Guerra Civil Española

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Vie Jun 22, 2012 7:00 am


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Batalla de Bilbao

La Batalla de Bilbao tuvo lugar en la ciudad del mismo nombre y en sus alrededores durante junio de 1937, en el contexto la Guerra Civil Española y, más concretamente, de los combates que estaban teniendo lugar en Vizcaya. Su posesión era elemental para ambos bandos, tanto por su situación estratégica en la franja cantábrica controlada por la República, como por sus industrias pesadas y fábricas de armas. Después de una larga y sangrienta ofensiva del Bando nacional, a principios de Junio sus tropas se hallaban frente a la capital vizcaína, aunque les quedaba superar una última barrera: el Cinturón de Hierro.

Bilbao era la capital de la región autónoma vasca que fuera oficialmente establecida por el gobierno de la Segunda República Española poco después del comienzo de la guerra civil, aunque su instalación estaba prevista ya desde inicios del año 1936. Esta autonomía fue otorgada como recompensa por el apoyo del PNV a la causa de la República, sin embargo la primacía política del nacionalismo vasco en Euskadi implicaba la hegemonía de un partido abiertamente conservador y católico como el PNV, que por necesidades de la guerra debía aliarse con los partidos de izquierda de alcance nacional y con los grupos anarquistas, que formaban el sostén básico del bando republicano.

El 31 de marzo el Ejército del Norte nacionalista, al mando de Emilio Mola (el antiguo Director de la Conspiración militar), lanzó la ofensiva final para hacerse con el control de Vizcaya, la única provincia vasca que se mantenía e importante centro en la franja Norte bajo control republicano. Aunque la operación estaba previsto que durase 3 semanas y que fuese el primer movimiento del conjunto de operaciones que se desarrollaría en el Frente Norte. No obstante, la dura resistencia de vascos y republicanos hizo que se alargase durante meses. La preparación aérea para limpiar el terreno a las tropas de tierra del Bando Nacional se vio distinguida por la acción de la aviación italiana y la alemana Legión Cóndor, que no tenían rival en el aire. Gran número de localidades fueron arrasadas por estas acciones, pero destacarán especialmente el bombardeo de dos localidades: Durango y (especialmente ésta) Guernica. El 31 de marzo, coincidiendo con el comienzo de la ofensiva franquista, esta importante localidad vizcaína fue prácticamente arrasada por una fuerza aérea de aviones italianos. Unas semanas después, le tocó el turno a Guernica, histórica villa vasca. El 26 de abril una gran fuerza área germano-italiana compuesta por unos 67 aviones bombardeó la ciudad en varias pasadas, aprovechando la ausencia de cañones antiaéreos en la población y la superioridad aérea con que contaban. Los daños causados fueron tremendos y el escándalo internacional mostró al mundo la realidad de lo que estaba ocurriendo en la Guerra de España. Aunque Franco acusó a los propios vascos de haber incendiado la ciudad (según esta versión, se estaría repitiendo lo que ya había ocurrido en Irún durante la Campaña de Guipúzcoa), pocos creyeron esta versión y no causó los efectos deseados, si bien la indignación que provocó entre los vascos acabó traduciéndose en un endurecimiento de la resistencia.

Entre tanto, el mal tiempo había venido retrasando las operaciones de Mola contra Bilbao. A mediados de mayo las tropas vascas habían retrocedido casi hasta la altura de las posiciones defensivas del Cinturón de Hierro, mientras los bombardeos continuaban y la Legión Cóndor experimentaba el lanzamiento de bombas incendiarias sobre los bosques, para obligar a los soldados republicanos a retirarse. El frente de Vizcaya se mantuvo estable durante el mes de mayo, si bien ambos bandos se venían preparando y reforzando para lo que sería la batalla decisiva. A pesar de su aislamiento geográfico respecto al resto de la España republicana, las tropas vascas tenían confianza en sí mismas y contaban con el apoyo de los campesinos de la zona, además del terreno.

El ejército republicano del norte se encontraba al mando de Mariano Gamir Ulibarri, Jefe del Ejército Norte desde el mes de mayo y sucediendo en el cargo a Francisco Llano de la Encomienda, que hasta entonces no había conseguido aunar esfuerzos entre vascos y el mando central del Ejército del Norte. La designación de Aguirre como Comandante en jefe del Cuerpo de ejército vasco (que sería renombrado como el I Cuerpo de Ejército de Euzkadi) complicó todavía más las relaciones con Llano de la Encomiendo (el cual era el jefe del Ejército del Norte). El gobierno, no obstante, tomó cartas en el asunto y fue enviado desde Valencia el nuevo Estado mayor del Ejército del Norte republicana (que actuaría al lado del ruso Goriev), a las órdenes de Gámir Ulibarri, que fue enviado en sustitución de Llano de la Encomienda y como una promesa de eficacia. Por si fuera poco, en el Ejército del Norte estaba compuesto por 3 agrupaciones distintas (y con poca cooperación entre ellas) que respondían por los territorios republicanos del norte: Asturias, Santander y Vizcaya. En caso vizcaíno, las tropas de esta zona eran en parte las compuestas por el Eusko Gudarostea (ahora el XIV Cuerpo de Ejército).

Las tropas del I Cuerpo de Ejército de Euzkadi estaban compuestas en su mayor parte por nacionalistas vascos, mientras que el resto lo lo era por socialistas, comunistas, Juventudes socialistas y anarquistas de la CNT. Además, contaban con la presencia de batallones asturianos, muy impopulares entre los nacionalistas vascos por su indisciplina y por su adscripción revolucionaria. Estas tropas contaban con el apoyo de 150 piezas de artillería, así como de unos pocos tanques T-26 y FT-17 (estos últimos, totalmente inútiles para su uso militar). Como caso único en la España republicana desde el 18 de julio de 1936, entre las tropas vascas había presente un cuerpo de capellanes castrenses formado por 82 sacerdotes, que asistían (principalmente) a los gudaris de los batallones nacionalistas vascos. La explicación de la mayor eficacia de los vascos a las órdenes de Gámir residía en el hecho de que había logrado que Aguirre resignara el mando supremo. Durante el mes de mayo, aprovechando el mal tiempo que impedía que se reaunudara la ofensiva franquista, habían sido reclutados muchos más hombres para las desgastadas divisiones vascas del renombrado XIV Cuerpo de Ejército. Además, a principios de junio llegó por barco un nuevo cargamento de armas checoslovacas entre las que figuraban 55 cañones antiaéreos, 30 piezas de artillería y dos escuadrillas de cazas "Chatos". También llegaron, procedentes de Madrid, algunos otros jefes, entre ellos el inteligente comunista italiano Nino Nanetti, que ya se había distinguido en la 12.ª División durante la batalla de Guadalajara.

Entretanto, el gobierno de Valencia se aventuró a lanzar sus cazas a través de la España nacionalista en dirección a Bilbao. Siete aparatos llegaron sin novedad a su destino y en las siguientes semanas la República envió 50 aviones más del tipo "I-15", I-16" y "Natasha", que también llegaron sin novedad. Así, sumados a los aviones de que ya disponían los vascos, los republicanos lograban reunir una fuerza de 70 aviones en el área de Vizcaya, totalmente insuficiente frente al poderío aéreo del bando contrario.

Las tropas de la zona se encontraban al mando de Fidel Dávila Arrondo tras la reciente muerte del Director, Emilio Mola, y con el apoyo del coronel Vigón como Jefe de Estado Mayor. A principios de junio las fuerzas de tierra nacionales se componían de 65.000 hombres apoyados por tanques alemanes Panzer I e italianos CV-35. Contaban con el apoyo de una potente barrera artillera compuesta por 250 piezas. En el Ejército del Norte nacionalista desempeñaban un papel esencial las brigadas navarras compuestas de carlistas que habían tenido a Guipúzcoa como campo de operaciones el año anterior. Esta disciplinada fuerza estaba integrada en la conocida como División Navarra y comprendía unos 18.000 hombres divididos en cuatro brigadas, dirigidas éstas por los coroneles García Valiño, Juan Bautista Sánchez y Alonso Vega, entre otros. Las brigadas navarras tenían el apoyo de la División Flechas Negras, que se componía de 8000 soldados españoles e italianos dirigidos por oficiales italianos y al mando del coronel Sandro Piazzoni. Por otro lado, contaban también con la presencia de unidades terrestres totalmente italianas italianas, tales como la División 23 de Marzo, en actuación conjunta con la Flechas Negras.

La fuerza aérea estaba compuesta principalmente por 80 aviones de la Legión Cóndor y otros 70 aviones de la Aviación Legionaria, así como una fuerza de aviones bajo mando español. Esta abrumadora fuerza se encontraban distribuida por distintos aeródromos de Álava y Guipúzcoa.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Vie Jun 22, 2012 7:04 am


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El asalto al "Cinturón de Hierro"

El 11 de junio el Ejército del Norte reanudó los combates con el bombardeo preliminar de 150 piezas de artillería, acompañado por inensos ataques aéreos de la Legión Cóndor y la Aviación italiana. Aquel golpe quebrantó la resistencia de los defensores vascos concentrados en la última cota de terreno inmediatamente anterior al "Cinturón de Hierro". Al anocher, los coroneles García Valiño, Bautista Sánchez y Bartomeu, con tres de las seis brigadas navarras, alcanzaron la célebre línea defensiva. Los bombardeos de prolongaron durante toda la noche y algunas bombas incendiarias llegaron a caer en un cementerio cercano a la línea de combate, ocasionando una macabra resurrección de los muertos. Gamir podía echar mano de forma inmediata de unos 40.000 hombres, la mayoría procedentes de los Batallones asturianos y santanderinos y, por tantp, de poco fiar para las unidades vascas. La mitad aproximada de las restantes unidades las integraban socialistas y comunistas muy politizados y que, por la misma razón anterior, no podían compartir plenamente el espíritu de aventura nacionalista vasca que se respiraba en las unidades del PNV y de otros batallones vascos. El 12 de junio, una vez que las baterías y las nuevas oleadas de aviones habían machacado el "Cinturón de hierro" durante varias horas, la brigada de Sánchez Bautista atacó el punto en el monte Gaztelumendi en el que el sistema defensivo era más débil e incompleto de todo el entramado defensivo. A pesar de la fortaleza largamente explotada por la propaganda republicana, fueron precisamente los propios encargados del diseño quienes, con su anterior traición, habían hecho posible su fulminante fracaso. Aunque 2 oficiales habían sido fusilados después de ser descubiertos intentando entregar planos a agentes rebeldes, el ingeniero monárquico Alejandro Goicoechea consiguió pasar las líneas del frente llevándose consigo todos los planos e información del entramado defensivo, que entregó a los atacantes.

El bombardeo de artillería precedió a la ofensiva y los defensores, de esta forma, no pudieron distinguir en qué momento preciso terminaron los bombardeos y empezaron a disparar a los tanques. De repente, en todas partes surgieron la confusión, el humo y el movimiento y las unidades vascas sintieron la amenaza de verse rodeadas y apresuraron la retirada. Así, Juan Bautista Sánchez había roto las líneas vascas en un frente de 800 metros de longitud al amparo de la oscuridad. Los nacionalistas se encontraban a menos de 10 Kilómetros del centro de Bilbao y podían bombardearlo a su antojo mediante la artillería o la aviación.

La lucha se traslada a los suburbios

El 13 de junio todos las tropas vascas que quedaban al otro lado del Cinturón de hierro fueron trasladados al interior de la capital. La moral de estos había sufrido un duro quebranto, lo cual pone en evidencia que, desde un punto de vista psicológico, un sistema defensivo fijo es un error; Muchos bilbaínos ya preparaban su huída a Francia. Durante esa misma noche, las autoridades republicanas y vascas empezaron a preparar la evacuación de la mayoría de la población civil de la ciudad, aunque en ese momento solo fuesen los funcionarios y principal personal del gobierno vasco. En el Hotel Carlton se celebró una reunión en la cual Aguirre preguntó a los jefes militares sobre si Bilbao estaba en condiciones de defenderse: Las opiniones eran dispares, si bien al final en el transcurso de la noche el gobierno vasco resolvió defender la capital. Prieto, por su parte, cursó órdenes precisas del Ministerio de Defensa a tal efecto. En ellas precisaba que debían destruirse las todas aquellas instalaciones industriales que pudieran ser útiles al enemigo, pero el hecho de que la mayor parte de la población estaba siendo evacuada hacia el Oeste, hacia Santander, presagiaba un rápido abandono de la capital vasca.

El gobierno vasco se retiró a la aldea de Trucios, dejando en la capital a una Junta de Defensa de Bilbao integrada por el consjero de Justicia, Leizaola, el general Gamir y otros. En estas circunstancias, la retirada del gobierno autónomo fue un acto razonable, pero no se puede decir lo mismo en el caso de Navarro, jefe de la Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi, o la de Guerrica Echevarría, jefe de artillería, así como otros muchos más que huyeron. El 15 de junio, gracias a la acción de Putz, quedó abierta una línea al avance de los carlistas y los italianos: Belderraín se hallaba al norte, Putz en el centro, y al sur Nino Nanetti. El siguiente ataque se lanzó contra un punto en que Goicoechea, el comandante traidor, había revelado que las fortificaciones estaban incompletas. Tras un poderoso bombardeo de la artillería y la aviación nacionales, los hombres de Nanetti huyeron cruzando el río Nervión, sin volar los puentes tras de sí. Quedaba abierta la carretera de Bilbao. Al día siguiente, 16 de junio, el Ministro de Defensa Indalecio Prieto telegrafió a Gamir ordenándole que defendiera Bilbao a toda costa, y especialmente la zona industrial de la ciudad.

A pesar del avance de los sublevados, no se produjeron bombardeos aéreos: éstos ya habían aprendido la lección de Guernica. Al mismo tiempo, Leizaola descubrió que se preparaba un plan para incendiar la ciudad cuando las fuerzas republicanas se retirasen y lo hizo abortar. El avance nacionalista se prolongó durante todo el día; La división de Putz sufrió graves bajas. El 17 de junio cayeron sobre la ciudad 20.000 bombas, al tiempo que varias cotas de terreno y algunas casas aisladas cambiaron de manos en varias ocasiones a lo largo del día. En medio de esta situación se decretó la evacuación de la industria y aunque algunas fábricas fueron parcialmente evacuadas (otras, debido a su importancia, lo fueron completamente), lo cierto es que la mayoría de la Industri quedó simplemente abandonada.

La caída de la ciudad

En el interior de la ciudad, los hombres y el material eran trasladados en ferrocarril o por las dos últimas carreteras que quedaban libres en dirección a Santander; Estas carreteras empezaron a quedar al alcance de la artillería de los Flechas Negras italianos, que proseguían su avance y no dudaron en bombardear sobre civiles. A última hora de la tarde, Leizaola decidió entregar al enemigo los presos políticos que todavía se encontraban en manos republicanas para evitar que quedasen sin vigilancia. Para entonces los sublevados controlaban toda la orilla derecha del Nervión desde la ciudad hasta el mar y la mayor parte de la orilla izquierda hasta el puente de ferrocarril. El 18 de junio el General Ulibarri retiró los restos de sus tropas de la ciudad; La última de estas unidades salió de la ciudad en la madrugada del 19 de junio, de forma que a primera hora de la mañana Bilbao se encontraba prácticamente desierta.

Efectivamente, a mediodía los tanques franquistas efectuaron una exploración preliminar a lo largo del Nervión, comprobando que la ciudad se encontraba vacía. La mayoría de los puentes de la ciudad habían sido destruidos para dificultar el paso de los invasores pero la ciudad permaneció intacta en su mayoría, incluyendo sus importantísimas Industrias que habían permanecido intocables a pesar de que algunos líderes republicanos sugirieron su destrucción para que no fueran aprovechadas por los rebeldes. Entre las 5 y las 6 de la tarde, la 5ª Brigada Navarra, a las órdenes de Bautista Sánchez, entró en la ciudad y colgó la bandera roja y gualda en el balcón del Ayuntamiento. Los dirigentes políticos vascos se trasladaron a Barcelona, donde formarían un gobierno en el exilio, mientras el general Gamir se ocupó de retirar el máximo posible de tropas en dirección a Santander; En el curso de la operación, perdió al nuevo jefe italiano de la 2ª División vasca, Nino Nanetti. La retirada de Gamir y sus hombres se vio facilitada por el hecho de que Franco no tenía ninguna prisa en proseguir la ofensiva después de la caída de Bilbao, como ya denunciaría indignado el general Kindelán, jefe de la Aviación Nacional.

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Juanete
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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Vie Jun 29, 2012 6:24 pm


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Batalla naval del Cabo de Palos

La batalla de Cabo de Palos tuvo lugar en la madrugada del 5 al 6 de marzo de 1938, y llegó a ser el enfrentamiento naval más importante de la Guerra Civil (1936-39) entre nacionales y republicanos. Las Flotas de ambos bandos lucharon a 70 millas del Cabo de Palos en un encuentro casual. El saldo de la batalla fue de 700 muertos y alrededor de un centenar de desaparecidos.

Tras el estallido de la Guerra Civil, la mayor parte de la Armada española permaneció al lado del Gobierno de la II República. La inmensa mayoría de la marinería era simpatizante del Frente Popular. La marinería abortó los conatos de rebelión protagonizados por la oficialidad, partidaria en gran parte del Alzamiento nacional.

El puerto de Cartagena se convirtió en la principal base de la Marina republicana durante la Guerra Civil. La base cartagenera albergaba acorazados, destructores, cruceros, submarinos y lanchas torpederas. Este tipo de lanchas fueron proporcionadas por la Unión Soviética (URSS) como parte de la ayuda militar al Ejecutivo republicano. Esta base fue fundamental para los republicanos en su lucha por evitar el paso de las tropas sublevadas del norte de África a la Península Ibérica y para garantizar el suministro de la ayuda bélica a los combatientes del Frente Popular.

La Flota nacional tenía sus principales bases en Cádiz, El Ferrol y Palma de Mallorca. En el puerto de Palma residía la base de los destructores. La misión de la base de Palma era la de efectuar un bloqueo militar y comercial en la zona republicana, y vigilar y atacar a la escuadra republicana del Mediterráneo. Los nacionales reforzaron su Armada con buques y submarinos de Italia y Alemania, debido a la fidelidad de gran parte de la Flota al Gobierno del Frente Popular durante el conflicto.

En 1938, las tropas nacionales dominaban el curso de la guerra. Los sublevados habían conquistado desde el principio del conflicto Andalucía Occidental, Extremadura, Asturias, Cantabria y Vascongadas. Los principales frentes de batalla eran Madrid y el río Ebro. En el mar, los alzados controlaban el Cantábrico y los dos bandos se disputaban el dominio en el Mediterráneo.

El jefe del Estado Mayor de la Flota republicana, Luis González de Ubieta, ordenó el 5 de marzo de 1938 la salida de los buques de guerra del puerto de Cartagena, con el fin de atacar a la Armada nacional del Mediterráneo en su base de Palma de Mallorca. El objetivo era la consecución de la hegemonía naval en el Levante. El plan militar de Ubieta consistía en atacar a los cruceros nacionales con las patrulleras torpederas de origen soviético en la bahía de Palma. Las patrulleras recibirían el apoyo de la primera y la segunda flotilla de destructores durante su ofensiva contra el puerto balear.

El mismo día (5 de marzo), el almirante en jefe de la Flota nacional, Francisco Moreno Fernández, encomendó al contralmirante Manuel de Vierna la misión de escolta de un convoy con material bélico. El convoy estaba formado por los buques mercantes Umbe Mendi y Aizkori Mendi y estaba protegido por los cruceros Baleares, Canarias y Almirante Cervera.

La Flota republicana partió del puerto de Cartagena a las 15:40 horas con dos cruceros, cinco destructores y las patrulleras torpederas. Sus buques pusieron rumbo 65 grados con destino a Palma de Mallorca. La Flota nacional salió del puerto de Palma a las 15 horas con tres cruceros y rumbo 220 grados hacia el Sur. El encuentro de los convoyes era cuestión de horas.

A las 17:10 horas, las patrulleras torpederas de la Armada republicana regresaron al puerto con el pretexto del mal estado de la mar. La realidad era el de una mar rizada. El plan de ataque republicano contra la base de Palma de Mallorca continuó adelante sin las patrulleras soviéticas. El jefe de la Flota, Luis González de Ubieta, mandó a la primera flotilla de destructores tareas de exploración.

A las 17:30 horas, los cruceros nacionales Baleares, Canarias y Almirante Cervera se unieron a los buques mercantes con material bélico, procedente de Italia, en el sur de Ibiza. El objetivo del convoy era suministrar armamento al bando nacional en los frentes de batalla de España.

La Flota nacional avistó a la republicana a las 00:45 horas. Los buques de guerra hicieron sonar la alarma. La Armada nacional creía haber descubierto cuatro destructores y un destructor republicanos. Los cruceros Baleares, Canarias y Cervera rodearon el convoy para su protección. El destructor Sánchez Barcaíztegui atacó a la Flota sublevada con torpedos, pero sin éxito. La Flota gubernamental decidió alejarse del escenario de la batalla en dirección hacia Cartagena con rumbo 256 grados. A las 01:25 horas, los buques nacionales retomaron su ruta original hacia el Sur con rumbo 220 grados.

A las 02:15 horas, las dos Flotas de guerra se reencontraron en el mar a unas 70 millas de Cabo de Palos. El lanzamiento de iluminantes por los nacionales permitió a los republicanos la detección de la posición de sus buques de guerra. Los barcos gubernamentales lanzaron 12 torpedos contra los nacionales. El crucero Baleares (nacional) fue alcanzado por algunos proyectiles. "Uno de los torpedos lanzados por los destructores republicanos abrió boca en la coraza y tocó la cámara de municiones. La explosión fue enorme y los daños tan importantes. Del buque incenciado se ha visto salir una enorme columna de humo que se elevó a mil quinientos metros de altura", destacó el Ministerio de Defensa republicano. El Baleares quedó inundado y escorado a babor. El puente de mando, la proa y la chimenea volaron por los aires antes de hundirse con su tripulación a bordo. Los cruceros sublevados Canarias y Cervera volvieron a su base de Mallorca y la Flota republicana regresó a Cartagena satisfecha del resultado de la batalla.

Los buques ingleses Kempenfelt y Boreas se acercaron al lugar de la batalla atraídos por el fuego y el humo que desprendía el Baleares. Los destructores británicos iniciaron las tareas de salvamento a las 04:25 horas. Los dos barcos salvaron la vida de alrededor de 400 hombres de la tripulación del Baleares, que fueron trasladados a Gibraltar. La aviación republicana dificultó la operación de rescate mediante el bombardeo de los buques que acudieron en auxilio de los náufragos. El hundimiento del Baleares segó la vida de unas 700 personas. La tragedia del Baleares se llevó al cine en la película ‘El crucero Baleares’ del director Enrique del Campo en 1941.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Vie Jun 29, 2012 6:31 pm


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Batalla de Badajoz

La Batalla de Badajoz desarrollada en esta ciudad del oeste de España, en la frontera con Portugal, durante la jornada del 14 de agosto de 1936, resultó en una de las victorias que se consideran de mayor trascendencia durante la Guerra Civil Española del Bando sublevado contra el Gobierno de la II República, ya que permitió la comunicación entre las áreas de su control del norte y sur, a la vez que aisló definitivamente de Portugal el territorio controlado por el Gobierno republicano.

Tras la batalla, se desencadenó uno de los episodios más controvertidos de represión y asesinatos de toda la guerra, la llamada masacre de Badajoz

En el verano de 1936, unos 10.000 soldados de tropas regulares del Ejército de África fueron transportados en puentes aéreos alemanes e italianos al sur de España superando el Estrecho de Gibraltar. El bando sublevado se reunió en Sevilla y el 1 de agosto el general Franco ordenó dirigirse hacia el norte para enlazar con las fuerzas del general Mola.

Dirigidos por el coronel Asensio y el comandante Castejón, el bando nacional se dirigió hacia el norte con un destacamento motorizado, parándose para bombardear y capturar poblaciones fronterizas. El 10 de agosto, el teniente coronel Yagüe llegó para coger el mando cerca de Mérida, el bando sublevado había asegurado 300 km de la frontera con Portugal. Mérida cayó tras una dura lucha en las orillas del Guadiana, dejando a la vecina Badajoz aislada y como la última posición de la República en la frontera. Yagüe marchó hacia Badajoz con 2.250 legionarios, 750 regulares marroquíes y cinco baterías, dejando al comandante Tella atrás para mantener Mérida.

Dentro de la ciudad-fortaleza, el coronel Puigdendolas dirigía a unos 6.000 milicianos republicanos. Cuando el ejército sublevado se acercaba, un grupo de guardias civiles intentó desertar al bando sublevado. Puigdendolas aplastó la revuelta, pero minó la confianza de sus hombres.

El avance del Ejército Expedicionario de África sobre las murallas de Badajoz dio comienzo el 12 de agosto de 1936 con el siguiente orden de batalla:

Agrupación Asensio, integrada por:

  • IV Bandera de la Legión al mando del comandante José Vierna Trápaga.
  • I Tábor de Tetuán al mando del comadante Serrano Montaner.
  • Batería de Artillería del capitán Barón.

Agrupación Castejón.

  • V bandera de la Legión al mando del capitán Tiede Zen.
  • II Tábor de Ceuta al mando del comandante Amador de los Ríos.
  • Batería de 105 del capitán Ruiz Mateos.

Agrupación Tella como reserva guarneciendo la ciudad de Mérida.

El bando sublevado lanzó su ataque en la tarde del 14 de agosto, tras bombardear la ciudad durante la mayor parte del día. Una unidad de la Legión, cantando y gritando, asaltó la Puerta de la Trinidad. Una resistencia resuelta de las ametralladoras y tiradores republicanos frenó el asalto, triturando varias oleadas de tropas nacionales.

Ignorando sus bajas, los legionarios continuaron avanzando. Una carga conducida por carros blindados ganó la puerta y los nacionales superaron a los defensores, corriendo hacia la brecha y llegando al combate cuerpo a cuerpo. Pese a que posteriores leyendas hablen de pérdidas entre los asaltantes de hasta 250 muertos, los historiadores franquistas redujeron esas pérdidas, sabiendo hoy día que el total de bajas entre los asaltantes fue de 44 muertos y 141 heridos[2]

En la parte sur unidades sublevadas asaltaron las murallas con menos dificultad. Los regulares de Tetuán se abrieron paso a través de la Puerta de Carros y los legionarios y marroquíes barrieron a los republicanos de los cuarteles. Una vez dentro, persiguieron a la milicia republicana, acuchillándoles en su camino al centro de la ciudad. La lucha callejera aún duraba pasada la medianoche. Puigdendolas, mientras tanto, salió de la ciudad y huyó a Portugal.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Mar Jul 03, 2012 4:27 pm


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Batalla de Guadalajara

La Batalla de Guadalajara (8 de marzo – 23 de marzo de 1937) fue un enfrentamiento en la Guerra Civil Española desarrollado en torno a la ciudad de Guadalajara en un intento por penetrar en la capital de España por el norte.

Participaron el Ejército Popular Republicano y el Corpo Truppe Volontarie italiano con la Agrupación de carros de asalto y autos blindados, apoyado por otras unidades del ejército franquista, en concreto la División de Soria. Todo ello se engloba dentro de las operaciones militares que distintos autores consideran como la Batalla de Madrid.

La batalla comenzó con una ofensiva italiana el 8 de marzo que concluyó el 11 de marzo, cuando las tropas del Ejército Popular Republicano debieron retroceder ante el empuje de los italianos, perdiendo varias localidades. Entre el 12 y el 14 de marzo, las fuerzas republicanas fueron atacadas por unidades del ejército franquista. La posterior contraofensiva republicana, que contaba con fuerzas de las Brigadas Internacionales, se desarrolló entre el 15 y el 18 de marzo y continuó hasta el día 23 de marzo.

El plan de ataque diseñado por los jefes italianos del Corpo di Truppe Volontarie consistía en lanzar a su infantería junto con tanques y vehículos ligeros para abrir brecha en el frente controlado por los republicanos en el sector situado al norte de Guadalajara, tomando Brihuega y rodeando a los defensores de Madrid desde el noroeste, para llegar hasta Alcalá de Henares.

Duranto todo el día 8 de marzo los italianos bombardearon masivamente con su artillería el frente republicano al mando de Víctor Lacalle Seminario, rompiendo la línea del frente con ayuda de sus tanquetas, pero la niebla y la lluvia les impidieron avanzar con verdadera rapidez, al punto que sólo penetraron 12 km en las líneas republicanas. Al día siguiente, 9 de marzo, los italianos siguieron su avance con tanques pesados, pero de nuevo con escasa visibilidad para maniobrar, lo cual permitió que casi toda la 50ª Brigada republicana pudiera retirarse casi sin bajas.

Al mediodía el avance italiano fue súbitamente detenido por tres batallones de las Brigadas Internacionales: el Ernst Thälmann, Edgar André y Commune de Paris, habiendo avanzado hasta 15 km en ese día. Los italianos se vieron forzados a descansar en la tarde del día 9 en los alrededores de Brihuega, deteniendo el ataque y restando vigor a su ofensiva.

El 10 de marzo los italianos reanudaron su ataque pero sin mayor éxito, en tanto se enfrentaban a las Brigadas Internacionales XI y XII (esta última recién llegada como refuerzo) junto con efectivos de dos divisiones del Ejército Popular Republicano, la 12ª y la 14ª. Las tropas españolas del bando nacional se encargaron de tomar Brihuega, mientras los italianos seguían luchando contra tropas republicanas y los brigadistas de refuerzo. De nuevo el avance italiano era lento debido al mal tiempo con lluvia y niebla, lo cual impedía que tanques y tanquetas pudieran tener efecto decisivo en la batalla pese a que el terreno les resultaba propicio.

Recién al día siguiente, el 11 de marzo, los italianos pudieron hacer retroceder a las Brigadas XI y XII, que se retiraron en orden a la carretera N-II, mientras los italianos avanzaron hasta 3 km al sur de Torija, pero sus vanguardias no pudieron avanzar más debido a la lluvia intensa que transformaba los caminos en barrizales.

La clave del desarrollo y resolución de la batalla estuvo en una intensa lluvia y posteriormente nieve que dejó al ejército nacional anclado a lo largo de la N-II (pavimentada) sin poder salir de ella, ya que los vehículos (sobre todo las tanquetas italianas que lo intentaron) quedaban atascados en el intenso barro al salir del seguro pavimento de la carretera. Todo ello provocó el primer colapso circulatorio que hubiera de sufrir la N-II en su historia. Por otro lado, dicho ejército no pudo contar con apoyo aéreo, puesto que fue esa misma lluvia la que inutilizó los aeródromos de campaña que operaban desde la provincia de Soria, dejando como el más próximo aeródromo operativo el de Zaragoza, situado a unos 220 km, lo que lo hacía en la práctica inútil.

El 12 de marzo los republicanos lanzaron su contraofensiva mediante las divisiones 12ª y 14ª, las brigadas internacionales XI y XII, así como tanques soviéticos BT-5 y sobre todo T-26, de mayor blindaje y artillería que sus rivales italianos. Mientras tanto, la aviación republicana operaba desde Guadalajara, Barajas y Cuatro Vientos, situados relativamente cerca y pavimentados con hormigón, que no perjudicaba el despegue y aterrizaje de aviones.

El hecho de que el grueso del ejército franquista se encontrase varado en la N-II y no contase con apoyo aéreo facilitó enormemente las tareas de desgaste y bombardeo por parte del bando republicano, llegando a aniquilar la mayoría de la maquinaria de guerra que se dirigía hacia el frente. A la par, la destrucción de un pequeño puente que salvaba un barranco cerca del Puerto de Alcolea del Pinar consiguió cortar la red de abastecimiento del ejército nacional.

En el contraataque republicano del 12 de marzo, el general italiano Mario Roatta intentó modificar su orden de batalla para hacer frente a los tanques pesados soviéticos que empleaba la República, pero semejante tarea fue casi imposible, pues aunque los vehículos italianos salieron de la carretera N-II para desplegarse en campo abierto, el barro formado por las lluvias dejó atascados a dichos vehículos. La aviación republicana logró así destruir gran número de tanques, tanquetas y camiones de los italianos.

El 13 de marzo los republicanos intentaron un movimiento envolvente, uniendo la 11ª División mandada por Enrique Líster con las unidades de tanques, las Brigadas Internacionales al centro con la 12ª División y en el flanco del río Tajuña la 14ª División al mando de Cipriano Mera, para converger en Brihuega. El avance republicano tuvo éxito y las unidades italianas debieron retroceder. Desde el día 14 hasta el 17 el frente se mantuvo estático mientras la aviación republicana destruía objetivos enemigos sin hallar resistencia seria.

Recién el 18 de marzo prosiguieron los republicanos el avance en un contraataque general, logrando que en la tarde de ese día los italianos se retirasen de Brihuega para evitar quedar cercados. Si bien la retirada italiana se realizó de manera ordenada, el CTV ya había perdido la mayoría de su material de guerra en esa fecha. Entre el 19 y el 23 de marzo los republicanos recuperaron el territorio perdido y los italianos volvieron a sus posiciones anteriores.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Mar Jul 03, 2012 4:32 pm


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Asedio de Gijón

El 19 de julio de 1936, fraguándose la Guerra Civil Española, la guarnición en Gijón de las fuerzas sublevadas quiso proclamar el estado de guerra en la ciudad. El sitio comenzó el 20 de julio y terminó el 21 de agosto con una victoria republicana.

El 19 de julio de 1936, la guarnición de Oviedo dirigida por el general Antonio Aranda se unió al Alzamiento Nacional y en pocas horas se adueñó de la ciudad casi sin resistencia tomando por sorpresa a las autoridades republicanas, formando un enclave rebelde defendido por 4000 hombres. Previo acuerdo, en reunión con los mandos de las fuerzas del Ejército, Guardia Civil y Guardia de Asalto, el coronel Antonio Pinilla, jefe del Regimiento de Infantería de Montaña Simancas nº 40 en Gijón, sublevó el día 19 de julio a sus tropas en favor del bando rebelde pero a diferencia de lo ocurrido en Oviedo, en Gijón los sublevados apenas llegaban a unos 600 combatientes.

La necesidad de tomar medidas rápidas tras el Alzamiento obligó a los rebeldes de Gijón y diluyó el factor sorpresa que había sido decisivo en Oviedo, pues la mañana del 19 de julio, el coronel Pinilla intentó sacar a la calle una compañía de soldados sin advertir que su jefe inmediato era un oficial leal a la República, causando una confusión dentro de sus propios mandos subalternos. Por tal motivo desde la tarde del 19 las autoridades republicanas advirtieron que algunos militares pretendían declarar el estado de guerra en apoyo del bando nacional, por lo cual los partidos de izquierdas, sindicatos y federaciones y confederaciones anarquistas estuvieron alertadas antes del intento.

Cuando el coronel Pinilla declaró su adhesión a la revuelta en la mañana del 20 de julio y empezó a ocupar edificios públicos, se halló en gran inferioridad numérica ante las fuerzas leales a la República. En vista que las milicias de la UGT y CNT ya estaban armadas (aunque precariamente) desde el día anterior y estaban advertidas de una posible revuelta, era evidente que no existía factor sorpresa a favor de los sublevados, por lo cual numerosos soldados de la guarnición desistieron de secundar a Pinilla y se rindieron a las autoridades gubernamentales respaldadas por las milicias, quienes desde el inicio tenían una abrumadora superioridad numérica con la cual podían impedir todo intento de dominar la ciudad.

Pronto los rebeldes quedaron en grave inferioridad numérica y concentraron su resistencia en el Cuartel de Simancas, llamado así por ser sede del Regimiento Simancas N° 40, donde resisten poco más de 350 hombres, y en el Cuartel del VIII Batallón de Zapadores que contaba apenas con 180 hombres. A pesar que las milicias republicanas tienen escasas armas, cuentan con grandes cantidades de dinamita que lanzan contra el cuartel durante sus ataques. El mando republicano determinó entonces suprimir la rebelión en Gijón, importante puerto sobre el Mar Cantábrico, antes que concentrar esfuerzos en los rebeldes de Oviedo, por lo cual los esfuerzos principales de las milicias asturianas se concentraron en los ataques contra los Cuarteles del Ejército en Gijón durante más de un mes.

Debido a la escasez de armas suficientes entre los republicanos, los ataques frontales al Cuartel del Simancas les causaron numerosísimas bajas los días 22, 23 y 24 de julio, pero éstas eran compensadas con refuerzos. Con ello, los rebeldes realizaron alguna excursión exitosa en busca de víveres y medicamentos, a pesar de hallarse en un minúsculo enclave a docenas de kilómetros de las fuerzas propias, sin opción de ayuda rápida.

Los rebeldes pronto se vieron faltos de comida suficiente, y sobre todo de agua, a pesar de lo cual la resistencia prosiguió. Se cree que Pinilla, fiado en la propaganda radiofónica del bando nacional respecto del Alcázar de Toledo, esperaba también un inminente rescate por parte de tropas amigas, sin considerar que, a diferencia del Alcázar, el Cuartel del Simancas era un edificio proyectado como colegio que de ninguna manera estaba preparado para soportar un cerco prolongado.

Los ataques con dinamita, aunque causaban grandes bajas a los republicanos, provocaban también graves daños en el cuartel, junto con bajas que los rebeldes no podían compensar. El 29 de julio apareció ante Gijón el crucero Almirante Cervera, ya en poder del bando nacional, pero sus cañoneos no bastaban para reducir los ataques al Cuartel del Simancas. El 1 de agosto se reinician los ataques de las milicias en Gijón hasta el día 5 y la aviación republicana bombardea el cuartel de los rebeldes el 2 de agosto, aumentando los daños. El 12 de agosto los milicianos de la República excavan un túnel subterráneo para tomar el Cuartel del Simancas definitivamente, combatiendo el día 15 contra los rebeldes que consiguen impedirlo. Aun cuando el acorazado España (antes llamado acorazado Alfonso XIII) y el destructor Velasco relevan al crucero Almirante Cervera la marina del bando nacional no puede auxiliar eficazmente a la cada vez más reducida guarnición rebelde, carente de agua y comida, y atacada de nuevo los días 16 y 20 de agosto. Finalmente, el día 21 con apoyo de aviones y artillería las milicias logran entrar al Cuartel del Simancas y derrotan a los últimos defensores de la posición, ejecutando a los oficiales sobrevivientes. En los últimos minutos el coronel Pinilla envía un mensaje radial a las unidades navales del bando nacional, que aún están frente a Gijón, ordenando que abran fuego sobre el cuartel indicando "Disparad sobre nosotros: el enemigo está dentro" antes de morir en el combate. Los buques sublevados no atienden el mensaje, considerándolo una treta de las milicias republicanas.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Mié Jul 04, 2012 1:12 pm


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Batalla de Albarracín

La Batalla de Albarracín fue una pequeña batalla ocurrida en la localidad turolense del mismo nombre durante el verano de 1937 en el contexto de la Guerra Civil Española.

El frente de Aragón constituía desde el comienzo de la guerra un frente secundario, pero también un objetivo primordial de las tropas republicanas. Las tropas franquistas de Aragón mantenían una débil posición defendiendo una larga línea de frente que iba desde los Pirineos hasta la capital turolense y de ahí continuaba hasta los Montes Universales y el nacimiento del río Tajo. Así, resultaba un objetivo apetecible ante las numéricamente superiores tropas republicanas, especialmente Huesca y Teruel, que se hallaban sitiadas. Como apoyo a la ofensiva republicana sobre Brunete y para obligar al enemigo a mantener sus posiciones en este frente, los republicanos de Aragón planean lanzar una pequeña ofensiva sobre Albarracín. No obstante, el objetivo en el frente de Teruel pasa por envolver la capital turolense desde la retaguardia.

Ofensiva republicana

En un rápido despliegue sobre las alturas que se encuentran alrededor de esta localidad, fuerzas de la 42ª División republicana (encuadrada dentro del XIII Cuerpo de Ejército) toman posiciones para atacar la ciudad. La 42ª División alinea a las brigadas mixtas 61ª, 60ª y 59ª, con unos 9000 hombres listos para la acción. Se encuentran frente a una localidad débilmente guarnecida y en una fácil posición de conquista.

El día 5 la división rompió las líneas enemigas y para el día 7 irrumpe en la ciudad.[2] La población es conquistada rápidamente y casi en su totalidad, a excepción de dos núcleos de resistencia concentrados en el Cuartel de la Guardia Civl y en la Catedral, compuestos de civiles y algunos militares simpatizantes del bando nacional en su mayor parte. En el ataque a la localidad será 60.ª Brigada mixta la que se llevará el peso de las operaciones, siendo secundada por fuerzas de las otras dos brigadas. Por otro lado, la mayor parte de la 59ª Brigada se dirigió hacia Gea de Albarracín para reforzar las posiciones mientras que la 61ª Brigada se dirigió hacia Monterde (localidad que conquistó) y el vértice Vallejo Largo. Tras la conquista republicana, la mayor parte de los defensores franquistas tomaron posiciones en la parte alta Albarracín mientras la Aviación nacional bombardeó los enclaves republicanos; Desde ese momento los republicanos pasan a la defensiva.

Contraataque de los sublevados

Las fuerzas sublevadas, integradas mayoritariamente por unidades del Tercio y Regulares marroquíes (pertenecientes a la 13.ª División del general Barrón) comienzan su avance por las carreteras que penetran en la Sierra de Albarracín; A partir del día 9 las fuerzas nacionales se reorganizan formando 3 columnas bajo el mando del general Ponte. Ante esta situación, el día 11 las tropas republicanas reciben órdenes de mantener a toda costa sus posiciones en Albarracín y vencer definitivamente la resistencia de los refugiados que se encuentran en concentrados en algunos edificios, que desde el día 8 resisten sin agua ni víveres. Los nacionales montan un contraataque general que supera a los republicanos y el 14 de julio las tropas de Ponte logran romper las posiciones republicanas en torno a Albarracín y reconquistan la localidad.

El día 16, en medio de una fiera resistencia republicana (que aprovecha de la orografía de la zona) y duros combates, los franquistas han recuperado todas las posiciones que habían perdido al inicio de la ofensiva.

No obstante, aprovechando el ímpetu de su contraofensiva, los nacionales avanzan hacia la línea de los Montes Universales, situada entre Cuenca y Teruel. La ya quebrantada resistencia republicana es incapaz de hacer frente ante la avalancha nacionalista, y el 21 de julio las fuerzas nacionales ya han conquistado varias poblaciones republicanas. El día 31 las fuerzas republicanas continúan la retirada desordenada de sus posiciones defensivas en los Montes Universales ante el avance de la contraofensiva nacional. Hacia el 7 de agosto continúan las acciones en el sector de Bezas, en la carretera a Cañete y Cuenca, pero el avance nacional está casi extinguido y las acciones bélicas han finalizado ya para el día 11.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Mié Jul 04, 2012 1:20 pm


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Frente de Usera

El Frente de Usera fue un episodio bélico ocurrido durante la defensa de Madrid ubicado en el distrito madrileño de Usera. El frente era una extension de terreno que iba desde Carabanchel hasta Entrevías e inicialmente defendida por el Comandante Lister y a de Valentín González, 'El Campesino'. A pesar de ser el objetivo principal la entrada a Madrid por Moncloa produciéndose un fuerte combate en la zona de la Ciudad Universitaria de Madrid, el frente se extendía a lo largo del tramo urbanizado del río Manzanares. A pesar de ser un objetivo secundario el frente tuvo una fuerte actividad desde el 8 de noviembre de 1936. Durante su transcurso de la batalla ya en el año 1937 ocurrieron sucesos de ejecuciones como el 'Tunel de la Muerte' por efectivos de la 36 Brigada Mixta del Ejército Popular.

A finales del año 1936 tras el pronunciamiento, los ejércitos de África se subleban ante el Gobierno de la Segunda República comenzando su marcha hacia Madrid. Las tropas guiadas por el General Varela se componen de cuatro columnas, el día 8 de noviembre de 1936 entran por la Casa de Campo y forman un extenso frente de varios kilómetros cuyo eje principal se dirigía a varios metros, aguas ariba del Puente de los Franceses hasta el sur de la ciudad. El barrio de Usera, al sur de Madrid, había prácticamente alcanzado toda su extensión a lo largo del eje este-oeste a proximidad de la margen derecha del río Manzanares. Durante los primeros combates la defensa fue intensa. De las cuatro columnas atacantes tres de ellas hicieron su avance por la Ciudad Universitaria, el resto fue atacando posiciones de los barrios obreros del sur, entre ellos los de Usera, ubicados en el extraradio. Inicialmente defendida por el Comandante Lister y a de Valentín González, 'El Campesino'. La lucha se establece durante este periodo inicial casa a casa. Ya en enero del año 1937, a causa de las bajas, se reforzó con la 36 Brigada Mixta. En bando atacante se encontraban inicialmente en posición las columnas de Tella y la caballería de Monasterio.

Entre las bajas destacadas de este frente se encuentra la del escultor español Emiliano Barral que el 21 de noviembre fallece cuando acompañaba a su hermano menor, el escultor Alberto Barral, junto con un grupo de periodistas extranjeros en un coche, alcanzado por un obús.

Sobre su muerte, escribió Antonio Machado un sentido epitafio:

Cayó Emiliano Barral, capitán de las milicias de Segovia, a las puertas de Madrid, defendiendo su patria contra un ejército de traidores, de mercenarios y de extranjeros. Era tan gran escultor, que hasta su muerte nos dejó esculpida en un gesto inmortal. Y aunque su vida murió, nos dejó harto consuelo su memoria.

La línea del frente se constituyó en el corazón mismo del barrio de USera, en el emplazamiento elevado de la llamada colonia del Zofío, a unos centenares de metros del río Manzanares, quedando luego estabilizada la línea del frente por ambos bandos mediante la construcción de trincheras y fortificaciones en los edificios, la mayoría de los cuales quedarían derruidos tras los dos años de contienda.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Vie Jul 06, 2012 3:26 pm


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Ofensiva de Córdoba

Se conoce como ofensiva o batalla de Córdoba al conjunto de operaciones efectuadas por el bando republicano en torno a la capital cordobesa entre el 19 y el 22 de agosto de 1936, dentro del marco de operaciones en el Frente de Andalucía durante los primeros meses de la Guerra Civil Española. Ha sido frecuentemente ignorada por la historiografía. De haber triunfado, habría cortado las comunicaciones con Granada (evitando el posterior cerco de Málaga) y habría supuesto una seria amenaza contra Sevilla. El fracaso de la ofensiva es una clara muestra de lo inútil que resultaba la guerra de columnas a la hora de realizar operaciones contra un enemigo que estuviera organizado, aún siendo menor en número.

Empezada la rebelión del 18 de julio de 1936, en Córdoba empieza ésta por la tarde: Desde el Cuartel de Artillería y por orden del coronel Ciriaco Cascajo (orden a su vez del general Queipo de Llano desde Sevilla) se declara el bando de guerra y saca a las tropas a la calle con cañones incluidos. El golpe es apoyado inmediatamente por los grandes terratenientes y administradores de fincas pertenecientes al Círculo de Labradores y la Cámara Agrícola así como militantes de extrema derecha. La Guardia Civil, acuartelada en el Cuartel de La Victoria titubeó en sublevarse o no, pero Cascajo les obligó a unirse a ellos mediante un golpe interno. En las calles de la capital, Guardias de Asalto, acompañados por el alcalde y algunos militantes socialistas y "ugetistas" así como de ciudadanos de a pie intentan defender las calles y los puntos estratégicos de la ciudad pero su escaso número, superado por el ejército y los guardias civiles, les convence de atrincherarse en el Gobierno Civil.

Una vez en el Gobierno Civil, las autoridades consiguen defenderse durante algunas horas frente al tiroteo que hace la guardia civil con fusilería pero la resistencia durará poco porque horas después se reorganiza el ejército y el batallón de artillería consigue colocar algunos cañones frente al edificio resistente, haciendo fuego sobre él; Tras unas horas, la resistencia se desmorona ante y el edificio se rinde. A medianoche, el coronel Cascajo logra controlar de facto la ciudad de Córdoba y nombra nuevas autoridades afines a la derecha. Además de la capital, muchas localidades a lo largo y ancho de la provincia también habían caído en poder de los sublevados.

Durante los días siguientes volverían a control republicano las localidades de El Carpio, Fuente Palmera, Villanueva de Córdoba (todas el día 24), Torrecampo (el 25) y Pedroche (26), en tanto se mantenía estable la situación del frente. Tras estas escaramuzas, organizadas siempre a nivel local por obreros de los mismos pueblos, la defensa cambia con la llegada de una columna de milicias y regulares bajo el mando del General Miaja. Esta columna llega a Montoro procedente del este el día 28, siendo su primer objetivo la rendición de Córdoba, que negocia el propio Miaja con el coronel Cascajo por teléfono mientras se suceden los bombardeos sobre la capital.

En conjunto, la columna de Miaja está compuesta por 3000 hombres repartidos en 9 agrupaciones de las que tres se establecen como guarnición en distintas localidades, mientras una queda de reserva. Las fuerzas de la columna estaban compuestas por algunas fuerzas militares de la 3ª División Orgánica, fuerzas de la Base naval de Cartagena y milicias del Levante y Jaén. Finalmente, para el ataque quedan 5 agrupaciones[6] muy variopintas que atacarían desde varias direcciones a lo largo del frente:

  • Agrupación Armentia, compuesta por 2 compañías de fusiles y una batería ligera, además de milicianos de Peñarroya y los Pedroches. En total, unos 280 hombres al mando de Gerardo Armentia Palacios.
  • Agrupación Balibrea, constituida por 2 compañías de fusiles, una sección de ametralladoras y una batería ligera. En total, unos 280 hombres al mando de José Balibrea Vera.
  • Agrupación Pérez Salas, estructurada por 1 sección de ametralladoras de Castellón, 2 baterías del "Quinto Ligero de Valencia", 1 batallón de milicianos de Alcoy, las milicias de Espejo y unos 300 Guardias Civiles. En total, unos 900 hombres al mando del comandante Pérez Salas. En apoyo de esta columna se encuentra la Agrupación Viqueira, compuesta por unos 120 hombres (milicianos).
  • Agrupación Peris, formada por distintas milicias procedentes de Jaén y al mando del socialista, y también diputado, Alejandro Peris, en total unos 750 hombres escasamente pertrechados.

Las agrupaciones con más probabilidades de avanzar son las de Armentia y Balibrea (por el norte) y la de Pérez Salas (por el sur), siendo la Pérez Salas la de mayor importancia y fuerza. El ataque de la Armentia se produciría desde carretera de Cerro Muriano, mientras que la Balibrea debería forzar el paso por el Puente Mocho y atacar por la carretera de Madrid. La columna Pérez Salas forzaría el paso por Torres Cabrera y entraría por el Puente Romano, en un movimiento de tenaza. Se contaba con que la débil guarnición militar cordobesa se vería superada por las fuerzas republicanas, las cuales atacarían por varios frentes en un ataque en forma de tenaza y con el apoyo de aviación procedente del aeródromo de Andújar, en (Jaén).

La preparación del ataque

Dada la dificultad en tomar la capital, Miaja en un principio se concentra en los pueblos, comenzando por la zona norte y el Valle de los Pedroches donde recupera Añora (5 de agosto), Adamuz (10), Belalcázar (14), Alcaracejos, Villanueva del Duque, Hinojosa del Duque y Pozoblanco (éstas, el día 15), donde aún resistían numerosos derechistas y guardias civiles.

La importancia de Córdoba estribaba en ser un nudo de comunicaciones cuya posesión decidiría el destino de Granada y Málaga (que se encontraba virtualmente aislada desde que se enlazara la zona sublevada con Granada) y despejaría el camino hacia el Paso de Despeñaperros; Con la caída de Córdoba también se vería gravemente comprometida Sevilla. Además, en aquel momento, la guarnición de la capital cordobesa era muy pequeña y no contaban apenas con apoyo de otras tropas sublevadas.

Ataque republicano

El 20 de Agosto comenzó el largamente esperado ataque sobre la ciudad con las 5 columnas. La resistencia de los sublevados fue más fuerte de lo esperado ya que desde Sevilla había llegado el teniente coronel José Enrique Varela junto algunos refuerzos de tropas africanas. Varela, en una rápida decisión, reforzó con los africanos la posición de Alcolea. La Agrupación Pérez Salas junto con las Peris y Viqueira forzaron la resistencia en Torres Cabrera y se situaron a solo 8 Km. del casco urbano, pero la intervención de los Savoia-Marchetti SM-81 venidos de la Base Aérea de Tablada (en Sevilla) detuvo todo avance. La Agrupación Pérez Salas era la más importante de las 5 agrupaciones, pero los bombardeos de los sublevados causaron importante bajas entre sus componentes; a pesar de ello, el comandante Pérez Salas no abandonó sus intentos de entrar en Córdoba. A últimas horas del día 20, Miaja dispuso el ataque de las agrupaciones Balibrea y Armentia. Aunque la columna Armentia se situó a 6 km del casco urbano por la carretera de Cerro Muriano, la columna de Balibrea se topó con la resistencia de los marroquíes en puente Mocho.

Para la madrugada del día 21, la agrupación Pérez Salas se encontraba muy mermada por los ataques aéreos mientras las agrupaciones Balibrea y Armentia se encontraban detenidas sin ninguna posibilidad de avanzar. A primeras horas de la mañana, se produjo un fuerte bombardeo de la ciudad por parte de la aviación gubernamental, aunque para ese momento Miaja ya había ordenado suspender el ataque y volver a sus bases de partida. Hasta el día 22 se mantuvieron los combates, pero el ataque ya se podía dar por finalizado ese mismo día. Entonces Miaja fue rechazado y muchos milicianos sólo usaron sus fusiles contras los que intentaban evitar detener su huida.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Mar Jul 17, 2012 9:51 am



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Batalla de Santander

Se conoce como Batalla de Santander al conjunto de operaciones militares llevadas a cabo durante la Guerra Civil Española entre el 14 de agosto y el 17 de septiembre de 1937 en Cantabria (por aquel entonces provincia de Santander) y que culminarían con su ocupación por el ejército sublevado contra la II República.

En julio de 1937 el Gobierno de la República ordenó una ofensiva sobre Brunete, como maniobra de distracción que descongestionase Madrid y contuviera el avance del ejército nacional en el Norte, en esos momentos, a las puertas de la provincia de Santander. La batalla de Brunete acabó a finales de julio y el general Franco, deseoso de finalizar el episodio del Norte, recuperó para este frente las unidades que había desplazado a las operaciones del centro. La ofensiva era inminente.

El 6 de agosto, un decreto creaba en Santander la Junta Delegada del Gobierno en el Norte, persidida por el general Mariano Gamir Ulibarri, máximo responsable militar, y compuesta por un representante de los Gobiernos del País Vasco, Asturias y Santander. Se trataba así de coordinar las acciones de defensa. En este tiempo, unido a la falta de alimentos, los habitantes de la capital sufrían ataques aéreos regulares, mucho más frecuentes que el año anterior, y se les animaba desde la prensa local a una febril tarea de fortificación. A la vez, se procedía a la evacuación por mar de refugiados vascos con destino a Francia.

La defensa del territorio cántabro se confió a 80.000 hombres englobados en cuatro Cuerpos de ejército: el XIV formado por lo que quedaba del Ejército Vasco, el XV compuesto en su mayoría por tropa cántabra y, en menor medida, los XVI y XVII asturianos. Apoyando a estas fuerzas los republicanos contaban con 50 baterías artilleras, 33 cazas y bombarderos y 11 aviones de reconocimiento.

Por su parte, las fuerzas sublevadas constaban de seis brigadas de Navarra y dos de Castilla apoyadas ambas por tres divisiones y una brigada italiana, todas ellas al mando del general Fidel Dávila Arrondo, responsable del Ejército del Norte tras la muerte del general Emilio Mola. A ello hay que sumar un importante apoyo artillero y de aviación. Formaban 90.000 hombres.

El campo de batalla se situaría en terreno montañoso al localizarse el frente en la Cordillera Cantábrica, cuyas cumbres más elevadas estaban en manos de la República, que tenía ventajas posicionales. La línea de batalla discurría por la zona sur de Reinosa hasta el Puerto del Escudo, dibujando una bolsa entre Barruelo de Santullán, Aguilar de Campoo y Soncillo, que constituía la avanzada republicana sobre la Meseta castellana y donde se concentraba el mayor número de tropas del Ejército de la República. A la larga, esta citada bolsa, con problemas de abastecimiento y de difícil defensa, se convertiría en una trampa.

Por otro lado, las condiciones físicas y la moral de los atacantes eran superiores a las de las fuerzas republicanas. Muchas unidades vascas no deseaban luchar fuera de Euskadi, y el propio lehendakari, José Antonio Aguirre, había querido trasladar por barco todas las fuerzas vascas al frente de Aragón, cruzando Francia, para avanzar sobre Navarra desde la retaguardia republicana, idea rechazada desde el gobierno de la República, en Valencia, al considerarla impracticable y quimérica. A ello se deben, añadir las difíciles relaciones entre los diferentes batallones asturianos, cántabros y vascos. Así lo señalaría Dolores Ibárruri más tarde:

Hablar del Ejército del Norte era un eufemismo. Había las milicias de Asturias, las milicias de Santander y las del País Vasco, que en general actuaban cada una con sus propios mandos... No se toleraba que ningún intruso se inmiscuyese en asuntos de familia, aunque la estrechez egoísta y localista llevase a unos y a otros a la catástrofe, y a todos, a ir preparando el terreno para la derrota de la República...

La conducta decaería aún más al extenderse los primeros rumores, a la larga fidedignos, de que altos cargos del gobierno vasco habían estado negociando desde junio la rendición de sus fuerzas a los italianos, la cual se materializaría el 24 de agosto con la firma del Pacto de Santoña y la concentración de las tropas del Eusko Gudarostea en esta localidad cántabra.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Mar Jul 17, 2012 9:55 am


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El 14 de agosto de 1937 comenzaron las operaciones por parte del bando franquista con el bombardeo de las posiciones republicanas mediante artillería y aviación; el primer objetivo fue la fábrica de armamento Constructora Naval de Reinosa y el nudo ferroviario de Mataporquera, atacando la 1ª Brigada Navarra entre el Pico Valdecebollas y Cuesta Labra, ocupando las alturas de la Sierra de Híjar y avanzando hacia Reinosa. Con ello se pretendía amenazar la principal arteria de comunicación del enemigo, dejando así en situación crítica a las fuerzas republicanas que se hallaban al sur de la Cordillera Cantábrica. Este primer día de ataque, las brigadas navarras rompieron la línea del frente sur republicana, muy castigada por los bombardeos aéreos. El CTV italiano rompe el frente en Soncillo (entre el puerto de Carrales y la zona de Quintanaentello, Burgos) avanzando hacia El Escudo (Cantabria) y Arija (Burgos); se dan combates aéreos en El Escudo, derribando la aviación republicana un biplano de asalto Romeo Ro 37.

El día 15, las fuerzas nacionales avanzan, no sin dificultad, por el sector de Barruelo de Santullán hasta Peña Rubia, Salcedillo, Matalejos y Reinosilla, encontrando fuerte resistencia en el Portillo de Suano. El general Gamir Ulibarri planifica una desesperada defensa en la línea norte de Peña Astía - Peña Rubia - Peña Labra. Seis mil soldados republicanos quedan copados en la bolsa de Reinosa. La aviación del bando nacional bombardea Soto-Iruz (causando cuatro muertos y varios heridos) y derriba dos Polikarpov I-16 sobre El Escudo.

Al día siguiente, día 16, la IV Brigada Navarra logra romper la resistencia en el Portillo de Suano avanzando y apoderándose del complejo fabril intacto, ante la negativa de los obreros de destruirlo, y entran en Reinosa al anochecer. La brigada de García Valiño proseguiría su avance a lo largo del río Saja, buscando el valle de Cabuérniga.

Las tropas italianas avanzaron paralelamente por la carretera Corconte-Reinosa ante la retirada de las fuerzas republicanas por Lanchares hacia San Miguel de Aguayo. A su vez proseguían los ataques al Puerto del Escudo donde la 55ª División Montañesa de Choque del Teniente Coronel Sanjuán oponía una fuerte resistencia. Las fuerzas republicanas se retiran por el Valle de Luena volando varios puentes e incendiando varias casas y el Ayuntamiento con su archivo.

El día 17 y pese a las labores de fortificación republicanas, los italianos de la División 23 de Marzo logran conquistar el Puerto del Escudo, copando de este modo a 22 batallones republicanos y consiguiendo reunirse con el resto del ejército en la localidad de San Miguel de Aguayo. Con este rápido ataque en tenaza, las fuerzas nacionalistas logran estrangular la bolsa republicana del Alto Ebro. La destrucción de esta bolsa, con su importante número de fuerzas republicanas, supuso un duro golpe moral para el resto del ejército.

A partir de aquí la ofensiva sigue en dos direcciones: por un lado, un sur-norte, profundizando por los cuatro valles que abren camino desde la montaña hacia el Mar Cantábrico (Cabuérniga, Besaya, Pas y Carriedo) con un objetivo claro: la población de Torrelavega que permitiría cortar la retirada hacia Asturias de las fuerzas republicanas.

Por otro lado, las fuerzas italianas Flechas Negras abren el frente por el oeste avanzando por la costa y alcanzando los ríos Asón y Agüera.

La aviación rebelde, especialmente activa este día, bombardea Borleña (un muerto y al menos un herido), el aeródromo de Pontejos, las instalaciones de la CAMPSA en El Astillero, Sarón (doce muertos) y Alceda (un muerto), mientras aviones alemanes derriban dos Polikarpov I-15 sobre Villacarriedo.

Para el día 18, todo el sistema defensivo planteado por el general Gamir Ulibarri estaba roto, no pudiendo establecer una línea continua de defensa, ya que el rápido avance enemigo era imparable, desbordando todas las posiciones que le hacían frente. Gamir Ulibarri manda todas las tropas de reserva a vanguardia y solicita al XIV Cuerpo de Ejército el envío urgente de dos brigadas vascas desde Carranza a Ramales de la Victoria.

Ese mismo día, tropas navarras ocupan Santiurde en tanto que los italianos alcanzan San Pedro del Romeral y San Miguel de Luena.

El día 19, unidades italianas precedidas de tanques eliminan la resistencia republicana en las zonas de montaña al norte de San Pedro del Romeral ; los avances de las tropas nacionales por Cabuérniga, Bárcena de Pie de Concha en el valle del Besaya, Entrambasmestas y el valle del Pas obliga a Gamir Ulibarri a dictar rigurosas órdenes para que se resistiese. No obstante, el rápido avance franquista logra rebasar la tercera línea de defensa republicana establecida, por lo que no tuvo más remedio que organizar el plan estudiado de repliegue a la ciudad de Santander. La aviación franquista bombardea la Vega de Pas, destruyendo la iglesia, y por la noche las fuerzas republicanas se retiran de la Vega hacia Selaya.

El día 20, el XVII Cuerpo de Ejército situó una brigada en Torrelavega y la 48ª División vasca solicitada por el Jefe del Ejército del Norte se dispone en Puente Viesgo para defender las comunicaciones con Asturias. Las tropas italianas alcanzan las cumbres de Cildá, Guzparras y Berana, rodeando Alceda y Ontaneda y entrando en Vega de Pas; la aviación republicana ataca la columna italiana que asciende por el puerto de La Braguía, causando numerosas bajas.

El 21 las tropas franquistas entran en San Martín de Toranzo, Selaya, Castillo Pedroso, Quintana de Toranzo, Alceda, Ontaneda, San Vicente de Toranzo, Villacarriedo, Tezanos y Bárcena, alcanzando Santibáñez; la aviación italiana derriba seis Polikarpov I-16 y un Polikarpov I-15 sobre El Escudo.

En la noche del 21 al 22, los tres batallones de nacionalistas vascos de la 50ª División de choque vasca, al mando de Ibarrola, abandonan sus posiciones en el valle del Saja -así como los de la División de Gómez, Cristóbal Errandone y Lazcano- desplazándose hacia Santoña. Mientras tanto las fuerzas italianas y las brigadas navarras prosiguen su avance hacia Torrelavega y Cabezón de la Sal.

El día 22, las fuerzas nacionales ya estaban a pocos kilómetros de Torrelavega y de Puente Viesgo. Cae Las Fraguas. Todo el XIV Cuerpo de Ejército republicano se prepara para cubrir la línea defensiva del río Asón, con el fin de defender Santander, en tanto que las demás fuerzas intentan salvaguardar las comunicaciones con Asturias.

La aviación italiana derriba otros tres Polikarpov I-15 sobre El Escudo; se dan combates entre fuerzas italianas y republicanas en Santibáñez de Carriedo, Puente Viesgo y entre Prases y Borleña; la aviación republicana bombardea Selaya causando tres muertos.

Dada la situación tan crítica, por la tarde se reúne la Junta Delegada del Gobierno republicano con el fin de estudiar las dos alternativas posibles: retirar el ejército hacia Asturias o replegarse hacia la ciudad de Santander y resistir durante 72 horas más, con el fin de esperar la maniobra de distracción prometida por el Ministro de la Guerra, Indalecio Prieto, que se desencadenaría a partir del 24 de agosto en el Frente de Aragón (Batalla de Belchite). Se opta por esta última alternativa.

El día 23, las brigadas navarras alcanzan el valle de Mazcuerras, llegan a la carretera de la costa y al ferrocarril de Asturias y ocupan el vértice de Ibio. Mientras, las fuerzas italianas vencen la resistencia republicana en los pasos que defiende Puente Viesgo. Ante la retirada general y caótica republicana, se ordena su persecución sin perder el contacto con el enemigo, alcanzando las posiciones defensivas republicanas del Dobra, así como Santa María de Cayón. Las tropas italianas que avanzan por el Este se acercan a Castro-Urdiales. La aviación republicana ametralla una columna italiana en la carretera de Ontaneda antes de ser atacada a su vez por la aviación rebelde, que derriba dos Polikarpov I-15 y un Polikarpov I-16, perdiendo un Fiat CR.32. La aviación franquista bombardea Oruña (al menos 5 muertos) y Renedo (al menos dos muertos).

Las fuerzas armadas vascas comienzan a retirarse en dirección a Santoña, a 30 kilómetros al Este de la capital cántabra. El gobierno vasco desistía de seguir combatiendo tan lejos del País Vasco, y tenía las esperanzas puestas en las negociaciones de su rendición que se estaban llevando a cabo con el gobierno italiano en Roma.

El día 24 se renuncia a la defensa de la capital cántabra y Gamir Ulibarri ordena la evacuación general hacia Asturias, aún en manos republicanas. Fuerzas nacionales toman Torrelavega, ocupan a las 18:00 el cruce de Barreda y quedan cortadas la comunicaciones terrestres con Asturias. Las fuerzas republicanas estaban ya copadas y la deserción y huida de los mandos políticos y militares es en ese momento generalizada. Unidades enteras se quedan sin superiores. Ese mismo día el comandante de la 54ª División, Eloy Fernández Navamuel, sale en avión en dirección a Francia.

La aviación italiana bombardea Vargas (al menos dos muertos), mientras las tropas italianas entran en Puente Viesgo, Vargas, Carandía, Zurita, Vioño, los valles de Cayón y Castañeda y Obregón.

Así las cosas, en el frente oriental los batallones vascos en rebeldía se habían ido concentrando en Santoña, enviando emisarios que tomaron contacto en Guriezo con las fuerzas italianas de la brigada Flechas Negras que marchaban por la costa, e iniciando unas confusas negociaciones. Ambos firmaron en el pueblo de Guriezo un documento por el cual se rendían con condiciones. Este acuerdo se conocería posteriormente como el Pacto de Santoña, el cual no se llevaría a efecto al enterarse el general Dávila.

El día 25, el general Gamir Ulibarri, con parte de su Estado Mayor, el asesor ruso el general Vladimir Gorev y algunos políticos, entre los que se encontraba el presidente del País Vasco, José Antonio Aguirre, abandonan Santander a bordo de un submarino, se dirigen a Gijón y establecen posteriormente su Cuartel General en Ribadesella, ordenando que se organizase una línea defensiva en el río Deva con los restos de las tropas de Galán y de la División Ibarrola. Las fuerzas republicanas que aún permanecían en la capital cántabra se rinden.

A las 8:00 del día 26 de agosto de 1937, soldados de la IV Brigada de Navarra y de la División Littorio avanzan hacia la capital, entrando en ella hacia el mediodía entre el recibimiento enfervorizado de una población mayoritariamente conservadora. En Santander, las tropas nacionales hicieron 17.000 prisioneros, muchos de los cuales serían fusilados de inmediato.

Las personas más comprometidas con el régimen republicano habían vivido 48 horas dramáticas esperando encontrar plaza en alguno de los barcos que zarpasen para Asturias o Francia con la esperanza de no ser interceptados en altamar por la armada franquista que controlaba el Mar Cantábrico. A los que no pudieron escapar les quedaba un futuro incierto, con innumerables citaciones públicas ante tribunales militares sumarísimos. Otras tropas rebeldes alcanzan Cabezón de la Sal.

El 31 de agosto, los restos del ejército republicano en retirada hacia Asturias supuestamente incendian y dinamitan Potes.

El 1 de septiembre, las tropas franquistas alcanzan la línea del río Deva, ocupando Unquera (en la desembocadura), así como Panes (Peñamellera Baja), La Hermida y todo el Valle de Peñarrubia, cortando las comunicaciones entre Liébana y Asturias. La II Brigada de Castilla toma las posiciones de Peña Labra, Piedrasluengas y Sierra de Albas, entre Palencia y Cantabria.

El 2 de septiembre confluyen en Potes las tropas de la II Brigada de Castilla que bajan desde Palencia y las de la VI Brigada de Navarra que avanzan desde Lamasón por el Collado de Taruey y el Valle de Bedoya (Cillorigo de Liébana).

Al día siguiente, 3 de septiembre, la 81ª División franquista avanza desde León por San Glorio, bajando por Vega de Liébana hasta confluir con el resto de las fuerzas en Potes. Otras tropas rebeldes avanzan desde Potes hasta Cosgaya por el Valle de Camaleño.

El 4 de septiembre, las tropas nacionales entran en Posada de Valdeón (León) estrechando el cerco de los Picos de Europa.

El 7 de septiembre, las tropas rebeldes suben hasta las Minas de Ándara, quedando la garganta del río Urdón entre las posiciones franquistas y las republicanas, situadas en Tresviso.

Finalmente, el 17 de septiembre es ocupada la última localidad cántabra que seguía en poder republicano, Tresviso, con lo que las operaciones militares finalizan en Cantabria.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Lun Jul 23, 2012 8:01 am


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Ofensiva de Asturias

La Ofensiva de Asturias fue el ataque ejecutado durante la Guerra Civil Española por las tropas sublevadas en septiembre de 1937 contra el reducto republicano situado en la región de Asturias, último territorio leal a la República en la costa del Mar Cantábrico. En inferioridad numérica y atrapadas en una zona de reducida extensión (aunque de agrestes montañas) las fuerzas del Ejército Popular no pudieron resistir por mucho tiempo el avance franquista que disponía de mayores medios de combate en cuanto a artillería y aviación.

Tras las derrotas republicanas en Bilbao y en Santander, el territorio leal a la República en la costa contábrica, popularmente denominado Frente del Norte por ambos bandos, quedó reducido a un enclave constituido por la casi totalidad de Asturias, a excepción de Oviedo y corredor terrestre que conectaba esta ciudad con Galicia, territorio en poder de los sublevados desde octubre de 1936.

Desde marzo de 1937 los rebeldes habían iniciado su ofensiva en el Norte en dirección este-oeste causaba que su avance alejase cada vez más al enclave republicano cantábrico del resto de la zona bajo control de la República. Asimismo, las ofensivas del bando republicano de junio y julio de 1937 (Batalla de Brunete primero y Batalla de Belchite después) no habían aliviado la presión de los sublevados sobre el Frente Norte. La caída de Santander en poder de los rebeldes el 26 de agosto de 1937 concentró a todos los sobrevivientes republicanos de la zona norte en Asturias, la región más alejada del resto de la España republicana, lo cual dificultaba sobremanera la comunicación rápida y el envío de refuerzos de aviación y artillería para resistir.

Los mandos del bando nacional tomaron un descanso muy breve tras entrar en Santander y ya a fines de agosto inicaron su marcha sobre la montañosa Asturias. Mientras tanto, en Gijón los líderes republicanos asturianos forman el Consejo Soberano de Asturias y León, dirigido por Belarmino Tomás, considerando que las urgencias bélicas les impedían conducirse en el normal acatamiento a la autoridad del gobierno republicano de Juan Negrín. De inmediato el nuevo Consejo instala una autoridad unificada en la zona bajo su mando por encima de los antiguos consejos regionales de Santander y Euskadi, y reuniendo las tropas republicanas de toda procedencia bajo el mando del coronel Adolfo Prada Vaquero, que desde el 29 de agosto sustituye al general Mariano Gamir Ulibarri.

No obstante, el 5 de septiembre de 1937 las avanzadas de los sublevados, formadas por la 1° Brigada Navarra del general José Solchaga, chocaron contra una feroz resistencia republicana en el paso monañoso de El Mazuco, iniciando la Batalla de El Mazuco ese mismo día. Tras una tenaz resistencia republicana, los franquistas pudieron eliminar las defensas republicanas tras muchos días de combate y el 22 de septiembre las últimas tropas republicanas debieron retroceder, dejando abierta la vía de Asturias a los sublevados. La esperanza republicana de contener a los atacantes al menos hasta la llegada del invierno en el mes de diciembre se torna prácticamente inviable.

La aplastante superioridad numérica de las tropas nacionales, junto con una acertada estrategia lograron abrir el avance de las tropas nacionales, favorecidas por la casi total ausencia de aviación republicana que pudiera detenerlos, pese a que en el montañoso relieve asturiano la aviación nacional debiese esperar que sus enemigos se concentrasen en una zona despejada para poder atacarlos eficientemente.

Al cesar la resistencia republicana en El Mazuco, los nacionales avanzan hacia el centro mismo de la zona republicana en Asturias y el 18 de septiembre las tropas de la 1° Brigada Navarra toman Ribadesella, luego el 1 de octubre los nacionales entran en Covadonga, pudiendo amenazar el camino de todas las tropas de la República que se replieguen hacia Gijón.

La defensa republicana se endurece, favorecida por el terreno montañoso, pero la inferioridad numérica, y la falta de municiones y protección aérea no permite detener por mucho tiempo a los ataques de los nacionales: el 10 de octubre las tropas franquistas ocupan las dos márgenes del río Sella y al día siguiente los republicanos pierden Cangas de Onís, mientras en la mañana del día 20 de octubre los nacionales dirigidos por el general Antonio Aranda se unen a las fuerzas de Solchaga en Infiesto, arrinconando a los republicanos entre Pola de Laviana y Villaviciosa.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Lun Jul 23, 2012 8:10 am


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Cerro Garabitas

El Cerro Garabitas se trata de un cerro ubicado en el parque madrileño de la Casa de Campo. Este lugar fue el escenario de diversas batallas durante la Guerra Civil en la Batalla de Madrid. Este cerro, por ser el punto más elevado de la Casa de Campo con sus 677 metros de cota, fue lugar de la ubicación de las baterías artilleras que desde comienzos del mes de diciembre de 1936 bombardearía Madrid. Durante el periodo de la contienda se intentó lograr esta posición estratégica con el objeto de detener el bombardeo sobre Madrid, pero el intento fue infructuoso a lo largo del periodo 1936-1939. En la actualidad, en la cima del cerro existe una una torre de vigilancia para los guardas del parque

Las tropas del ejército nacional comandadas por el General Varela que avanzaban el 10 de noviembre de 1936 por la Casa de Campo tenían la intención de asaltar Madrid desde esa posición. Las tropas republicanas de la XI Brigada Internacional intentaron cortar las comunicaciones cortando el acceso a la Ciudad Universitaria al mismo tiempo que lograban el acceso al cerro. La llegada de sucesivos refuerzos procedentes de Albacete por parte del ejercito republicano no pudieron evitar que las tropas nacionales tomaran este cerro el día 13 de noviembre (tomándose igualmente los vértices de Paquillo y Basurero). El guerrillero anarquista Buenaventura Durruti y su columna de Durruti fue asignada a este sector y finalmente tras fuertes combates la columna fue mermada en sus intentos de lograr el cerro. Buenaventura Durruti fue herido de muerte en Moncloa el 20 de noviembre y murió pocas horas después en el Hotel Ritz. El día de nochevieja de 1936 los artilleros descargaron doce proyectiles dirigidos a la Puerta del Sol. Se realizaron intentos de conquistar el cerro posteriormente en 1937, las Brigadas Mixtas tomaron parte en el periodo que va desde 10 al 14 de abril en un fracasado intento de conquistar el Cerro Garabitas.

Ya en la época de la post-Guerra el cerro se convierte en celebración de los militares vencedores.Poco a poco el lugar fué perdiendo la significación que tuvo en los periodos de contienda y se instaló en él una torre de vigilancia para uso de los guardas forestales de la zona.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Lun Jul 23, 2012 8:20 am


DEPOL Guardia Civil

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Batalla de la Ciudad Universitaria de Madrid

La Batalla de la Ciudad Universitaria de Madrid fue una confrontación bélica incluida en el comienzo de la defensa de Madrid durante la Guerra Civil Española. Esta batalla ocurrió en el área del que era un nuevo campus de la Ciudad Universitaria en un periodo que va del 15 al 23 de noviembre de 1936 (aproximadamente una semana) quedando prácticamente estable el frente hasta el final de la guerra. El objetivo de las milicias republicanas era la "defensa de la capital a toda costa" y para ello era necesario detener el avance de las columnas al mando del General Varela y evitar la caída de Madrid. Por otro lado los ejércitos sublevados atacantes tenían como objetivo la "toma de la ciudad" en el periodo de tiempo menor posible. La persistencia y tenacidad de ambos contendientes en la batalla supuso un punto de inflexión en el transcurso de la Guerra Civil, en parte debido a que fue donde se detuvo el avance de las tropas de Franco por primera vez. Siendo además el campus uno de los lugares de confrontación más duraderos de la Guerra Civil. La resistencia de la ciudad de Madrid trascendió a la moral de los combatientes en otros frentes a lo largo la zona controlada por el Gobierno de la República. El desenlace final del periodo combativo, el 23 de noviembre de 1936, supuso un cambio de estrategia por parte de las fuerzas atacantes. Entre las principales características de esta confrontación cabe destacar la entrada en combate, por primera vez durante la contienda, de diversas columnas pertenecientes a las Brigadas Internacionales, así como material militar pesado de origen soviético. Los atacantes recibían material y combatientes de Alemania e Italia, siendo además una de las primeras veces en la historia en las que se emplea el bombardeo aéreo contra población civil.

El asalto frontal planificado militarmente por las tropas del General Varela para el día 8 de noviembre de 1936, comenzó con un avance inicial por la Casa de Campo. Este ataque desplazó el núcleo de maniobra hacia el noroeste para ocupar la zona comprendida entre la Ciudad Universitaria y la Plaza de España. Este ataque frontal inicial fue muy cruento en ambos bandos, y produjo un avance de líneas muy lento que dirigía el eje de principal de esfuerzo a través de la Casa de Campo hasta la rivera del río Manzanares. Es en esta rivera donde las tropas asaltantes vieron la necesidad de avanzar hacia los puentes que se encontraban fuertemente defendidos por las tropas milicianas. Tras varios intentos fallidos de intentar cruzar el Manzanares se logra entre el espacio de dos de de ellos, el martes 15 de noviembre se inicia la batalla de la Ciudad Universitaria. Extendiendo por el campus el conflicto. La violencia encarnizada por ocupar la ciudad y el empeño por frenar el avance se mantienen con tenacidad en ambos bandos. Las posibilidades tácticas se van agotando con gran coste de vidas mientras se desarrolla el combate entre las facultades y edificios diversos del campus. La lucha se caracterizó por la lucha dentro de los edificios, a veces habitación por habitación, piso a piso. Tras una semana de inmenso desgaste y escaso avance el General Franco se reúne en el Cuartel General de Leganés y tras el día 23 de noviembre se cambia la estrategia atacante: seguiría un ataque indirecto a Madrid, el de envolvimiento con una maniobra en el eje Las Rozas-Humera (en la actualidad un barrio de Pozuelo de Alarcón) a menos de dos kilómetros al noroeste del campus, todo ello dio lugar a otras batallas como la del Jarama (febrero de 1937) y posteriormente la de Guadalajara (marzo de 1937). El frente del campus en forma de cuña, cuyo vértice era el Clínico, mantuvo sus líneas prácticamente inalterables durante el resto de la Guerra Civil. A pesar de todo ello, se estableció en la Ciudad Universitaria y Parque del Oeste una lucha encarnizada de minas y contraminas, toda ella con infructuosas ofensivas de infantería. Hasta que el 28 de marzo de 1939 el coronel Segismundo Casado entregó la ciudad a las tropas asaltantes.

Debido a los rumores de avance de tropas beligerantes hacia Madrid, las actividades docentes en la Ciudad Universitaria se habían suspendido en el mes de agosto de 1936 a espera de "nuevos acontecimientos", la actividad administrativa continuaba realizándose, aunque de forma muy limitada por la inestabilidad de la situación. Aparecen listados de profesores apartados del servicio en agosto, así como la llegada de nuevas remesas de libros destinados a las bibliotecas. En noviembre muchos profesores se desplazan a Valencia. Así como los trabajadores de la Universidad Central. Hasta el 5 de noviembre no se empezará a intuir que éste sería el teatro de operaciones del ataque a Madrid. La cartografía militar de la zona empleada por ambos ejércitos para describir el Teatro de Operaciones corresponde a la Hoja 559 IV (Cuadrante 5E) del Plano Director de Pozuelo de Alarcón elaborada en los Talleres del Ministerio de la Guerra de Agosto de 1937.

El campus todavía estaba en obras a comienzos del conflicto armado, a pesar de ello contaba con numerosos edificios y con parte de las instalaciones casi operativas. Ya desde comienzos de noviembre se va convirtiendo el área en un prolongado campo de batalla y muchos de sus edificios son seriamente dañados por el fragor del combate, siendo de todos ellos la Facultad de Filosofía y Letras la más afectada. Los testimonios de la destrucción han sido recogidas por brigadistas que lucharon en la batalla como fue: John Sommerfield, Dan Kurzman, Bernard Knox han sido recogidos por escritores como Marta Torres Santo Domingo. Tres cuartas partes de la Universidad quedaron ocupadas por el ejército sublevado en el día 23 de noviembre. Durante el resto del conflicto que sigue al día 23 se continuó construyendo diversas trincheras, nidos de ametralladora, refugios de todo tipo y búnkeres en el área del campus, a pesar de ello el frente casi no sufrió apenas cambios. Siendo la guerra de minas un desenlace final que modificó completamente la orografía de la zona.

Los edificios de la Ciudad Universitaria se encontraban repartidos en una ligera cuesta arriba desde la rivera del Manzanares. La Batalla se produjo con el ejército defensor en cotas ligeramente elevadas sobre el atacante durante todo momento. En 1936 había diversos edificios en la zona, a pesar de haberse construido sólo cuatro Facultades (Medicina, Farmacia, Ciencias y Filosofía) y las Escuelas de Arquitectura, Veterinaria e Ingenieros Agrónomos. Sobre el Parque del Oeste se encontraba el Instituto Nacional de Sanidad, la Escuela de Veterinaria, el Departamento Antirrábico, la Fundación del Amo (residencia de estudiantes americanos con aforo de cien estudiantes) y la Residencia de Estudiantes. En una posición más septentrional se encontraba, tras superar una ligera vaguada, aparecía el Palacete de la Moncloa y el Monumento a los Héroes de las Campañas Coloniales (desaparecido en la actualidad). Al fondo se encuentra un conjunto de edificaciones liderado por el Hospital Clínico. Tras él, en dirección este, se encontraba el casco urbano de Madrid. En 1936 la zona urbana de Madrid de esta área era una serie ininterrumpida de solares. La casa de Campo, la zona de Moncloa y la Ciudad Universitaria se fortificaron gracias a las operaciones de zapadores del coronel de ingenieros Tomás Ardiz Rey en colaboración con Carlos Masquelet

Tras el pronunciamiento de julio, que no tuvo igual suerte en todo el territorio español, ciudades como Madrid permanecieron leales al Gobierno de la República. Las tropas rebeldes de África se fueron agrupando en el sur de la península e iniciando una marcha hacia Madrid. Ya desde el 2 de agosto, que comenzaron su avance, Madrid era un objetivo militar. Las columnas rebeldes encontraron diversos problemas tácticos, pero en ningún momento se impidió o se detuvo su avance. Tres meses de avance constante por Extremadura, les sitúan el 6 de noviembre en los lindes exteriores de la Casa de Campo. Las cuatro columnas atacantes (la de Castejón, Asensio, Barrón, Tella) se encuentran a sólo siete kilómetros de la Puerta del Sol. Las dos únicos núcleos de grandes poblaciones atacados durante esos tres meses fueron Badajoz (el 14 de agosto las tropas del general Yagüe) y Toledo (general Varela). Los asaltos de las tropas atacantes tuvieron casi siempre tácticas similares, primero se ejecutaba un ataque frontal muy agresivo apoyado por efectivos de artillería pesada, y luego de se ejecutaba un desbordamiento por los flancos (maniobra envolvente), esto último solía causar pánico entre las tropas de milicianas que poseían poca instrucción militar, lo que provocaba una retirada desordenada que acababa deshaciendo la defensa. En algunos casos se procedía a rodear las fuerzas milicianas dejando expedita una vía de escape que era fuertemente bombardeada por la artillería. Estas tácticas fueron ejecutadas repetidas veces durante el avance a Madrid. Sin embargo ahora el objetivo militar era más extenso, y existían diversas posibilidades de ser abordado.

Por un lado se encontraban las agrupaciones de edificios ubicados en la orilla derecha del río Manzanares, estas agrupaciones se prolongan en barrios desde los que se podría establecer una resistencia considerable. El río que se encontraba canalizado desde el Puente de los Franceses al de Princesa, la situación se convertía en peligrosa con algunos edificios dominantes en la orilla izquierda. Desde el río el avance es en cuesta arriba. La idea de llegar a la Ciudad Universitaria y a la Plaza de España, y desde allí se avanzar a lo largo de diversos puntos de la ciudad hasta dominarla era una de las posibilidades más tenidas en cuenta por Varela. Otra de las opciones era estirar el frente hacia el sureste (en dirección a Vallecas) pero quedó desechado al ver que al final no había punto de entrada a la ciudad. Tras evaluar Varela diversas opciones se decide atacar a través de la Casa de Campo por la Puerta Rodajos y desde allí avanzar cruzando el Manzanares para penetrar en la Ciudad Universitaria. Desde allí estabilizando la zona se procederá a tomar diversas áreas de la ciudad. Se iba a ejecutar como dirección principal de esfuerzo el eje Suroeste-Nordeste para alcanzar la línea del Manzanares entre el Puente de los Franceses y el Hipódromo (en la actualidad Club de Campo). Simultáneamente otras columnas deberían tomar los pueblos y barrios al sur de la capital y presionar sobre los puentes de Segovia, de Toledo y Legazpi, distrayendo a las fuerzas de defensa del escenario principal del ataque. La idea era avanzar por saltos sucesivos u oleadas, coordinándose las acciones de todas las columnas y fijar el avance siguiente.

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Re: España en guerra. Fotos y reportajes sobre la guerra civ

Notapor Juanete » Lun Jul 23, 2012 8:26 am


Boligrafo Kubotan

28?
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El día 8 se produce el primer avance a través de la Casa de Campo, pero pronto las Columnas (1ª, 3ª, 4ª) se encuentran con una intensa resistencia que ralentizan su progreso. Los días 9 y 10 prosiguieron la lucha en el recinto de la Casa de Campo. El día 9 la Orden General de Operaciones del ataque sobre Madrid cayó casualmente en manos de los defensores (estaba en las ropas de un tanquista capturado) y esta oportunidad permite a Vicente Rojo reorganizar la defensa. El día de incorporación de la XI Brigada Internacional al frente es duda entre diversos historiadores, al mando de Kléber, a la Facultad de Filosofía y Letras. Martínez Bande cita un informe del Servicio de Enlaces del Ejército del Centro menciona el día 8, pero V. Rojo ubica este evento más tarde. Las Brigadas Internacionales desfilan por la Gran Vía de Madrid el día 8 de noviembre y se destacan en posiciones dentro de la Ciudad Universitaria (Facultad de Filosofía y Letras). Se mantuvo el frente en Húmera, el coronel Clairac fue herido en el Lago y fue sustituido por Galán; mientras Lister y Bueno siguieron presionando el flanco derecho. En la tarde del día 9 hubo ya una lucha intensa en el Puente Nuevo (hoy denominado de Castilla) y el ataque fue repelido en el Parque del Oeste y el de La Bombilla. En los días posteriores este puente sería una posición muy disputada por ambos bandos. Los batallones Commune de París, Dombrowski, y Edgar André entraron en combate el día 9 (es decir la XI Brigada Internacional). El batallón Edgar André defendió el puente en varias ocasiones obligando a replegar a las fuerzas enemigas.

Durante los días 11 y 12 el ataque general perdió vigor y las fuerzas defensoras intentaron durante algunas ocasiones una contraofensiva con el objetivo de expulsar a los atacantes de la Casa de Campo. El 14 se producen contraataques republicanos en Villaverde, con igual escaso éxito. El día 13 las tropas de Asensio ocuparon el Cerro Garabitas (una pequeña elevación próxima al río Manzanares y que dominaba la Casa de Campo, desde este vértice se bombardeará el centro de Madrid). llegó a las proximidades del Lago de la Casa de Campo y alcanzó el Manzanares en un frente de casi un kilómetro, comprendido entre el puente de los Franceses y el Hipódromo. No logra cruzar el río manzanares. El día 12 el capitán Rafael López-Tienda llega con su columna de 2.500 hombres a Madrid. La Columna Libertad (denominada también de López-Tienda) se alimenta de milicianos procedentes de la UGT de Cataluña y el PSUC de Aragón (un total de casi 2500 efectivos). La Columna Libertad es asignada al sector del Parque del Oeste. Todos ellos habían dejado el inactivo, por ahora, frente de Zaragoza para asisitir al que será el frente de Madrid.

El día 14 de noviembre fue un día de muy baja combatividad, ambos frentes se reorganizaban y se preparaban para un definitivo ataque para el día 15. Ninguno de los dos tenía certezas de las preparaciones del contrario. Las tropas asaltantes mueven la columna nº 2 de Barrón desde Carabanchel para apoyar el ataque en la Casa de Campo que se prepara para el día 15, y se refuerzan las columnas con diversos efectivos procedentes de la sierra madrileña así como de la retaguardia. El objetivo es vadear el Manzanares y progresar hasta el casco urbano, por el espacio que ofrece la Ciudad Universitaria. Para este ataque se disponía de tres columnas Asensio ( VI Bandera del Tercio, I y II Tabor de Tetuán), Barrón (I Bandera del Tercio, I y II Tabor de Melilla) y Delgado (IV Bandera del Tercio , II y III Tabor de Alhucemas). Asensio tenía como objetivo cubrir el flanco izquierdo y progresar desde el puente de los Franceses por la Escuela de Arquitectura hasta lograr la posición del Asilo de Santa Cristina. La columna de Delgado Serrano tenía como objetivo alcanzar la posición de la Cárcel Modelo y el Cuartel de Infantería a través del Parque del Oeste. Este Parque está lleno de vaguadas idóneas para la lucha de trampas y emboscadas. La columna de Barrón se mantendrá destacada en la Casa de Campo como reserva de maniobra. La maniobra se planeaba con el apoyo de la aviación y artillería, además de una compañía de blindados apoyando a cada columna. Las tres columnas deberían reunirse finalmente en la Puerta del Sol.

Los ejércitos defensores organizados por la Junta de Defensa de Madrid planificaban una ofensiva el día 15 de noviembre con el objeto de lograr las posiciones perdidas en la Casa de Campo y descongestionar con ello la zona. Según el plan de Vicente Rojo el peso de la ofensiva lo llevarán las fuerzas de la Columna Libertad (en combinación con la Brigada Catalana y Brigada Sabio) que avanzarán a lo largo de la Ciudad Universitaria hasta lograr las posiciones del perdido Cerro Garabitas y avanzar un kilómetro más hacia el sur. Tras este avance la XI Brigada Internacional desde Húmera progresará hasta el Campamento de Ingenieros (Retamares), a la izquierda de López Tienda se ubica la 4ª Brigada Mixta que se encontraba destacada en la Estación del Norte en reserva ocupando el Puente de los Franceses y de Segovia. La llegada de la Columna de Durruti a Madrid el mismo 15 de noviembre a las 9:00 de la mañana procedente de los frentes de Aragón, aporta entre 1400 y 1800 hombres al frente de la Casa de Campo. Durruti solicita desde los primeros instantes a la Junta las posiciones más comprometidas del frente. Se decide ubicar la columna en el sector del Clínico y se le asignó misiones para el día 16. La Columna de Durruti se asocia con la Columna Libertad y que se incorporó al frente de Madrid el día 13 de noviembre, en la Facultad de Ciencias. Ambas columnas se encargarán de defender posiciones entre las Facultades de la Ciudad Universitaria.

La Orden de Varela fue transmitida por Yagüe a Asensio el día 14, quien respondió: «Mañana pasaré el río, con carros o sin carros». A las ocho y media de la mañana del 15 de noviembre desde el Edificio de Firmes Especiales en la carretera de Castilla se produce un asalto de infantería con fuerte apoyo de blindados. El observatorio militar ubicado en la azotea del edificio Carrión comunica este avance al Estado Mayor de la Defensa de Madrid, sorprendiendo a las posiciones defensoras que se encontraban preparando su propio asalto. El avance fue acompañado de una fuerte batida de artillería. La infantería asaltante se dirigió al puente Nuevo (o de Castilla) con la intención de vadear, sin embargo la defensa de la posición fue encarnizada por parte de las tropas del Comandante Romero. Los contínuos asaltos hicieron que ya, al mediodía, se viera comprometido el puente. De tal forma que a esta hora Vicente Rojo decide volarlo. Cada batida de las tropas de Asensio coincide con un fuerte contraataque de las posiciones defensoras. El constante forcejeo causa un elevado número de bajas en el bando atacante, y el objetivo de lograr entrar en el núcleo urbano se desvanece poco a poco.

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