Consorcio de Bomberos, se ha incrementado el número de agentes intoxicados por humo -guardias civiles y policías municipales en su mayoría- cuando rescataban a personas en edificios en llamas.
El pasado sábado, un policía local y un guardia civil resultaron intoxicados en las labores de evacuación de una finca de Canals tras arder el salón de un piso. Y el pasado 23 de abril, ocho personas más necesitaron atención médica, entre ellas dos guardias civiles y cuatro policías locales, al inhalar humo en el incendio de una vivienda en Llíria. Uno de los guardias estuvo a punto de morir al quedar atrapado en la última planta del edificio, pero un compañero y tres policías lograron rescatarlo tras derribar la puerta de la terraza.
Los bomberos recuerdan que sólo se deben desalojar las casas situadas en las plantas inferiores a la vivienda siniestrada, ya que los vecinos de las plantas superiores se pueden encontrar con el hueco de la escalera inundado de humo por el efecto chimenea.
Mientras llegan los bomberos es preferible que la policía tranquilice a los vecinos y ordene el confinamiento en los pisos superiores, así como en las viviendas del mismo rellano de la casa en llamas. «Las personas confinadas deben tapar las rendijas de las puertas y ventanas para evitar que entre el humo y retrasar la propagación del fuego», explica Salvador Ballesta, director técnico del Consorcio de Bomberos.
(Fuente: lasprovincias.es)