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Fuente: http://goo.gl/eJ8fsAlarma blanca en Pinillos
La niña Antolina Guerra, enferma, fue evacuada en helicóptero05.02.12 - 00:54 - LUIS SÁENZ GAMARRA |
El16 de enero de 1985 una importante nevada ha caído en La Rioja. Muchos pueblos están aislados por la nieve. En Cameros están cortadas las comunicaciones para llegar a muchas localidades. Una señal de socorro llega a Logroño desde un rincón perdido de las montañas.
La petición de ayuda provenía de Pinillos, en la cuenca del Iregua, entre Almarza y Gallinero de Cameros. Una niña de siete años, María Antolina Guerrero, precisaba ser trasladada de urgencia a la Residencia Sanitaria.
El capitán Contreras, de la Guardia Civil, pilotando un BO-105, emprende el vuelo a 2.500 metros pies sobre el nivel del mar, y a una velocidad de crucero de 100 nudos (185 kilómetros por hora). Le acompaña un periodista de La Rioja.
El helicóptero asciende hasta los 3.250 pies para evitar las montañas próximas, sobrevuela Torrecilla en Cameros, confundida entre los montes cubiertos de nieve.
«Aquello es Pinillos», anuncia el copiloto. «Vamos a dar una pasada para buscar un punto de aterrizaje». El rotor del aparato espanta el ganado, las terneras corren desconcertadas . El helicóptero de la Guardia Civil se posa levantando una gran nube de nieve en polvo. Los habitantes del pequeño pueblo hacen señales, se distingue a un grupo de vecinos que se acerca al helicóptero. Uno de ellos, el padre de la enferma, asciende con dificultad abriéndose paso entre la nieve, llevando sobre su espalda a su hija, la niña Antolina, la niña enferma que va a ser evacuada. Los pocos vecinos, provistos de botas de goma, se abren paso entre la nieve para curiosear el cacharro venido del cielo.
María Antolina Guerra Castro, silenciosa, con los ojos como platos, sentadita en el helicóptero se aprieta contra su madre, Lucía, que se deja atar el cinturón de seguridad. La niña carga con su fiebre, y el miedo a volar en esta evacuación de urgencia, sobre los montes de Cameros.
«Tenemos a la niña e iniciamos vuelo con destino a la Residencia Sanitaria.», el BO-105 se alza dulcemente del suelo de Pinillos, Lucía Castro se santigua. Abajo queda el pequeño pueblo aislado. Sobre la nieve, tres vecinos agitan sus manos. En menos de 15 minutos el helicóptero vuela sobre Logroño.
En las ventanas de la Residencia Sanitaria se apelotonan los pacientes para observar a la niña enferma que desciende del aparato, posado en el helipuerto pintado frente a las Urgencias, allí la esperan varios sanitarios con mantas y una silla de ruedas.
El teniente Contreras, de la Guardia Civil, comunica: «Aquí Charli a LO-00 hemos dejado a la niña en la Residencia, nos dirigimos al cuartel».
El periodista, Jorge Blaschke, corre a la Redacción de este periódico para contarnos el viaje y la nevada tremenda.
Éste es un resumen del reportaje que publicó este diario, contando la peripecia de esta familia camerana que se vio angustiada por la incomunicación, y la imposibilidad de asistencia médica para su hija. La Guardia Civil cumplió con su misión evacuando a la niña...
Por último, señalar que Antolina hoy es una mujer joven llena de salud... que recuerda su epopeya del helicóptero. Las nevadas tienen una faceta divertida, sobre todo para los niños, pero la nieve, a veces, como ocurrió en este caso, aísla y complica la vida en los pueblos de la sierra.