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• La red dispone de 2.600 cámaras y está colocando papeleras transparentes
• Hereu pide calma y asegura que la ciudad "no está bajo ningún estado de alerta"
Una de las nuevas papeleras de plástico transparente instaladas en la estación de metro de la plaza de Catalunya, ayer. Foto: JULIO CARBÓ MÁS INFORMACIÓN
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ALBERT OLLÉS
BARCELONA
Los mensajes de calma hacia la ciudadanía centraron ayer las declaraciones de los principales responsables municipales de Barcelona tras confirmarse la magnitud de la amenaza real de atentado terrorista que ha vivido la ciudad. Un discurso contra la alarma social al que se añadieron datos sobre las medidas de seguridad con las que cuenta la red de metro para prevenir situaciones que, como se ha evidenciado en esta ocasión, dependen sobre todo del éxito de la actuación policial y judicial.
Bajo esos parámetros se movió la concejala de Seguridad, Assumpta Escarp, que, tras hacer un llamamiento a la tranquilidad ciudadana, explicó que la seguridad en el suburbano ha mejorado en los últimos años, bajo una inversión concreta de seis millones de euros. Ello permite, según dijo Escarp, que la red cuente con un "sistema de autoprotección de emergencia, bien relacionado con los cuerpos de seguridad".
MÁS VIGILANTES PRIVADOS
La concejala cifró en 2.600 las cámaras de video que vigilan el metro y explicó que se está cambiando el modelo de papeleras, que ahora son de plástico transparente para poder ver el contenido. También se ha aumentado el número de vigilantes de seguridad privados que viajan en los convoyes y controlan las dependencias de toda la red del transporte público.
Otra novedad reciente, vinculada con el despliegue definitivo de los Mossos d'Esquadra en la capital catalana, es el de la presencia permanente y reforzada de agentes --uniformados y de incógnito-- en el interior de los andenes y vestíbulos. De hecho, los Mossos disponen de una comisaría específica junto a la estación de Plaça de Catalunya. Escarp aseguró que estas medidas hacen que la seguridad en el metro sea "suficiente", teniendo en cuenta las dificultades lógicas y universales de evitar un atentado de estas características.
Sobre la seguridad en el barrio del Raval (Ciutat Vella), donde se hicieron las detenciones de los presuntos activistas islámicos, la edil socialista recordó que se trata de "una de las zonas más bien dotadas de agentes de la Guardia Urbana", por encima de la media de toda Barcelona. "En este barrio, lo que hacemos es un trabajo preventivo de patrullaje y conocimiento de la calle, en pos de facilitar la convivencia", concluyó.
SITUACIÓN ESTABLE
El alcalde, Jordi Hereu, basó sus primeras declaraciones en dejar claro que la ciudad "no está bajo ningún estado de alerta". Hereu argumentó esta afirmación en el hecho de que el ayuntamiento no ha recibido petición alguna de las fuerzas de seguridad para extremar la seguridad, lo que evidencia que la situación es "estable".
"Quiero hacer una llamada a la serenidad y la confianza en la policía y la justicia", dijo, para acabar lamentando que cualquier grupo radical utilice Barcelona como "escenario de la estrategia del terror". Una "antítesis", según el alcalde, de los valores de "convivencia" en los que es un referente internacional.
Vigilar las 160 gasolineras de la provincia requiere solo 320.000 euros
Aunque los precios varían en función de su calidad, un sistema de seguridad aceptable ronda los dos mil euros
Autor:
Nino Soto
Fecha de publicación:
25/1/2008
Valoración de la noticia 1 , 2 , 3 , 4 , 5 , (0 votos) Envíando datos... Espere, por favor. Gracias. - + Enviar Imprimir Volver Los empresarios de las estaciones de servicio de la provincia de Pontevedra reiteraron esta misma semana que la vida y el bienestar de sus empleados no tiene precio. No obstante, muchos dueños de las gasolineras pontevedresas han reconocido que carecen de sistemas de vigilancia en sus negocios.
Aunque existe una amplia gama de equipos de seguridad y videovigilancia, varios expertos de empresas del sector consultados afirman que la instalación «de un un equipo razonable para las gasolineras» ronda los dos mil euros, además de los costes mensuales de mantenimiento.
Si se emplea precisamente ese precio medio por sistema de vigilancia disponible en el mercado, implantar mecanismos de seguridad en los 160 surtidores que existen en la provincia de Pontevedra supondría a los propietarios una inversión de 320.000 euros.
Efectividad «del 99,9%»
«Hay mucha tecnología, y si no se racanea en seguridad, se pueden colocar sistemas 99,9% efectivos, ya que el 100% no se puede garantizar», sostiene Jesús Rodríguez, experto en sistemas de la empresa de seguridad Cetssa.
«Ahora incluso se puede enviar un mensaje al teléfono móvil del dueño o responsable de las gasolineras en caso de que salte la alarma». Además de los aparatos, también está disponible la contratación de vigilancia humana, es decir, la presencia en los surtidores de vigilantes de seguridad privada. Y aquí también varían los precios, puesto que un guardia con licencia de arma «es más caro» que uno que no la tiene. Sin embargo, como apunta Rodríguez, «el precio siempre se negocia».