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La sonrisa de Luis Gigirey
El ex jefe de la Policía Local de A Pobra no pudo superar el tumor que le había retirado del ejercicio profesional
Cuando no hay palabras, nada mejor que una foto para inspirar al cronista. Rebuscando en el archivo, aparecieron varias de Luis Gigirey en calidad de jefe de la Policía Local de A Pobra, y muchas del homenaje del que fue objeto el 13 de septiembre. Allí se hallaban unas cuantas imágenes con infinidad de gestos de afecto en los rostros de los que se dieron cita; pero solo él, aquel día, era el protagonista. Quedaron dos fotos para la selección final: una en la que se apreciaba la enfermedad en el rostro de Luis, y otra en la que una amplia y reluciente sonrisa trasladaba a un segundo plano las marcas de la quimioterapia.
Es esta la imagen inspiradora porque es el reflejo de la personalidad que el que suscribe conoció de este hombre. Por paradojas profesionales, quiso el destino que informador y agente se cruzaran en muchas ocasiones, y se encontraran en varios momentos críticos de la vida de Luis, y de todos ellos le queda al que suscribe esa sonrisa vencedora de las adversidades, que incluso esbozó hace solo unas semanas, cuando Gigirey ya era consciente de que la cosa iba mal porque la medicación le había «tocado» el hígado.
Pobrense
Luis Gigirey se estableció en A Pobra en el año 1977 y en el municipio barbanzano se asentó y creó una familia fruto de la cual son cuatro hijos: tres mujeres y un hombre. Falleció ayer, a última hora de la mañana, considerándose pobrense, porque así lo declaró el 13 de septiembre: «Se mil veces nacera elixiría Puebla para vivir». En el cementerio de Santiago do Deán reposarán sus restos desde hoy, cumpliendo así su deseo de vivir y morir en A Pobra.
Se va Luis Gigirey y con él un agente de la Policía Local por vocación y convicción, con afán de servicio a los vecinos y a sus compañeros, no en vano fue miembro de la Asociación de Xefes e Mandos da Policía Local de Galicia (Axempol) hasta que se retiró del servicio, entidad, por cierto, que tenía pensado rendirle un homenaje en su próxima reunión. Se va un hombre amigo de los amigos, ahí queda el acto multitudinario que en su honor organizó la peña O Batán. Se va un funcionario que, como todo responsable público, recibió críticas y elogios, facultad inherente a quienes toman decisiones.