FORO POLICIA

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VA A SOLICITAR UNA EXCEDENCIA
El inspector Jefe de la Policía Municipal se marcha al sector privado
Niegan que su salida sea por desavenencias con el concejal Pedro Calvo
Denunció a los concejales del Ayuntamiento por los incidentes de Virgen del Puerto

Morcillo pide la documentación a Inés Sabanés, José Luis Rodríguez y Óscar Iglesias en el llamado caso 'Virgen del Puerto', en 2005. (Foto: Jaime Villanueva)
Actualizado jueves 30/08/2007 04:55 (CET)
EL MUNDO
MADRID.- El inspector Jefe de la Policía Municipal, José Luis Morcillo, ha decidido dejar el cargo que ocupa desde hace seis años. Según informa EL MUNDO, el máximo responsable policial de la capital ya ha comunicado que va a solicitar una excedencia laboral para trabajar en una empresa privada. Su salida podría ser efectiva después del verano.

El propio inspector Jefe se lo confirmó al concejal de Seguridad, Pedro Calvo, antes de marcharse de vacaciones en julio, y le aclaró que dejaba su uniforme para dar un giro a su vida laboral, ya que cuenta con una buena oferta de una empresa de seguridad privada.

Según explicaron fuentes de la Policía Municipal, José Luis Morcillo va a acogerse a su posibilidad como funcionario de solicitar una excedencia laboral. Morcillo lleva 27 años de servicio en la Policía Municipal y está a punto de cumplir los 50.

Aunque la decisión del hasta ahora jefe de la Policía Municipal aún no se ha hecho oficial, fuentes consultadas por EL MUNDO insisten en que su marcha no tiene nada que ver con posibles desavenencias con el concejal Pedro Calvo, sino que se debe a cuestiones exclusivamente personales y a sus intereses profesionales.

Sin embargo, algunos han querido ver una especie de dimisión en la decisión de Morcillo, sobre todo después de los acontecimientos ocurridos tras las protestas de Virgen del Puerto y que le llevaron a presentar una denuncia judicial contra tres concejales de la oposición del Ayuntamiento de Madrid, que acabó archivándose.

Los rumores de que el inspector Jefe iba a dejar su cargo en septiembre se extendieron por el cuerpo mucho antes del verano. Sin embargo, en ese momento, la Concejalía de Seguridad y el propio José Luis Morcillo lo negaron.

El sustituto inmediato de Morcillo podría ser Emilio Monteagudo, actual responsable de la Policía de Barrio y el más veterano entre los oficiales municipales. Este nombramiento tendría un carácter provisional hasta que se decida el nombre del sustituto oficial de Morcillo.

Jo, como patina en esta noticia lo de la oferta de la empresa de seguridad

Si te vas de un trabajo como el de el, andar diciendo esas cosas .......

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Blackwater contrató a mercenarios españoles para misiones en Irak


Miembros del GEO pidieron una excedencia temporal que permite volver a las filas de la Policía

Jorge Valero

Madrid. Paracaidistas del Ejército español, soldados de la Legión y miembros del GEO conocen desde dentro gran parte de los secretos que blindan a Blackwater, la empresa de seguridad privada de EEUU cuestionada por su agresividad en Irak. Antiguos militares y policías de nuestro país engrosaron las filas de este ejército de mercenarios desde el año 2002 al menos hasta que nuestras tropas se retiraron del país árabe, en mayo de 2004.
Según ha podido saber LA GACETA, el principal contratista de seguridad privada del Gobierno de Bush “acudió a empresas de seguridad privadas de nuestro país ante la necesidad apremiante de mano de obra” que tenía entonces, como confirman colaboradores del ex ministro de Defensa Federico Trillo, entonces en el cargo.
En aquellos meses de 2002, Blackwater inició su despegue y multiplicó por siete los contratos federales hasta superar los 25 millones de dólares en un año.
Fue entonces cuando militares procedentes de la Brigada de Paracaidistas y los Tercios de la Legión fueron reclutados para reforzar las filas del grupo de mercenarios. “Eran militares de élite retirados que tenían experiencia sobre el terreno y que conocían el lugar por haber realizado operaciones en Irak”, explican las mismas fuentes.
Alrededor de dos docenas de antiguos militares, todos ellos procedentes de los niveles bajos entre los uniformados, ingresaron en la empresa. Tras superar unos cursos en los que se familiarizaban con procedimientos que perfilaron su disciplina militar hacia labores de protección, los españoles viajaban a Irak para participar en las tareas de seguridad.
Sin embargo, la retirada de nuestras tropas dañó las relaciones de privilegio con los contratistas estadounidenses, y el acento español desapareció lentamente entre los mercenarios, como señala un asesor del entonces ministro.

Pagas de 700 euros al día Las botas castrenses españolas no fueron las únicas de nuestro país que se unieron al paso de Blackwater, contratado para la protección de personal diplomático.
Miembros de los geos, el Grupo Especial de Operaciones de la Policía (GEO) pidieron la excedencia durante aquel mismo periodo para ingresar en la compañía, según explican desde el cuerpo.
Los más de 700 euros que ofrecía al día la firma eran un anzuelo afilado, pero también dorado, para los aspirantes. Las mismas fuentes no se atreven a concretar el número de efectivos, que pasaban desde sólo unos meses hasta dos años en el extranjero, aunque apuntan que no era un número elevado.
El comisario jefe del cuerpo, Félix Antolín, que tomó posesión superado el ecuador de la presencia española en Irak, niega que en su mandato alguien haya pedido una excedencia.
Militares y policías formaron parte del mismo cuerpo que ahora se encuentra cuestionado por el Congreso de EEUU después de que fueran acusados de matar a nueve civiles iraquíes.
Un informe del comité de Supervisión y Reforma del Gobierno asegura que empleados de Blackwater han disparado primero en el 80% de los 195 ataques en los que han participado. De esta manera, la firma sobrepasó el contrato que sólo les autoriza para usar la fuerza en casos de defensa propia.
Además, un e-mail interno de la compañía reveló que tropas españolas ya fueron testigos del abuso de poder de los mercenarios en abril de 2004, cuando nuestro contingente fue apoyado por los pistoleros en una misión de combate en Nayaf.