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Hace unos días escribí mi carta al director de El Periódico. Hoy quiero escribir:
Gracias, a ti que estás leyendo esto.
Por ser Policía, que no por trabajar de policía,
porque sé muy bien que lo eres con uniforme y sin uniforme.
Alguien tenía que darte las gracias,
por levantarte temprano o por irte a dormir tarde,
o por sencillamente no dormir,
por hacer turnos que nadie quisiera hacer.
Gracias por cumplir con un trabajo que requiere sacrificios,
porque te pierdes muchas comidas familiares
o porque tal vez ya tengas hijos y te pierdas partes importantes de sus vidas.
Momentos de felicidad que podrías disfrutar con los tuyos y que pierdes
por intentar hacer que el mundo vaya un poquito mejor.
Arreglas lo que otros estropean.
Gracias por aguantar el uniforme que llevas,
a alguien se le ocurrió vestirte de traje y no de policía.
Cambiaste esos zapatos por botas,
dinero que por cierto salió de tu bolsillo.
Quisiste sentirte seguro,
en vez de ser esos señores de corbata los que te proporcionaran seguridad,
fuiste tu el que te compraste un chaleco antibalas,
para tener al menos una mínima seguridad de que llegaras a casa.
Gracias por aguantar situaciones y personas desagradables,
por luchar, por subirlas a un coche, por trasladarlos y cruzar los dedos para que el trayecto sea seguro,
para que el coche no salga con desperfectos ni tenga posibles fallos mecánicos como a veces ha pasado.
Gracias sin duda porque tu corres hacía el sitio de donde otros huyen.
Gracias por tener que cargar cada día con el tuper de casa
cuando otros comen en restaurantes de cinco tenedores.
Gracias por aguantar los problemas de tantos ciudadanos,
es curiosos como nadie te cuenta alegrías,
solo te piden que les ayudes en sus peores vivencias.
Gracias por saber recibir todas aquellas críticas que te caen,
otros en tu lugar ya habrían renunciado a la placa que tanto te ha costado ganar.
Has tenido valor y seguridad para seguir adelante cada día.
Gracias por soportar los agravios, las miradas e insultos de tanto ignorante
y perdónales porque no tienen ni idea de a lo que te expones cada día.
Gracias por el momento en el que elegiste ser Policía,
podrías haber trabajado en una oficina,
con turno normal, luego llegar a casa y relajarte,
pero preferiste ayudar a los demás.
Gracias por todos los días que llevas saliendo ahí fuera,
gracias por cada momento en la que te la has jugado,
porque lo has hecho porque tu eres así y no porque cobras tanto ni cuanto.
Gracias porque se que no te vas a rendir,
por malos tiempos que corran,
por malas personas que te cruces,
por material que falte
y por adversidades que te encuentres.
Gracias, porque alguien tiene que darte las gracias.
Gracias en nombre de una sociedad que tanto critica y que poco comprende.