Estimado moderador, por ir cerrando el tema y matizándolo.....y en la medida de lo posible intentando hacerle ver un aspecto muy significativo de nuestro quehacer diario:
Que haya una queja generalizada contra el sindicalismo en prisiones no puedo admitirlo porque las cifras de participación en las últimas elecciones así lo demuestran. Ésta ha sido altísima y la orientación del voto muy clara.
Y antes dije aspecto muy significativo, o derivada significativa, porque la inseguridad de nuestro trabajo hace que dependamos de la contratación de unos seguros muy específicos y una ayuda y asistencia legal que sólo los sindicatos nos ofrecen. Lamentablemente esto es así y no de otra manera. Las cuantías económicas de ambas servidumbres se disparan si pretendemos contratarlas individualmente.
Otro ejemplo más: que en determinados centros y a determinados compañeros se les someta a efectuar una serie de rondas nocturnas con lápiz óptico, responde exclusivamente a que determinados interlocutores sindicales afines a la política de la señora Gallizo no han sabido defender ni pelear los intereses de sus compañeros en generla y afiliados en particular.
Que la particular idiosincracia de nuestro trabajo obliga a que necesitemos de un Sector propio con unos estautos y normativa propias no se le escapa a nadie con dos dedos de frente. Pero eso lo opino yo y bastantes más, lo tengo claro yo y bastantes más; sin embargo, alguna que otra opción sindical piensa lo contrario.
El sindicalismo en prisiones se mastica y se mama.
Usted no obstante pone las normas y hay que respetarlas; pero nunca la sangre llega al río entre profesionales penitenciarios educados como los que aquí se citan.
Por otra parte, de verdad, si la expresión extrema derecha resuena en sus oídos de mala manera y tortura sus tímpanos, le puedo asegurar que cada vez más compañeros de prisiones abrazan esa terminología y se sienten orgullosos de ella.
Yo no.
Un saludo.