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Incendio en un buque, Malaga, Marzo 2011.
JOSÉ TORRES. MÁLAGA Cuatro personas resultaron ilesas ayer en un incendio que se originó a bordo de un barco atracado en el puerto de Málaga. La rápida actuación de
los bomberos y la perfecta coordinación entre éstos y
la Policía Portuaria fueron determinantes para que no se lamentaran daños personales. Los hechos sucedieron sobre las 17.00 horas en el muelle pesquero del recinto portuario, lugar en el que cuatro trabajadores realizaban tareas de desguace en un viejo buque de unos treinta metros de eslora. Por causas que aún se desconocen, el fuego y el humo se propagaron con rapidez en el interior de la nave, atrapando en su interior a los cuatro empleados.
Tras el correspondiente aviso del personal del puerto, dos dotaciones de bomberos se presentaron en cinco minutos en el lugar de los hechos con una decena de efectivos que tomaron el barco. Media hora después, el fuego estaba controlado y las víctimas eran atendidas en el propio muelle por una leve intoxicación de humo.
Este sería el balance perfecto de un suceso que afortunadamente sólo fue un simulacro. Coordinación y eficacia en un medio que no es el objetivo habitual. La iniciativa viene provocada por el convenio de colaboración suscrito por el Área de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga y la Autoridad Portuaria para la formación de bomberos y del propio personal de del puerto a través de la Escuela de Seguridad Pública del Ayuntamiento de Málaga (Espam).
Según el explicó el profesor del curso e inspector del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, José Luis Villarroel, se trata de «un ejercicio muy real» de los aspectos técnicos y teóricos aplicados durante el curso en los últimos días. «El objetivo es el control del incendio y el rescate de las víctimas», apuntó. Dicho y hecho.
Un barco embargado
El Atlatiss, un barco embargado judicialmente y que no hace mucho se alquilaba para paseos y fiestas, se convirtió en el mejor escenario posible. Por muy sintético e inofensivo que fuera el humo, la visión que esperaba a los bomberos en el interior del barco era nula. Y por muy simulacro que fuera, los efectivos abordaron el Atlantiss completamente equipados. Trajes ignífugos, mascarillas, botellas de oxígeno, detectores de gas y cámaras de infrarrojos para localizar los focos del fuego y a las víctimas formaron parte del equipo que los bomberos se colocaron en apenas cuatro minutos, el tiempo en el que la vida de las víctimas empieza a peligrar.
Con la presión del reloj, los primeros agentes entran atados a una guía que les indicará el camino de vuelta ante cualquier dificultad. «La prioridad son las víctimas. Hay que seguir buscando hasta que tengamos la certeza de que no queda nadie», señala Villarroel, que destaca las dificultades de trabajar en un barco que la marea no para de mecer. El combustible, una carga desconocida u oculta y la posibilidad de que el barco se hunda son elementos a tener en cuenta. Tras localizar a los muñecos, los bomberos comenzaron a recoger el material.
El ejercicio de ayer fue una de las prácticas del curso que se imparte desde el lunes en la sede del Espam. Bajo el título Monitor de Procedimientos de Intervención en espacios confinados, está dirigido a mandos del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga y concluirá hoy. Según fuentes municipales, el objetivo del mismo es facilitar a los instructores formación, técnicas de enseñanza y material didáctico que les permita poder formar al resto de los integrantes de la plantilla del Cuerpo de Bomberos y así unificar procedimientos, afianzar la sistemática de intervención, entrenar técnicas de rescate y extinción, así como practicar procedimientos de seguridad.
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