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Por Carlos Rojo, 13 de julio de 2010
Casey Serin
De vacaciones, en una celda
Quisiera aclarar que esta es mi opinión, basada en hechos reales y en experiencias vividas. El enfoque es real, y no es mi intención la crítica ni sacar conclusiones. Sólo quiero plasmar una realidad. Cuando viajas por algunos países de Latinoamérica, ves las condiciones en las que viven sus habitantes. Son víctimas del sistema, de las circunstancias o de otros factores socio-económicos, pero cuando te das cuenta que una familia de cuatro miembros sobrevive con 100€ al mes, es para nombrarles ministros de economía o por lo menos asesores.
Algunos de estos miembros son captados por mafiosos de la droga, pasan de 100€ a 1.000€ sin oposición y sin otro tipo de estudios, pasan a ese estatus por el hambre por las necesidades, y son utilizados para transportar droga a distintos puntos de Europa y la palma en este sentido se la lleva España. Por circunstancias culturales somos los elegidos, el idioma y el sistema penitenciario son las principales bazas.
Nuestro Sistema Penitenciario es de los más avanzados de Europa y posiblemente del mundo, donde las obligaciones son mínimas y los derechos son largos, y antes decía que elegían España por esta circunstancia y me ratifico en ello, porque cuando un mulero, llega a Barajas, en su cartera lleva la tarjeta de un abogado penalista de Madrid, y dos o tres nombres de colegas que están en la cárcel, es decir que ser correos humanos tiene sus riesgos, por lo que vienen preparados para lo peor.
En el país de origen les pagan el 50 por 100 del trabajo y si culminan el mismo la otra mitad se la dan a la familia, que en la mayoría de las veces no saben de donde proviene el dinero, ni de qué esta trabajando el que se ha ido. Se utilizan mujeres y hombres indistintamente, y si tienen suerte y no les pillan a la larga terminan en la cárcel, ya que por su condición de turista no pueden trabajar y siguen en las redes de los traficantes, pasando papelinas, controlando algún laboratorio, o trasportando por la Península la droga.
Un sueldo de 300 euros
Después de este drama humano, los delincuentes están en la cárcel y las familias, en muchas ocasiones no llegan a enterarse. Como decíamos, este sistema penitenciario tiene muchas ventajas y los latinoamericanos son muy serviciales (y bastantes hipócritas, siempre por las circunstancias) por lo que enseguida se integran en el sistema penal y encuentran un trabajo en talleres cuya remuneración puede llegar a algo más de 300€.
Como en las prisiones españolas todo son ventajas, no pierden el contacto con sus familiares a través de las cartas o de las llamadas telefónicas. Les cuentan a sus familias que están trabajando en un “hotel”, y la verdad de alguna manera no mienten, cama y pensión completa. Les dicen que como llevan poco tiempo no tienen vacaciones y que si las tienen son pocos días y que el viaje es tan caro que hasta dentro de unos años no regresaran a su país.
En la prisión de Soto del Real, un interno de la cocina le contaba a la familia que trabajaba en la cocina de un gran hotel, que tenía muy buenos compañeros y que cuando disponía dos o tres días se iba a la playa, y lo cierto es que lo tenia todo bajo control. Un amigo le mandaba en una carta una postal de Benidorm, él escribía la postal nuevamente, se la reenviaba a su amigo y éste desde la calle se la mandaba a la familia.
Como tenía un sueldo y no tenía grandes vicios, sólo el café, mandaba el dinero a su familia y el círculo se cerraba, ¿Cómo iban a pensar sus familiares que les mentía? Y como de vez en cuando aparecía un fotógrafo por la prisión, se hacia unas fotos con “moreno ladrillo”, al fondo el paisaje caribeño que hay pintado en el muro de la piscina, y solucionado, la familia feliz. Esta es la realidad de muchos correos humanos que en sus países no tenían nada y ahora gracias al sacrificio de uno de los suyos el resto vive, sin muchas pretensiones pero viven, mientras los delincuentes cumplen su pena entre rejas.
La conclusión es que la realidad supera la ficción, que nada es lo que parece, y que como se decía antes del euro, nadie da duros a pesetas.
http://www.elreservado.es/news/view/220 ... en-prision
En fín, después del mundial, después de la celebración, llega a España de nuevo la realidad
Con todo, ánimo