Curso Oposición a la Ertzaintza |
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Mi historia comienza con 4 años, ya por aquel entonces cuando veía a un policía se me caía la baba. Cuando escuchaba una sirena iba corriendo a la ventana deseando ver un coche de policía. Pero no cualquier policía, siempre dije que yo iba a ser policía nacional. Solo decir el nombre completo de cuerpo hacía que los pelos se me pusiesen de punta. Me preguntas por qué, y yo te responderé: ¿Por qué no? Solo alguien con vocación sabe a lo que me refiero, tu sueño es tu trabajo y tu trabajo es tu sueño. Cada día ayudas a la sociedad que tanto te desprecia pero da igual, porque el que es sensato sabe que cuando llama al 112 ya hay una patrulla pisando el acelerador de la unidad para llegar lo antes posible.
Cuando llegué al instituto seguía queriendo ser policía nacional, a mi madre eso no le hacía ninguna gracia, ella por desgracia "detesta" a la policía y a pesar de intentar abrirle la mente, sigue en sus cuarenta y ya a perro viejo poco se le puede enseñar. Al llegar a bachillerato pensé: ¿Oposito o continúo hacia la universidad? Opté por lo segundo, hice enfermería y actualmente trabajo en una unidad sanitarizada. ¿He perdido mi sueño? Para nada, pero la situación actual no es para lanzarse del trampolín sin asegurarte de que hay agua. Mi trabajo en el 112 me gusta, ayudo a la gente, mis compañeros son unos grandes pero... sigo pensando que mi lugar está en un uniforme azul oscuro. Todavía a día de hoy, a pesar de estar cansado de escuchar prioritarios y utilizarlos, cuando veo una Z, sigo pensando: Algún día estaré ahí dentro.
¿Y tu historia?¿Por qué vistes tu uniforme o por qué quieres vestirlo?