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Un guardia civil fuera de servicio salva de una brutal paliza a una mujer en Llanera

El agente, de los guías caninos, regresaba a casa desde La Morgal cuando vio a una mujer ensangrentada a la que perseguía su pareja, F. G. G., en libertad con cargos


Oviedo, L. Á. VEGA
Un guía de perros del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, de nombre Javier, se ha convertido en un héroe después de salvar a una mujer que estaba siendo golpeada brutalmente por su pareja en Llanera. El guardia logró reducir al agresor después de una larga lucha, de la que salió herido con un esguince, motivo por el que está de baja.

Los hechos se produjeron el pasado día 31 de diciembre, a las dos de la madrugada. El agente volvía a casa en su vehículo después de haber estado prestando servicio con su perro en varios controles de vehículos realizados esa tarde-noche por la Guardia Civil.

Cuando circulaba por carretera de Lugo de Llanera a Posada, AS-241, se vio sorprendido por una mujer que invadía la calzada con la cara ensangrentada y gesticulando para dar a entender que necesitaba ayuda. El agente no dudó entonces en detener el vehículo para auxiliar a la mujer.

Cuando se acercó a la señora, ésta, en un estado de nerviosismo cercano al pánico, le pidió ayuda, ya que su marido «la quería matar». Fue en ese momento cuando el guardia observó cómo un hombre de complexión fuerte se dirigía hacia ellos a la carrera y en actitud muy violenta. El guardia se identificó, para convencer al agresor del lío en el que se estaba metiendo, pero el agresor se revolvió violentamente, amenazando de muerte al agente, insultándole y abalanzándose sobre él con la clara intención de agredirle.

Después de un fuerte forcejeo, el guardia civil pudo reducir al agresor y, como consecuencia del mismo, el agente sufrió contusiones en un codo y un esguince en un dedo de la mano derecha, además de varias contusiones, por lo que tuvo que ser atendido en el centro de salud de Posada de Llanera.

El agente se encontraba solo, lo que no le importó para cumplir con su deber y evitar que se consumasen las amenazas de muerte proferidas por el agresor. Solicitó ayuda a la Central Operativa de Servicios de Oviedo (Comandancia a la que pertenece), y éstos se pusieron en contacto con la Central Operativa de Servicios de Gijón (demarcación en la que se produjeron los hechos), que enviaron patrullas de apoyo y se hicieron cargo del detenido por los supuestos delitos de violencia de género y atentado. Fue tan brutal la reacción del agresor que se las vio y deseó para retenerle y llamar por refuerzos.

El detenido, cuya identidad se corresponde con las iniciales F. G. G., quedó en libertad con cargos. Un Juzgado de Oviedo instruye las diligencias por este extraño caso. El detenido tenía antecedentes por delitos similares. Todo indica que hubiese causado daños irreversibles a la mujer si no hubiese aparecido providencialmente el agente del Servicio Cinológico.