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HACE un par de semanas la Ertzaintza halló los restos de lo que parecía ser un vehículo en un descampado de Azpeitia, en la muga con Zarautz. El número del bastidor había sido borrado y su identificación resultaba imposible. La Comisaría de Zarautz decidió llamar al responsable de la Sección de Delitos en Carretera (ETEN). "¿Nos echáis una mano para identificarlo?". En menos de un día, desde la central de Bizkaia se obtenía una respuesta: una Citroën Berlingo robada tres semanas antes en Zumaia para obtener piezas de recambio.
La pista que usó la unidad para comenzar la investigación se hallaba en uno de los trozos del marco del vehículo que había aparecido entre los restos. Era una pegatina con un código de barras a través del cual obtuvieron el número del motor y, una vez conseguido esto, el del bastidor. "Así supimos qué coche era", explica el responsable de la unidad desde su despacho, en la comisaría de Oiartzun.
Prefiere guardar el anonimato, puesto que en su labor diaria de identificar y recuperar vehículos robados y detectar el transporte de droga por carretera es vital ser discreto. De hecho, los agentes de esta unidad actúan de paisano y solo se dan a conocer en el momento en el que proceden a parar un vehículo sospechoso. Hasta entonces, patrullan la carretera o esperan en áreas de servicio estratégicas a que alguno de los automóviles que transitan por la red viaria les llame la atención.
IDENTIFICACIÓN DE PERSONAS
Quién es quién
Para una persona ajena a este ámbito, jugar a las sospechas resultaría un asunto tan complejo como infructuoso, pero no para este grupo de er-tzainas, que sabe discernir por el tipo de vehículo, la forma de conducir o la identidad del conductor si detrás esconde un hecho delictivo. Por ejemplo, un coche de alta gama con un conductor extranjero suele captar siempre su atención, porque es susceptible de transportar drogas en su interior.
Aunque están específicamente formados para afrontar este tipo de situaciones, la experiencia es quizá su mayor aliada. Solo llevan en funcionamiento desde el 20 de abril de 2009, pero año tras año van mejorando sus resultados. Cada vez realizan menos registros porque son mucho más selectivos, pero cuando ya deciden parar a alguien, pocas veces se equivocan.
Acumulan 3.000 vehículos revisados al detalle e identificados correctamente a lo largo de sus dos años y medio de vida y 150 personas detenidas, de las que 92 han sido arrestadas a lo largo de 2011.
Cuando sospechan de un vehículo, inician su seguimiento "de una manera discreta". Aprovechan el momento en el que el coche está parado para adelantarlo y activar un dispositivo luminoso que se observa a través de la luna trasera: "Policía, sígame". Identificados ya como agentes de la Ertzaintza, con chalecos y gorras negras en las que aparece el distintivo Polizia, el grupo comienza la identificación, primero del conductor y, posteriormente, del vehículo.
La verificación de que esa persona es quien dice ser es un arte, casi tanto como las propias falsificaciones de documentos de identidad. Hay de todo tipo, pero algunas son realmente difíciles de detectar. El jefe de ETEN enseña una muestra de lo que se encuentran en el día a día poniendo sobre la mesa una decena de documentos de identidad. ¿Cómo se puede saber si un carné de Maharashtra (un Estado de India) es como el que tiene entre manos? "Hay una aplicación informática básica de papel moneda y documentación en la que se dan las pautas de seguridad que se utilizan según los países", explica el jefe de la unidad operativa. Pautas de seguridad como el uso de la microescritura, que solo es visible a través de una lupa, las holografías, la tinta ovi o la forma de los cantos de la tarjeta pueden ser indicios suficientes para rechazar su validez. "Y al final, siempre está la embajada", apostilla.
A pesar de todo, "algunos se cuelan". En los últimos meses han detectado el uso de un permiso de conducir internacional falso que "se puede comprar por 50 euros en Internet". "Tiene más medidas de seguridad que muchos documentos nacionales. Aunque no es válido, ha pasado controles policiales", admite.
EXPERTOS EN MOTOR
Resolver un homicidio
La identificación de coches robados tampoco resulta un trabajo sencillo. "El 90% de los vehículos recuperados o identificados como robados en nuestro caso son extranjeros, normalmente sustraídos en Francia", detalla el jefe de ETEN. Esta circunstancia complica más si cabe su trabajo. Conocer las características de un vehículo es clave para detectar que el coche ha sido robado o si traslada droga.
Gracias a la colaboración con las unidades de Tráfico Ilícito de Vehículos (TIV) de otras Policías, han tejido enlaces con la producción de los vehículos, lo que les permite contar con herramientas extras para identificarlos. Gracias a esa red, zurcida a través de visitas a carrocerías y desguaces, a las cadenas de producción de las marcas de coche más importantes y con la comunicación directa con el área de Identificación de Vehículos de la Policía Científica de la Ertzaintza, han llegado a colaborar en la resolución de un homicidio.
Es una de las actuaciones que, de hecho, con más orgullo recuerda el responsable de la unidad. Ocurrió el pasado julio, en Murgia (Zuia, Araba). Un hombre de 36 años que se había parado en el arcén de la carretera N-622 para orinar murió porque un vehículo que se dio a la fuga le golpeó en la cabeza. En el lugar solo quedó un trozo del retrovisor. Los integrantes de la Sección de Delitos en Carretera comenzaron, a petición de la División de Tráfico, a mover todos los resortes con los que cuentan. Consultaron en carrocerías, en los concesionarios y, poco a poco, fueron cerrando el círculo hasta lograr concluir que se podía tratar de tres modelos de camión de la marca Mercedes. Calculando el paso del posible autor del atropello mortal por el peaje de Altube, se identificó a tres vehículos sospechosos. In situ, se detuvo al conductor de un camión al que le faltaba el retrovisor, un joven de 30 años, mayorista de pescado, que se dirigía al Mercadona.
En todo este tiempo de trabajo, la unidad ha recuperado 70 vehículos robados. Su jefe reconoce que "los coches modificados estructuralmente" son los más difíciles de identificar. Entre los automóviles rescatados por la unidad, la actuación de mayor repercusión pública fue la recuperación el año pasado de un automóvil deportivo Ferrari F340 hurtado en Italia y valorado en 200.000 euros.
TRÁFICO DE DROGAS
400 kilos intervenidos
Las visitas a desguaces que llevan a cabo los miembros de la unidad sirven también para descubrir los recovecos de los vehículos, una información imprescindible para cavilar dónde esconden la droga los delincuentes. Hace unos días, en un operativo de la comisaría de Errenteria en el que colaboraron, les llamó la atención un Audi A2. "En el suelo del coche tiene un hueco rellenado con aislante", explica. Los traficantes de dicho vehículo decidieron aprovechar ese espacio como escondite de la droga, por lo que "sacaron todo el aislante y lo rellenaron de hachís".
En este tipo de actuaciones suele participar la Unidad Canina. Los perros sirven para marcar el posible lugar en el que se esconde la droga. No siempre se consigue, puesto que, si va totalmente envuelta, el olor es imperceptible para los canes. "Lo típico es que vengan en las bolsas de rafia, bien envueltita. A veces nos hemos encontrado restos de la arena de la playa donde descargaron la droga porque la han metido directamente al coche", recalca.
En total, la sección se ha aprendido de 400 kilos de droga. En distintas operaciones han llegado a decomisar en una sola partida 30, 40 y hasta 70 kilos de hachís. Esta última fue, además, de lo más inesperada. "Iban dos vehículos, uno lanzadera (para ver si había algún control policial delante) y otro con la carga de droga; el primero con GPS y el segundo no. Como hacía poco tiempo que se había inaugurado el Segundo Cinturón y no tenía los mapas actualizados, el coche lanzadera se fue por la AP-8, mientras que el que llevaba la carga se metió por el Segundo Cinturón, lo que provocó que la droga adelantara a la lanzadera", relata.
El conductor del vehículo se paró en el área de servicio de Oiartzun para llamar a sus compañeros. "Estaba nervioso, andaba de un lado a otro sin parar", recuerda. Su actitud llamó la atención de una patrulla de la Unidad de Carreteras que se encontraba en ese lugar. Cuando aparecieron el resto de traficantes, intervinieron. Como en ese momento no tenían más recursos, los encerraron a todos dentro del vehículo lanzadera mientras inspeccionaban el otro. No tuvieron más que abrir el maletero para encontrar lo que buscaban: 70 kilos de resina de hachís. Esa espera fue aprovechada por los delincuentes para, en un acto de desesperación, tragarse las tarjetas de los móviles para evitar que fueran rastreadas.
Aparte de tratar de acabar con la delincuencia internacional, la Sección de Delitos en Carretera también lucha contra la interna. En estas fechas navideñas ya saben con qué se van a encontrar: personas extranjeras que vuelven a casa en estos días de fiesta con algún que otro "regalito" para la familia. En un armario enseña el botín de la última intervención de este tipo que realizaron hace solo unos días: varias botellas de diversos tipos de alcohol y perfumes de caballero y mujer.
PD; Pedazo de cacho de trozo de artículo.. Jajaj