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A partir de mediados de marzo, calculan, un guipuzcoano que llame al 112 para alertar de una emergencia será atendido por un operador instalado en Bizkaia. La centralización del servicio de SOS Deiak, por decisión del Gobierno Vasco, ha destapado un conflicto laboral con los 18 trabajadores del servicio subcontratados en Gipuzkoa, pero también «un problema» para el ciudadano, denuncia Ana García, delegada de personal de los empleados guipuzcoanos.
Creen que la unificación «dejaría al territorio sin este servicio y en una situación precaria para hacer frente a situaciones de emergencia, empeorando claramente este servicio público esencial para la comunidad», expresaron a través de un comunicado. Para mostrar su rechazo, han protagonizado esta semana la primera concentración a las puertas del ambulatorio del Antiguo de Donostia. Y prometen nuevas protestas.
Los centros de coordinación de emergencias SOS Deiak se crearon en 1993, con una estructura territorial que ahora se quiere unificar. Se mantendrán los equipos de la Ertzaintza encargados de atender y coordinar las emergencias, pero las llamadas se descolgarán desde Bizkaia. Las consecuencias para el ciudadanos serán «graves». ¿Por qué? Ana García argumenta: «Para empezar, por mucho que funcione bien, un operador vizcaíno va a desconocer las peculiaridades de la geografía guipuzcoana. En esa primera llamada, de cuya rapidez depende la movilización de los recursos, hay que recabar toda la información posible y actuar con la mayor precisión». García añade más ejemplos. «Además, ahora mismo trabajamos de forma conjunta con los equipos de la Ertzaintza encargados de emergencias, de tal manera que cuando cogemos el teléfono ya podemos estar gestionando la llamada y enviando recursos al lugar de los hechos, antes incluso de transmitirlo vía informática». Dice que hablan de esos problemas con conocimiento de causa, porque en situaciones puntuales, cuando ocurre un suceso extraordinario o hay una sobrecarga de llamadas en otro territorio, esas comunicaciones se transfieren a la centralita guipuzcoana.
«A nosotros claro que nos ha pasado atender una llamada de Bizkaia y tener que preguntarle al interlocutor más datos de los que hubiéramos necesitado si conociéramos la zona. Es lógico».
«La sombra del despido»
García reconoce que los trabajadores están preocupados por su futuro laboral. «La centralización del servicio empezó a sonar hace dos años y desde entonces todo han sido cambios y diferentes opciones», afirma García. Las últimas noticias al respecto las recibieron hace tres semanas, a través de un documento en el que se les informaba del inminente traslado, cuenta.
El sindicato ELA ha denunciado «las precarias condiciones laborales» de este colectivo, dieciocho trabajadores que trabajan para la empresa Xupera XXI S.L., subcontratada por el Gobierno Vasco: «Les aplican un convenio estatal que está sin negociar desde el año 2009, son mileuristas y trabajan alrededor de 1.800 horas».
Ana García insiste en que «no hay ninguna razón técnica que justifique el trasladarnos a Bizkaia para coger las llamadas que se pueden atender desde Gipuzkoa», por lo que le hace pensar que detrás de la decisión «hay una razón económica» y que planea «la sombra de los despidos».
http://www.diariovasco.com/v/20120217/a ... 20217.html