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Las Fuerzas de Seguridad alertan a los escoltas vascos de posibles ataques
Les aconsejan que extremen al máximo la vigilancia
R. L. Vargas
Madrid- Detectar y marcar. Esa es la pauta de comportamiento que están siguiendo los simpatizantes de ETA con los escoltas privados que trabajan en el País Vasco. Hace unos días, el vehículo de uno de estos profesionales de la seguridad amaneció en Vitoria con una bomba pintada. No es, sin embargo, el primer caso. En las últimas semanas, varios guardaespaldas han visto cómo sus vehículos o las fachadas de sus casas eran marcadas con pintadas amenazantes por parte de los seguidores de la banda terrorista.
Y es que hace mes y medio, las Fuerzas de Seguridad recomendaron a los escoltas privados que extremasen las medidas de autoprotección ante la posibilidad de un atentado terrorista contra alguno de ellos, según confirmaron fuentes del sector.
Las amenazas están causando graves trastornos en los servicios, explican los consultados. «La mera amenaza causa graves trastornos tanto al protector como al protegido. Al escolta, porque al ser descubierta su identidad y lugar de residencia, se ve obligado a cambiar de domicilio y, en muchas ocasiones, a pedir el traslado fuera de la comunidad. Y esta última circunstancia redunda directamente en los protegidos, que se ven obligados a cambiar su equipo de protección», explican.
El colectivo de escoltas privados, como el de políticos no nacionalistas, la Policía, la Guardia Civil y la Ertzaintza, está entre los amenazados por ETA. La banda terrorista los percibe como parte del «aparato represivo» desplegado por el Estado en el País Vasco.
De hecho, el 9 de octubre del pasado año, Gabriel Ginés, guardaespaldas del PSE del Galdácano, estuvo a punto de perder la vida al estallar una bomba lapa que estaba adosada a los bajos de su vehículo.
En las últimas semanas, y a raíz del asesinato del ex edil del PSOE de Mondragón Isaías Carrasco, la demanda de sus servicios se ha incrementado notablemente para proteger a los ex altos cargos. El martes, el Gobierno vasco aprobó una partida extraordinaria de 750.000 euros para mejorar la seguridad de los partidos que Vicente de la Cruz, presidente de la Asociación Española de Escoltas (ASES), consideró «insuficiente».