Si la de médico es una profesión sensible que requiere estar al 100% de las facultades físicas y psíquicas para ejercerla, la de ertzaina no lo es menos. A diario, los agentes se deben de enfrentar a situaciones de estrés, imprevisibilidad y riesgo que pueden hacer mella en la persona. Para atender a los profesionales que necesiten ayuda, el Departamento de Interior del Gobierno Vasco dispone de un servicio de asistencia psicológica para los agentes por el que cada año pasan medio millar de ertzainas. En él se atienden principalmente trastornos de ansiedad y síndromes por depresión reactiva, así como otros asuntos relacionados con problemas vitales, como las pérdidas de seres queridos, las separaciones... A pesar de estos trastornos, el índice de absentismo por causas psicológicas es inferior al 1%. «La salud mental del colectivo de la Ertzaintza -8.000 agentes- es altamente satisfactoria», asegura Tirso Fernández, jefe del área de Salud Mental del Departamento.
El servicio de atención psicológica, al que los ertzainas acceden de forma «confidencial» para tratar sus problemas, se creó hace 16 años. «Surgió para dar cumplimiento a las necesidades que desde el ámbito de la salud mental fueron surgiendo en el colectivo de la Ertzaintza, dado que la profesión policial conlleva un notable riesgo físico, pero también psíquico», asegura Fernández.
A partir del año 2000, las demandas de asistencia psicológica «se fue¡ incrementando gradualmente, entre otros motivos, por el incremento de atentados y la presión psicológica y social efectuada sobre la Ertzaintza desde el mundo radical». No obstante, en la actualidad, se prestan sobre todo «servicios en la vertiente preventiva».
En el servicio se atiende «todo tipo de problemática» psicológica, aunque mayoritariamente leve. «Los cuadros graves son excepcionales y se detectan a tiempo, incluso por parte de los compañeros y mandos, antes de que puedan resultar un peligro para ellos o para terceras personas», señala Fernández. No hay que olvidar el «riesgo añadido» que supone una profesión en la que los «trabajadores portan armas de fuego».
Bajas laborales
El área de Salud Mental de la Ertzaintza se ocupa de detectar a los ertzainas con desajustes psiquiátricos psicológicos y de llevar a cabo una intervención preventivo-asistencial de los casos detectados. Además, con cada uno de ellos se realiza una supervisión y seguimiento individualizado hasta la reincorporación al servicio activo. En un 50% de los casos, el enfermo es derivado a los psiquiatras del Hospital Aita Menni.
Según los datos aportados por el Departamento de Interior, el año pasado el servicio de asistencia psicológica atendió a 567 ertzainas. A consecuencia de estos tratamientos, se iniciaron 247 bajas laborales, si bien 221 ertzainas fueron atendidos sin necesidad de baja laboral.
La mayoría de agentes que acuden a este servicio son varones. No en vano, el 85% de los ertzainas son hombres. Además, es mayor el número de ertzainas de las primeras promociones -los más veteranos- que necesita ayuda psicológica que de las primeras.
Labor preventiva
El trabajo del área de salud mental de la Ertzaintza no que seda sólo en la parte asistencial. También se realiza una importante labor preventiva. Como ejemplo, durante 2010 se impartieron programas formativos. A uno de ellos, titulado 'Comunicación de malas noticias', acudieron 325 ertzainas.
«Estos programas están encaminados a dotar a los agentes de recursos psicológicos para afrontar mejor situaciones difíciles, no sólo por el peligro que conllevan (persecución de delitos), sino también por la implicación emocional (intervenciones en violencia de género...)», añade el jefe de Salud Mental.
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