Compañero, en esto no opino como tú; como bien has pensado lo he escrito con buen rollito y, por supuesto, sin ánimo de ofender a nadie, tampoco pretendo comparaciones con los demás institutos. Cada agente tiene su puesto de trabajo y, lo desempeña a su manera, algunos lo hacen bien y, otros mal, pero los colectivos siguen funcionando. Pero yo a lo que me refiero es al potencial que anida en el seno de la Benemérita, a la mayoría de los que entramos a la escala de cabos, guardias y, algún que otro oficial y suboficial. Cómo con peores condiciones de trabajo, derivadas de la notable falta de derechos a la que estamos sometidos, carencia de personal y medios, por el carácter inherente del Cuerpo, sigue yendo ésto para adelante, es increíble porque, no sólo va hacia adelante sino que lo hace bien y está a la altura del resto e, incluso, algunas veces más arriba diría yo, a lo mejor porque cada uno suele tirar por lo suyo. No verás en un telediario menos de ocho noticias relacionadas con nuestras competencias y actuaciones, da igual lo que sea, pero casi siempre deriva una actuación o resolución del problema excelente; la gente confía en la Guardia Civil y, acude a ella para que le resuelva cualquier clase de problema, con el convencimiento de que siempre lo va a arreglar en un santiamén. Si tienes un puesto en el que se va a efectuar un relevo, por decisión política, por una comisaría y, (ya que o el nº de habitantes o de diligencias llega a límites muy elevados y, en la mayoría de los casos se decide así) se llega a hacer mas o menos el mismo trabajo con “x” guardias que estaban que, con el cuatriple de policías que los relevan, es porque, hay gente profesional, preparada, pero, sobre todo, con vocación y ganas. Gente que aunque carezca de esos medios y, de apoyo, tenga que resolver todos los problemas abarcando alguna que otra competencia más, a sabiendas, que cualquier día puede ser condenada por un delito militar cuando sólo realiza funciones policiales en las que se juega la vida, el trabajo, todo. Esa casta es la que mantiene ésto con vida y, por la que, los de arriba se aprovechan para colgarse medallas, personas que antes o después van perdiendo esas ganas y vuelven a ser oxigenados por sabia nueva, cuando ésta entra, haciendo que la rueda continúe. Personas que no tienen esperanzas de que esto mejore pero, se limitan a intentar sentirse agusto con lo que tienen, compañeros de verde que, acuden a toda velocidad a una reyerta, un robo, un maltrato, un homicidio, sabiendo que sólo dispondrán de la ayuda del compañero con el que van en el radiopatrulla, sin apoyos y, pensando, si podrán salir airosos. Toda esa mierda de cúpula militar, todo ese que entra porque anhela un puesto de trabajo fijo, todo el que entra para vivir bien sin hacer nada, todo el que entra al ejército solamente para tener facilidad para pasarse aquí, todo el que entra con ilusión y/o por vocación, todo eso, es la Guardia Civil y, yo pienso, si tuviésemos los mismos derechos, apoyo y medios de los demás, cómo sería esto? Es lo que hay, soy policía y, militar después, las dos cosas y, esperando se solucionen las injusticias inexcusables, me gusta dónde estoy y lo que hago. Pero, sobre todo, compartirlo con mis compañeros y darles ánimo y, la enhorabuena, por pertenecer a esta insustituible policía.