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Los sectores más tradicionales de ANV -la histórica formación ilegalizada en 2008 cuando el Tribunal Supremo sentenció que se había convertido en una prolongación de Batasuna- intentaron negociar con ésta una compensación económica para resolver la situación en la que se habían quedado tras prestar sus siglas a la izquierda abertzale. Al parecer, esta demanda económica todavía no ha sido abonada, lo que aboca a Acción Nacionalista Vasca a una muy complicada situación. La antigua ANV se enfrenta no sólo a las circunstancias propias de su proscripción, sino también a la desaparición de sus fondos y a la liquidación de sus bienes ordenada por el Tribunal Supremo en 2009.
ANV fue creada en 1930 como una escisión moderada del PNV. En 1977, con la llegada de la democracia, se registró como partido político y cosechó muy bajos resultados electorales. A finales de esa década se integró en Batasuna, aunque con un peso mínimo, y pasó a una situación residual. De manera inesperada, se reactivó de cara a las elecciones municipales de 2007, con Batasuna y sus formaciones herederas ilegalizadas. Según estableció el Alto Tribunal dos años más tarde, esta decisión formaba parte de una maniobra de la izquierda radical para intentar regresar a las instituciones. ANV ya se había convertido, según la sentencia, «en un instrumento de ETA». Como sus listas no fueron suspendidas en su totalidad en los comicios de 2007, sino que consiguió presentarse en decenas de municipios y en las Juntas Generales de Álava, su actividad no quedó totalmente suspendida.
Antes de la decisión del Supremo, el juez de la Audiencia Nacional ya comenzó a investigar movimientos de cuentas de EHAK y de ANV que beneficiaban a miembros de Batasuna. En algunas casos, se detectó un traslado de 554.000 euros desde las cuentas de los comunistas vascos a miembros de la mesa nacional. En el caso de ANV, las fuerzas de seguridad averiguaron que había pagado el alquiler de locales que posteriormente utilizaba Batasuna. ANV, en principio, habría continuando recibiendo fondos ya que está presente en algunas instituciones.
En noviembre de 2008, la Abogacía del Estado tuvo constancia de que algunos ediles de ANV se habían subido en sueldo en las localidades donde gobernaban para compensar la desaparición de las ayudas que recibían antes de la ilegalización y de que la Justicia les obligase a pasar al grupo mixto. Esta situación era paradójica en municipios como Mondragón, donde los cargos aeneuvistas aprobaron un cambio retributivo por el que ganaban más sueldo en el grupo mixto que cuando disponían de sus propias siglas (pasaron de unos 800 euros mensuales a 1.090).
Bienes liquidados
Pero la situación general de ANV era ya grave. El Supremo había ordenado la clausura de sus sedes y la liquidación de bienes. Para ello, tres inspectores de Hacienda debían vender todas sus propiedades o entregarlas a la Tesorería del Estado, con el fin de destinarlas a «actividades de interés social».
Según han señalado a este periódico fuentes conocedoras de la situación, la mayoría de cargos aeneuvistas que siguen activos están controlados por los sectores más próximos a Batasuna, de modo que las demandas económicas de los sectores históricos de ANV apenas tienen peso dentro de la estrategia global de la izquierda abertzale radical (que además dispone de cierto margen para el manejo de cuentas). Éste es el motivo por el que algunos de sus cuadros tradicionales se decidieron a realizar las reclamaciones que consideraban pertinentes ante la antigua coalición ilegalizada, que todavía no ha respondido.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20100 ... 00419.html
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