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Jon Felipe del Tío Romero, de 21 años, ha sido condenado a trece años y nueve meses de prisión por el homicidio de un ertzaina en 2009, al que arrastró en los bajos de una furgoneta robada que conducía sin carné tras toparse con un control de la Ertzaintza en Barakaldo. La Sección Primera de la Audiencia vizcaína considera «poco creíble» la versión del acusado, que declaró en el juicio que no fue consciente de que llevara una persona enganchada en los bajos, sino que creyó que se había «subido a un bordillo».

Fernando Luis Pérez, de 49 años, 26 de los cuales los dedicó a la vigilancia de las carreteras en la Unidad de Tráfico de Bizkaia, murió a causa de las lesiones provocadas por el arrastre. Según los forenses, de no haber continuado la marcha el conductor, tal vez no habría muerto. Jon Felipe, acompañado por su novia en el asiento del copiloto, no detuvo la fuga hasta que recibió un disparo de un compañero de Fernando en la pierna, y pese a que su compañera, que quedó en una silla de ruedas, había resultado gravemente herida por otro disparo.

La acusación particular, que representa a la hija y a la madre del agente, valora ahora si recurrirá el fallo, ya que solicitaba que el joven fuera condenado por un delito de asesinato, la misma calificación que realizaba de los hechos el fiscal, al considerar que había en el caso «alevosía» y «ensañamiento».

La sala considera probado que dos días antes del homicidio, Jon Felipe del Tío robó una furgoneta 'Mercedes' en la calle Camino de Arbolantza de Bilbao. En el juicio, aseguró que se la había prestado un amigo.

«Algo extraño»

Cuando se dirigían al hotel donde ambos iban a pasar la noche, en las inmediaciones de Retuerto, se encontraron pasadas las doce de la noche del 20 de febrero de 2009 con el control de drogas y alcohol que varios agentes de la Ertzaintza «debidamente uniformados y perfectamente visibles», según varios testigos, habían instalado en la rotonda de Aparcavisa. Tras golpear a uno de los policías en una mano, Jon Felipe realizó y giro brusco a la izquierda con la furgoneta hacia donde se encontraba Fernando, cuya misión consistía en dar seguridad a sus compañeros. «¿Vas a parar?», llegó a gritarle la víctima al conductor, según pudieron oír sus compañeros. El vehículo derribó al ertzaina con la parte frontal y lo llevó arrastrando a lo largo de 750 metros. El acusado declaró en el juicio que no vio al ertzaina porque estaba mirando por el espejo retrovisor, y que notó «algo extraño» en la conducción, pero negó que supiera que llevara una persona en los bajos. La Sección Primera, sin embargo, no da credibilidad a las palabras del joven y entiende que fue «consciente» de su acción.

Sólo después de una persecución, en la que varias patrullas siguieron a la furgoneta con sirenas y los rotativos activos y dos agentes utilizaron sus armas reglamentarias, la 'Mercedes' detuvo la marcha. Uno de los policías que efectuó los disparos que hirieron a la chica en la espalda, estuvo encausado en el proceso en un primer momento. El Departamento de Interior pagó a la joven una indemnización millonaria por la grave lesión medular. «Disparé porque cada segundo que pasaba estaba matando a mi compañero», afirmó uno de los ertzainas en uno de los momentos de mayor tensión del juicio en Bilbao.

http://www.diariovasco.com/v/20110726/a ... 10726.html