Materiales de alta calidad |
materialpolicial.com |
No quiero explayarme demasiado contando insignificantes detalles de mi vida que a nadie interesan, pero es que necesito desahogarme con alguien, y relatarle qué me inspira y qué me desanima en el continuo devenir de la meta que me he impuesto: aprobar la oposición al CNP.
Soy una chica normal, excepto por el pequeño detalle de que soy lesbi. Un hecho que ha marcado mi vida, para bien y para mal. Siempre he querido ser policía. Tengo un fuerte sentido del deber y de la justicia. Cuando tenía cuatro años le tiré una piedra a un perro callejero. Desde entonces no ha habido día que no quisiera volver atrás y deshacer esa cruel escena de mi infancia. De todas formas lo adopté, le llamé Dodoria y murió de viejo, en mis brazos, después de una larga vida de parafilias (le daba igual cepillarse a una perrita, que a un perro o que a un poni).
Hubo un tiempo en el que deseé ser de la patrulla motorizada de la GC, pero tomo ansiolíticos y tengo miedo de espachurrar alguno de los 100 gatos que tiene mi vecina Siken. Una vez le pisé el rabo a uno y me estuvo dando la murga durante tres semanas.
Mi novia, Brigit, siempre me dice que me deje de bilbainadas y que no desperdicie mi vida opositando, y sobre todo ahora, que ya no salen plazas suficientes. Ella sí que sabe cómo animarme…
Pues ahora, para más inri, se ha comprado una especie de roedor gigante en una tienda asiática de animales exóticos. Está regentada por un viejete con cara de amargado y tripita cervecera que, entre cliente y cliente, se pasa las horas abobado mirando la pantalla del ordenador. Todas los días cruzo por frente a la tienda y ahí está él, con una mueca dibujada en su cara y pensando en sabe Dios qué perversiones. Mi instinto policíaco me dice que puede tratarse de un degenerado.
El animalillo en cuestión es un wombat, o eso nos ha dicho JMK, el dueño de la tienda (pongo sólo sus iniciales para que no se sienta ofendido si llega a leer esto). Tiene el pelo rizzo y es bastante orondo. Pero hay algo en él que me irrita sobremanera: me mordisquea la colchoneta en la que hago las flexiones. Me la ha dejado toda festoneada. Usa los trocitos para hacerse camas en cualquier rincón del piso, pero me hace gracia cuando lo veo dormir tan plácidamente sobre ellos cuan Sancho Panza bajo un sol manchego. Además le gusta colgarse de los visillos del salón, es un visillero el condenado, curioso e impertinente. Aunque supongo que es por la aclimatación a su nuevo hogar; todo le resulta novedoso. Estoy harta del bicho, cada vez que se echa un pedo, sube el Ipc.
Hoy tuvimos que llevar a Clavisto -así ha querido llamar Brigit al wombat- al veterinario. Ha desarrollado una especie de calopezia alrededor del ojete y no he podido acabar mi tabla de ejercicios como Jesús lo dice. El muy cochino se deja unas almóndigas en las alfombras que no se quitan ni con H2O2. Además tiene flatulencias; mi amiga Alaskha dice que si le pones un mechero en el pompis en el momento justo, sale una llama de fuego azul de él. Dice que su novio, Harry Washello, hacía lo mismo para impresionarla, durante su noviazgo (vaya locura).
El veterinario, el Dr. King Schultz, ha dicho que es porque no lo estamos alimentando correctamente. No lo entiendo, porque Brigit lo cuida más a él que a mí, que soy su pareja. Le compra unas pepitas resecas con no sé qué propiedades nutritivas. Y yo, que soy la que de verdad necesita esos complementos nutricionales para poder aprobar la oposición, tengo que contentarme con comerme al wombat para obtenerlos.
¿Cómo lleváis la preparación de las pruebas físicas? A mí lo que más me cuesta es el salto en vertical y la barra de dominadas. Por más que haya hecho régimen no consigo estar en mi peso ideal. Cada pecho me pesa unos dos quilos, y no bajan ni con la dieta Dunkan. Se me ponen frenazos en las braguitas durante el esfuerzo, y después tengo que hacer brazo en el prelavado, estoy hastalosweb , si se me permite la expresión (aunque es una forma válida de entrenar los bíceps y los tríceps, pensándolo bien).
Mi vida laboral es deprimente. En los tiempos muertos saco los resúmenes de la Constitución y a estudiar. Actualmente trabajo de teleoperadora. No es una experiencia gratificante, ni mucho menos, pero necesito trabajar para llenar mi estómago y el del wombat, y para que Brigit no me doblegue con su carácter de macho alfa. Menos mal que mi compañero de trabajo, Almeida, teleoperador también, es un chico agradable; aunque va de visaman por la vida, es más guapo que los Beórnidas de la Tierra Media. Le cuento todos los problemas, incluso los que no me han surgido todavía. Aunque no me gustan los chicos, con él creo que podría hacer excepción. Otro compañero es Suso, un pijoprogre que siempre quiere coger las llamadas el primero (debe de ser algún ritual o una promesa que tiene hecha a algún santo, si no, no me lo explico). Feinmann (un ruso-alemán asentado en España) y Lampaul son los de la oficina, pero apenas nos molestan. Son como dos cactus.
¿Qué canciones usáis para entrenar? Pongo aquí algunas canciones que me animan:
- WakeUp you Little Fool de Signal
- Black Thursday de Happy Monday
- Imagine de John Lennon
- LoveInjection de la Georgia Hale Band.
Para la prueba teórica no solo me chapo el temario oficioso, también intento ampliar mis capacidades cognitivas leyendo literatura clásica. La Vida es Sueño, de Calderón de la Barca, cuyo personaje central es Segismunda, es un misterio para mí. No estoy segura del todo, pero yo diría que es una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre ¿cómo puede ser que pase de ser un malnacido a una persona medianamente entrañable?
También podréis decir que soy rara, pero soy fan incondicional de la Ilíada de Homero y considero que Agamenón y su porquero deberían tener más protagonismo que Aquiles. Cuando comencé a leerlo me pareció una trufa derretida sobre el capó de un seat 124, pero Agamenón evoluciona, y crece en brillantez a cada página que leo.
Si no consigo aprobar la oposición en los próximos dos años, pienso emigrar a USA. Tengo familia en Kansas, en el municipio de Tisdale. Aunque mi ciudad fetiche es Detroit. Creo que allí no hace falta tener familia para conseguir vivienda barata. Sin embargo, en Tisdale vive mi prima Amy Farla. Trabaja de pitonisa y es una obsesa de las manos varoniles. Echa la buenaventura solo con mirar la fotografía de una mano. Estudiándola minuciosamente es capaz de decirte en qué año has nacido, cuándo te vas a morir, si eres granjero o urbanita, si eres diestro o ambidiestro o qué has comprado esta mañana en el super. Tiene un aprendiz, apellidado Cloud, cuyas cualidades adivinatorias están aún por pulir. Pero tiene chispa el muchacho.
Vaya, creo que ya me he salido un poco del tema principal. Es que cuando me ponen un teclado debajo de los dedos no consigo parar de escribir. Sería una buena cadete oficinista.Iba a poneros una foto mía haciendo dominadas, pero quería recortarle una zona (en la que sale Brigit con el wombat en brazos) y no lo he conseguido. El photoshop es un inferno para mí.
Quizás Brigit tenga razón y ser policía no es una buena idea. Cuando era más joven tuve problemas con los estupefacientes, incluso me apodaron la mula elena francis, por mi capacidad de carga aduanera. Hacía trabajitos para Connor, el patriarca diente d’oro de un clan gitano líder indiscutible del narcotráfico local. No se ha lavado los dientes en su vida, es un bocanegra. Pero sus consejos, basados en su amplio conocimiento de las féminas, me han servido para elegir una pareja adorable, como lo es mi Brigit.
Pero lo cierto es que el hecho de hacer de mula me ha destrozado los esfínteres, y ahora tengo verdaderos problemas de incontinencia. Un amigo mío me aconsejó que lo consultara con el doctor Asurbanipal, un doctor magrebí que por las mañanas trabaja en las SS y por la tarde en su consulta privativa. Ahora, desde que la crisis llegó, su sala de espera está desierta, pero otrora era un incesante barullo de niños haciendo el pino en los sofás y de madres leyendo el magazine Hola o la publicidad inmobiliaria de turno. Asurbanipal es médico, y tiene una letra de médico; yo diría que podría ser considerado un taliván hortográfico. Si en una receta suya crees haber leído Efferalgan, mejor que compres Hemoal, porque seguro que acertarás.
El cine negro también me ayuda a fortalecer mis capacidades lógico-deductivas. Buster Keaton es mi actor favorito, aunque sea negro. Pero no me extenderé más, porque no quiero matar de aburrimiento a nadie.
¿Vosotros qué creéis? ¿Descuelgo la barra de dominadas y la meto en el trastero? Es muy frustrante que nadie te respalde en uno de tus proyectos vitales.
Bueno, pues esto solo ha sido una pequeña introducción. En otro momento, si queréis, os sigo contando mi duro peregrinar hacia el CNP.