Curso Acceso Guardia Civil |
Inicio curso: septiembre 2019 |
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BOADIL escribió::risitas: Pues nada a seguir así,la Ley de la jungla en los puertos españoles,para que nadie se enfade y crea que le "quitan" competencias,¡país¡
No es así tampoco, imagino que dependerá de varios factores. En Las Palmas por ponerte un ejemplo la dotación de Guardia Civil del Puerto, se dedica prácticamente al Resguardo Fiscal, interviniendo cuando se puede o se ordena en materia de seguridad ciudadana. Por ciertos cambios jerárquicos, últimamente intervienen unidades de USESIC, pero esto es de forma aleatoria y no sucede con frecuencia, realizando en mayor parte controles de armas y estupefacientes.
La Policía Local de Las Palmas, no interviene, se respalda en su falta de competencias, lo cual no sucede cuando lo hacen de oficio en otros casos, alegando su competencia genérica, parece ser que el botellón no le gusta quitarlo a nadie, o que reciben ordenes de: "mientras estén en el puerto no molestarán en la ciudad"
La Policía Nacional no sabe no contesta.
La Policía Portuaria no tiene medios suficientes por lo general ni apoyo de su administración, aunque ciertos agentes si que erradican o tratan de hacerlo, esta actividad ya que independientemente de las ordenanzas hay distintos artículos de la ley de puertos en cuanto al orden publico, el uso inadecuado de las instalaciones, las actividades realizadas en el dominio publico portuario o el menoscabo al mobiliario urbano e instalaciones portuarias.
En fin, como veis un "batiburrillo" fomentado por las administraciones y la vaga e incompleta legislación en materia de seguridad y vigilancia de los puertos y su dominio publico y una caos de coordinación y colaboración entre los distintos cuerpos de seguridad públicos.
Entre todo este desorden yo si que os digo una cosa, en mi caso intervengo en materia preventiva cuando se localizan focos puntuales de botellones y se suelen disuadir identificando al personal, invitándoles a guardar la metralla y haciendo algún registro si es necesario, pero lo que si que no voy a hacer es enfrentarme en binomio a un grupo de 40 jóvenes borrachos, drogados y botella en mano, mientras los que tienen la solución en sus manos están plácidamente en sus casas durmiendo o de copas en un local de moda.