ÚLTIMA REMESA DE CARTAS DE EXTORSIÓN
ETA, a los empresarios: "Sabemos que no tiene problemas para reunir el dinero"
A pesar del golpe a la cúpula etarra, este domingo hemos sabido que ETA no cesa su campaña de extorsión. En esta ocasión, la última remesa de cartas es un recordatorio de las que enviaron en otrora ocasión. En ellas, la banda asesina advierte a los empresarios que tienen sus "datos" fiscales y les dan un mes para sufragar la cantidad exigible. Se reservan el último párrafo para las amenazas. Les avisan de que se convertirán en objetivo potencial si denuncian. Ésta sería la "debilidad" de la que habla Rubalcaba.
Noticia publicada el 25-05-2008
L D (Europa Press) La banda terrorista ETA dice claramente a los empresarios a los que ha enviado cartas de extorsión recientemente que tienen "datos" de su situación financiera y sabe que pueden reunir el dinero que les está pidiendo. Así consta en cartas de la última remesa que ha enviado la banda a las que ha tenido acceso Europa Press.
Los terroristas han lanzado una nueva ofensiva en las últimas semanas a pequeños y medianos empresarios. Según las fuentes consultadas por Europa Press, son muchos los empresarios que están recibiendo estas misivas de extorsión en las últimas semanas. ETA se las envía a su nombre y con los datos correctos de sus domicilios. En otras ocasiones, la banda ha enviado estas cartas a los familiares directos o con errores en las direcciones.
En numerosos casos, la carta no es la primera, sino un recordatorio, amenazante, de la que ya les había enviado la banda terrorista en otra ocasión. Así, en una de estas cartas, ETA afirma que ya se dirigió "hace tiempo" al mismo destinatario para pedirle dinero con el fin de sufragar "las grandes necesidades económicas que crea la lucha para la liberación de Euskal Herría".
Además de recordarle a cada empresario la fecha en la que recibió la misiva anterior de la organización terrorista, le recrimina que no haya dado "ni siquiera un paso" para ponerse en contacto con ETA y reprochan también la "falta de voluntad" del receptor de la carta para pagar el dinero que le piden, a pesar, dicen, "de contar con vías para ello".
También recuerdan a los empresarios las cantidades que les habían pedido con anterioridad, que van desde los 250.000 a los 350.000 euros en muchos casos. En esta ocasión recalcan que la petición que les habían hecho "sigue en vigor", aunque en la historia de la extorsión de ETA, en muchas ocasiones, la banda ha utilizado la táctica de incrementar en un porcentaje lo que había pedido inicialmente si el empresario no pagaba. Es decir, le añadían a la cantidad inicial unos supuestos "intereses" de demora.
En esta remesa, mantienen las cantidades que piden a los empresarios, pero añaden un comentario, que podría calificarse de inquietante, con el objetivo de dar a entender que tienen más información de la persona a la que quieren extorsionar: "Según los datos con los que cuenta ETA, no tiene ningún problema para reunir ese dinero".
Tras los reproches y advertencias, ETA precisa que el motivo de esta nueva carta es para recordar que tienen que pagar y da a los empresarios un mes de plazo para hacerlo. La misiva explica también que el pago debe realizarse con billetes de 20, 50 y 100 euros, para evitar que, con billetes de 500 euros puedan levantarse sospechas al ser utilizados.
La banda terrorista se reserva el último párrafo para las amenazas. Así, para terminar, advierten que si concluido el plazo que dan al empresario, no han recibido el dinero, ETA decidirá cómo actúa contra los bienes de los extorsionados o contra ellos mismos. Avisan, además, de que se convertirán en objetivo potencial de la banda si los receptores de la carta denuncian los hechos ante cualquier cuerpo policial.
La carta cuenta con el anagrama de ETA en el encabezamiento y después en la firma, junto con el sello de la organización terrorista y debajo, en la parte final de fólio, han añadido una parte en castellano, en la que resumen el contenido de la misiva que está escrita en euskera. Argumentan la traducción en razones de discreción y seguridad. Así, afirman que, al desconocer el dominio de euskera que tiene el receptor, y para prevenir problemas de discreción a la hora de traducir el contenido, resumen lo fundamental de la carta en español, es decir: la cantidad, el plazo para pagarla, el tamaño de los billetes y la amenaza de convertirse en objetivo de ETA.
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