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MAITE SALABERRIA, PRIMERA COMISARIA DE LA ERTZAINTZA
«Ahora podremos dedicar más recursos a otros temas que no sean el terrorismo»
«Mis retos como jefa de la comisaría de Irun son la mejor atención al ciudadano y que la actividad delictiva no se incremente»
12.12.11 - 02:02 - ANTTON IPARRAGUIRRE aiparraguirre@diariovasco.com | SAN SEBASTIÁN.
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Foto y vídeo: De la Hera
«Es importante que las ertzainas se animen a ser mandos y tengan modelos de referencia»
Maite Salaberria (San Sebastián, 1962) se convirtió el pasado día 2 en la primera comisaria de la Ertzaintza. Ingresó en el cuerpo hace 26 años y pertenece a la quinta promoción. Miembro de la Policía Judicial, en la actualidad es jefa de la comisaría de Irun.
-¿Qué le llevó a presentarse para el puesto de comisaria?
-He ido escalando poquito a poco en la jerarquía de la Ertzaintza. Siempre me ha gustado presentarme a las distintas convocatorias, algunas con más éxito que otras, y en cuanto vi la oportunidad para ser comisaria no lo dudé. Antes ya llevaba desde el año 2000 ejerciendo labores de jefatura, primero en San Sebastián y luego en Irun. En este último destino he sido subjefa desde 2008.
-Ahora tiene otra subjefa en la comisaría, ¿las mujeres al poder?
-Ojalá. La verdad es que el porcentaje de mujeres en la escala ejecutiva del cuerpo es muy pequeña. Yo soy la única de 48 comisarios, y cuatro compañeras que se han presentado a la convocatoria de subcomisario. En Irun estamos 26 mujeres de 157 agentes, lo supone un 16% , cifra que supera la media. Además, varias son mandos. Es importante para que otras ertzainas se animen y tengan un modelo de referencia en el que se pueden reflejar.
-¿Las ertzainas tienen más difícil conciliar vida laboral y familiar?
-Sí. Tenemos unos horarios y turnos que si no fuera por la ayuda de la pareja o de los padres más de una tendría que dejar el cuerpo.
-¿Ha sufrido algún tipo de discriminación en su carrera?
-No. En absoluto. Nunca he sentido ningún tipo de discriminación.
-¿Considera suficiente el personal con el que cuenta en su comisaría?
-Estamos por debajo de los números que están establecidos en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT). Esta semana sale de Arkaute una nueva promoción, con lo que se llega a la mítica cifra de 8.000 agentes en plantilla, y supongo que algunos de ellos serán destinados a Irun para llegar a 180 ertzainas necesarios.
-¿Cuáles son sus retos?
-La mejor atención al ciudadano, siendo próximos, y que la actividad delictiva no se incremente en exceso. En la demarcación de la comisaría de Irun, que engloba también a Hondarribia, a pesar de la peculiaridad por ser fronteriza, lo que genera mucho movimiento de personas y vehículos, la tendencia delictiva se mantiene estable desde 2008. Los tipos de delito más frecuentes son los de menos gravedad, hurtos, sustracciones en establecimientos comerciales o vehículos. Otro de mis retos es crear en esta comisaría un clima laboral favorable que impulse el compromiso y la motivación.
-Una de las principales demandas de los ciudadanos es una mayor presencia de agentes en la calle
-Sí. Éso se perdió hace unos años, ya que teníamos que cuidar nuestra seguridad. Parece que los tiempos de bonanza para la paz que vamos a poder vivir nos llevará a una mayor proximidad al ciudadano, recuperando las patrullas a pié, y a una mayor interacción con los comerciantes y los ciudadanos en general.
-Ha sido testigo de la campaña de ETA contra la Ertzaintza. ¿Cómo ha vivido esa amenaza?
-Han sido años muy duros e intensos de trabajo. En los 90 estaba en la comisaría de San Sebastián, y recuerdo que prácticamente todos los días teníamos que instruir alguna diligencia por un ataque a una entidad bancaria, lanzamiento de cócteles, sabotajes o manifestaciones con desórdenes público. Además, muchísimos compañeros han sido objeto de amenazas de muerte y ataques a sus vehículos y viviendas. Uno asume lo que es, pero que afecte a tu entorno familiar, eso es más difícil de sobrellevar.
-También ha habido ertzainas asesinados por ETA. ¿Conoció personalmente a alguno de ellos?
-Conocí a Juan José Pacheco, que falleció en 1988 por la explosión de un artefacto cuando inspeccionaba un túnel ferroviario en Legazpi, y a Montxo Doral, muerto en 1989 por una bomba lapa en los bajos de su vehículo, aquí en Irun, y que fue mi jefe durante muchos años.
-¿Qué opina de las críticas lanzadas estos últimos años a la Er-tzaintza de no hacer lo suficiente para combatir a ETA?
-Discrepo absolutamente. No lo puedo comprender. Desde que me incorporé a la Ertzaintza he visto que la investigación sobre la kale borroka y la organización terrorista ETA ha sido siempre una prioridad. Ha habido compañeros que se han dejado la piel, por lo que me parece injusta esa acusación.
-¿Qué responde a sectores políticos y de víctimas que temen que tras el cese de ETA puedan quedar impunes delitos o asesinatos?
-La persecución de los delitos en general, y por supuesto los que conciernen a la kale borroka y ETA continuará si se siguen produciendo. No podemos cerrar los ojos. Pero sí es verdad que si este proceso avanza, con las cautelas debidas, podremos dedicar los recursos humanos, materiales y económicos a otros temas que no sean el terrorismo.
-¿Por ejemplo para combatir mejor la violencia de género?
-Sí. Hoy en día una de las prioridades para la Ertzaintza es la prevención y la investigación de los casos de violencia machista. Así, parte del personal dedicado a la protección de personalidades ahora lo hacen a víctimas de violencia de género. La asignatura pendiente está más en la sensibilización de la sociedad, la educación de los menores y en los medios.
-Como responsable de la comisaría de Irun, ¿qué opina de la polémica en torno al Alarde?
-Es un conflicto que lleva ya demasiados años. La solución debe partir de los ciudadanos y las instituciones de Irun y Hondarribia.
http://www.diariovasco.com/v/20111212/p ... 11212.html