Acceso al cuerpo de policía autonómica del País Vasco |
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Echaron abajo la puerta trasera y entraron con el coche en el centro comercial. Una banda de encapuchados armados con pistolas y hachas desvalijó toda la vitrina de oro de una joyería
NUEVE y media de la noche del viernes. Las tiendas del complejo comercial Málaga Nostrum apuran los últimos minutos de la jornada laboral. Un día más. Hasta que un fuerte estruendo rompe la tranquilidad. Un coche acaba de echar abajo la puerta trasera del edificio, que se utiliza para entrada de mercancías y salida de basuras.
No fue precisamente un accidente. Del turismo descendieron varios encapuchados -se habla de cuatro o cinco- vestidos con monos azules (como los de mecánico) y armados con pistolas, mazas y hachas. «Nuestro jefe, que acababa de salir, volvió blanco como la pared y nos dijo 'todos adentro'», cuenta una estilista de Curro's Peluqueros.
«Nos metimos 15 personas -entre ellas, una novia que había ido a arreglarse el pelo para la boda, y su madre, así como varias modelos- en un pequeño cuartillo de tres metros cuadrados». Allí, aseguran las empleadas, escucharon al menos dos disparos al aire. «No me podía creer lo que estaba pasando. Fue el susto más grande de mi vida», dice.
Pero los ladrones tenían un claro objetivo. La joyería Fabrijoya, situada junto a la peluquería. Utilizaron las hachas para romper el grueso cristal blindado del escaparate donde estaban expuestas las piezas de oro más caras. «Golpearon el cristal muchas veces, porque les costó fracturarlo. Hasta rompieron un hacha de los golpes», cuenta otra estilista.
Amenazas
Entre tanto, un vigilante de seguridad del centro comercial se acercó a ellos. Fue entonces cuando se vivió uno de los momentos de mayor tensión. «Uno de los encapuchados lo encañonó con la pistola, mientras otro le decía 'Mátalo, mátalo y nos lo quitamos de enmedio», apunta otro testigo de los hechos.
El robo, que se mueve entre las modalidades de alunizaje (por arremeter con el coche) y atraco (por el uso de las armas), apenas duró cinco minutos. El tiempo que los delincuentes invirtieron en desvalijar las vitrinas del escaparate, que dejaron limpias de joyas. Fuentes cercanas al caso indicaron que el botín podría ser millonario.
Los ladrones se subieron al automóvil, un BMW de alta cilindrada, y salieron del complejo comercial a toda velocidad.
La policía sólo tardó un par de minutos en llegar. Agentes de distintas unidades acordonaron la zona y empezaron a buscar a los sospechosos, sobre los que ya se tenían algunas pistas. De hecho, la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Madrid ya había advertido de la presencia en Torremolinos de un grupo muy activo que -según fuentes cercanas al caso- desarrolla sus actividades en toda la costa mediterránea. «La banda se caracteriza por su peligrosidad y brutalidad a la hora de actuar», advirtieron las fuentes.
Ante la sospecha de que los ladrones pudieran huir en dirección a Madrid, se estableció un amplio dispositivo en el que participaron funcionarios de las UDEV de Torremolinos, Málaga y Madrid, de la Brigada de Seguridad Ciudadana, y agentes de la Guardia Civil, que fueron los que finalmente los interceptaron.
En total, los investigadores han detenido a siete jóvenes de 18 a 26 años, españoles, que viajaban en tres vehículos, un Mercedes, un Audi y un Citröen. Según las fuentes, la intervención policial ha permitido recuperar numerosas piezas de joyería, que podrían constituir el botín obtenido en el asalto a la joyería de Málaga Nostrum, del que se les considera presuntos autores.