Picacha escribió:no estais habilitados legalmente para cachear a nadie. Solo lo estan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Eso es incorrecto.
Si hubiera usted hecho caso al compañero y se hubiera leído este hilo lo sabría ...
detencion-cacheo-y-custodia-por-agente-de-seguridad-privada-t30532.htmlEn el se explica todo lo referido a los REGISTROS (el término cacheo es coloquial, no existe en ninguna ley, como usted muy bien sabe) en 13 puntos.
Luego la leeremos con mucho gusto, y estamos dispuestos a dejarnos convencer por usted, pero fundamentando en el derecho, oponiendote a las leyes, reglamentos y sentencias que allí están expuestas, no porque usted lo diga.
Picacha escribió:En base a que soy Licenciada en Derecho y algo de leyes y legalidad se.
Eso es un argumento de autoridad, y lo demás son tonterías.
Estoy convencido que, de ahora en adelante, los libros de lógica van a usar su frase como ejemplo claro y exacto de lo que es un argumento de autoridad. Y que, en el derecho, su autoridad intelectual va marcar un hito histórico, que va separar un antes y un después en la Historia del Derecho. Los manuales de derecho, acostumbrados a citar a autores mediocres y totalmente superados por la nueva ciencia jurídica que usted encarna, deberán cambiar.
Hasta ahora, los manuales al uso ha recurrido, en ocasiones, a argumentos de diversos autores como Ulpiano, Gayo, Papiniano, Francisco de Vitoria, Luis de Molina, Bravo Murillo, García Goyena, u otros más recientes, como García-Pelayo, Uría, Tomás y Valiente, Elías Diaz, Emilio Valiño, Garrigues, Díez Picazo o Rafael Ballarín, entre otros muchos. Todos ellos, como ahora sabemos, juristas de medio pelo, ya superados, y que han alimentado hasta hoy nuestra mediocridad intelectual. Por ello, los nuevos manuales no los citarán ya.
Una pena que ya no los citen, porque de ellos (y de otros muchos buenos juristas) se aprendía mucho. Normalmente razonaban bien sus argumentos, aportaban criterios de otros autores, citaban artículos de las leyes que comentaban y añadían referencias jurisprudenciales estimables para el caso. Todo ello procurando no realizar saltos lógicos ni incurrir en incongruencias o en otros fallos de argumentación lógica. Y, eso si, siempre acabando con un "salvo mejor opinión fundada en derecho". Porque, normalmente, quien más sabe de algo es quien menos presume de ese algo, sabedor de que el error es humano, y que nadie está a salvo de el.
Un saludo muy cordial.