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DONOSTIA. La Ertzaintza es actualmente un Cuerpo policial de contrastes. El Departamento de Interior, al tiempo que está llevando a cabo medidas de contención del gasto que incluyen dejar de comprar botellines de agua y periódicos para las comisarías, afronta inversiones de calado como la señalización de uno de los parkings subterráneos de la comisaría de Erandio. Una obra que ha costado entre 70.000 y 80.000 euros, según han confesado los propios responsables de la Consejería a preguntas de los sindicatos.
El aparente desequilibrio entre unas actuaciones y otras está provocando estupor en el seno de la Policía. "Los agentes de la Brigada Móvil no tienen cordones para atarse las botas y no hay papel de mano en los servicios, pero han señalizado el parking como si estuviera en el centro de Bilbao", coincidían representantes de Euspel y ELA. Respecto a los recortes, el Departamento anunció primero, dentro del denominado Plan de ahorro 2012, la supresión del gasto destinado al suministro de periódicos, así como de agua y café para las visitas de las comisarías.
El recorte de la prensa escrita se ha extendido a las distintas jefaturas de división, que ya no disponen de periódicos. Tampoco los agentes de investigación, por ejemplo en la macrocomisaría de Erandio, pese a que el acceso a los diarios se antoja como parte consustancial de su labor. En su lugar, se distribuye un resumen de prensa elaborado por Interior. "Van a tener que leer las noticias por Internet", ironizaba un portavoz de Euspel.
Posteriormente, el Departamento que dirige Rodolfo Ares anunció a nivel interno que, a partir del 1 de enero de este año, se iba a dejar de surtir de agua embotellada a algunas unidades. Fuentes consultadas expresaban el grave perjuicio que esta medida puede suponer, por ejemplo en una patrulla de la Brigada Móvil, ya que "cuando se juntan ocho agentes en una furgoneta en verano, el agua resulta vital".
En este contexto se puede enmarcar también la petición trasladada a todos los jefes para que eviten, salvo en circunstancias muy excepcionales, los llamamientos a agentes para acudir a trabajar en días de libranza, con el fin de ahorrar el pago de esas horas extra. La limitación de la plantilla -pese a que los ertzainas de la última promoción, actualmente en periodo de prácticas, han permitido alcanzar por primera vez el tope de 8.000 agentes- ha provocado en los últimos años un abuso de estos llamamientos extraordinarios.
Respecto a la actuación llevada a cabo en el aparcamiento subterráneo de la comisaría de Erandio, además de provocar sorpresa, pocos la entienden en el seno del Cuerpo. "Es una obra ilógica y un dispendio que no se puede justificar de cara a la ciudadanía", opinaba un portavoz de Euspel. En lo que prácticamente todos coinciden es en que se trata de algo "innecesario", sobre todo en la actual crisis, cuando los ertzainas han sufrido en su propio bolsillo el recorte salarial a los funcionarios y están padeciendo la acuciante escasez de material provocada por la falta de presupuesto.
"GASTO SUPERFLUO" Además de los aparcamientos en superficie, la macrocomisaría de Erandio tiene un parking subterráneo de dos plantas. Una de ellas está destinada a los miembros de la División de Tráfico y a los agentes de la comisaría. La otra se reserva para aparcar los vehículos oficiales de las diferentes unidades que operan en dicho centro, y cada plaza está asignada a un ocupante. Este es el parking que se ha señalizado ahora, al parecer como consecuencia de la habilitación en su seno de una zona común que no está reservada a ningún agente.
A la entrada se ha instalado un panel luminoso con el símbolo P que indica el número total de plazas, así como las que están ocupadas en ese momento, al estilo de los parkings públicos. Ya en la planta objeto de la reforma, cada espacio cuenta con una luz roja y otra verde que especifican su estado, por otro lado evidente a simple vista. Para más inri, Euspel denuncia que "ya está empezando a funcionar mal" y la señalización de algunas plazas no se corresponde con su estado real.
"El personal que trabaja en Erandio ha puesto el grito en el cielo", aseguró un portavoz de la central. "El importe de la inversión da igual, aunque hubieran sido 3.000 euros, es un gasto superfluo en los tiempos que corren", agregó.