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Otro aspecto que es importante tener en cuenta es cómo se trasladan a los afectados por un incidente cualesquiera hasta las instalaciones sanitarias. En Tokio por cada afectado que fue llevado en ambulancia, 6 lo fueron por sus propios medios, y contaminaron los medios de transporte que utilizaron y el personal sanitario que les atendió y que no sabía que había pasado.
De ahí la necesidad de establecer un punto de reunión de afectados (nido de heridos en terminología militar) a barlovento del lugar del incidente, lugar donde el riesgo vapor es menor y por tanto, el aire que respiran es más limpio que en el lugar del incidente o a sotavento de él. En este lugar se tranquilizaría a los afectados, se realizaría la clasificación (triage en caso de no haberla hecho anteriormente en la zona del incidente) y se instauraría el tratamiento médico. Sería necesario tener en cuenta la seguridad in situ para evitar el pánico y la inseguridad de las personas afectadas. A partir de este punto de reunión se establecerá una noria de evacuación (contaminada) hasta la ESDNBQ y el PMA.
Esta evacuación se realizaría con vehículos sanitarios (o no, dependiendo de la disponibilidad de medios) que podrían estar cubiertos con plástico o introducir a los afectados en sistemas de aislamiento de afectados (sacos NBQ o cápsulas de aislamiento) al objeto de reducir el nivel de contaminación en el vehículo sanitario (o cualquier otro utilizado).Los vehículos utilizados en este circuito debieran ser descontaminados en una Estación de Descontaminación Vehicular (¿apoyo de Unidades del NBQ Ejército de Tierra?).
Como se ha comentado, todos los afectados de un incidente NBQ están contaminados, motivo por el cual, se debe establecer un punto previo antes de la entrada en la ESDNBQ para comprobar si de verdad están contaminados o no. Este hecho tiene una importancia capital a la hora de establecer una estrategia sanitaria de intervención, ya que las capacidades limitadas de descontaminación de la ESDNBQ en cuanto al número de personas atendidas, unido al recurso crítico en el que puede convertirse el agua, los descontaminantes o la necesidad de descanso del personal obliga a establecer ese control de contaminación. La ventaja que se obtiene con el establecimiento de ese control es reducir el número de personas que llegan a la ESDNBQ y que pueden llegar a colapsarla. Se reduciría el número de personas que, aún presentando síntomas, pueden no estar contaminadas (afectados psicosomáticos) y tampoco sería necesario que las personas heridas pero no contaminadas pasaran por la estación. El establecimiento del control de la contaminación implica la creación de un corredor físico para que las personas heridas o enfermas psicosomáticas se dirijan hacia el PMA para ser atendidos. Por otro lado, el establecimiento de este control genera la necesidad de destinar un equipo de camilleros para trasladar a los afectados no válidos no contaminados en un número no inferior a 2 personas.
El establecimiento del control de contaminación junto con la filiación de todos los afectados que llegan hasta la zona sanitaria permitirá rastrear de forma adecuada el seguimiento de las personas que han llegado hasta esta zona. En ocasiones será imposible realizar una adecuada filiación por imposibilidad de comunicación entre el personal de intervención y los afectados, pero esto no es óbice para establecer un sistema de identificación de tipo alfanumérico o un sistema de código de barras de todas esas personas mediante un código escrito en partes descubiertas de la piel de manos o frente, o utilizando una etiqueta confeccionada con material descontaminable y un sistema de colocación inviolable.
En determinadas ocasiones, en un incidente NBQ donde se pueden producir un gran número de afectados, puede suceder que se superen las capacidades de funcionamiento de la ESDNBQ, motivo por el cual se debe establecer un área previa a la entrada de la estación donde realizar el tratamiento de emergencia (oxigenación, reanimación, administración de antídotos si están disponibles), descontaminación inmediata y estabilización de los afectados que precisan ser descontaminados por parte de personal de socorro con un adecuado nivel de protección individual y una formación adecuada.
El nivel de atención sanitaria en la llamada Estación de Tratamiento de Emergencia (ETE) dependerá de las capacidades y recursos materiales que se establezcan82, para ello se debe valorar esta cuestión desde un punto de vista ético, ya que la superación de las capacidades debe llevar aparejado un cambio de los criterios de clasificación “por urgencia” a los criterios de clasificación de múltiples víctimas (bajas masivas en terminología militar).
Una mejora de esta disposición se puede obtener fácilmente con la división de la ETE en dos zonas diferenciadas (al igual que la realizada en la estación de descontaminación), una de ellas para los afectados válidos y la otra para los afectados no válidos, la disposición de estas zonas tendrá en cuenta la división de zonas de la propia estación. La disposición de los afectados en la ETE se realizará en función de la clasificación de los afectados y su orden de entrada en la estación.
Un aspecto fundamental en un incidente NBQ es la necesaria integración de los diferentes cuerpos y servicios de emergencias activados para responder a la emergencia. El problema fundamental al que nos enfrentamos (o mejor dicho, se enfrenta el jefe del dispositivo) es el aprovechamiento de la zona templada y el respeto a las áreas de influencia de cada servicio de emergencias, ya que cada servicio tiene sus necesidades especiales en cuanto a materiales y recursos. Por ejemplo, los cuerpos policiales o los servicios de bomberos precisan de instalaciones de descontaminación diferenciadas, conocidas normalmente como Estaciones o Centros de Descontaminación de Personal de Intervención (CDI). Estas instalaciones deben ser diferenciadas de la Estación Sanitaria de Descontaminación NBQ, ya que las necesidades de estructura, diseño y función obligan a la adopción de este tipo de estructuras.