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El etarra Arturo Cubillas, a sueldo del Gobierno venezolano de Hugo Chávez y acusado directamente por dos miembros de ETA de haber dado cobertura a cursos de adiestramiento de pistoleros, ha intentado marcharse a Cuba. Teme que Venezuela ejecute la orden de extradición exigida por la Audiencia Nacional.
A finales del pasado mes de octubre, Cubillas se presentó en el aeropuerto de La Carlota, en Caracas, unas instalaciones de uso exclusivo militar y oficial. Con él marchaban otros tres ciudadanos, además de la tripulación, con la intención de volar hacia la isla en un avión privado.

Los militares le transmitieron a Cubillas que no podía subir al avión, ya que en el listado de pasajeros de ese día no figuraba su nombre. Él insistió a los responsables del aeropuerto que sí estaba autorizado para poder tomar el avión, ya que gozaba del beneplácito del ministro del Poder Popular del Despacho de la Presidencia, el equivalente al vicepresidente en España.

Los funcionarios exigieron que se la entregara, explica la periodista local Marianella Salazar, o que, en su defecto, llamara al propio ministro para confirmarlo. Cubillas decidió entonces marcharse del aeropuerto.

Días más tarde, el 2 de noviembre, Cubillas compareció en la Fiscalía de Caracas. Nadie pudo sacarle una foto ese día.

Las fuentes consultadas por ECD explican que Cubillas está temiendo que Venezuela autorice su extradición a España, de ahí que haya intentado viajar a Cuba. El propio Hugo Chávez estuvo el día 7 de noviembre en La Habana para reunirse con Castro. Allí fue donde dijo que Estados Unidos está intentando “montar otra operación” contra él.

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La Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana informó al Gobierno norteamericano, en mayo del año 2009, de que Cuba sirve como refugio a miembros de ETA, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), aunque al mismo tiempo calificó de "improbable" la posibilidad de que perpetren atentados terroristas.

Así lo revela uno de los 250.000 cables del Departamento de Estado de Estados Unidos difundidos esta semana por el portal Wikileaks y en el que se cita "información fiable" que confirmaría la presencia de los tres grupos armados en la isla, donde Washington carece de Embajada.

"Las actividades específicas de estos grupos son ampliamente desconocidas", continúa la nota, en la que se pone de manifiesto que etarras colaboradores de las FARC "habían pasado tiempo en Cuba" y algunos de ellos incluso tenían a familiares en el país.

Sin embargo, el documento notifica que existen "pocas posibilidades" de que estos terroristas desarrollen una "actividad operativa" debido a la necesidad de permanecer ocultos. Los miembros de ETA, las FARC y el ELN disfrutan en Cuba de los servicios ofrecidos por las autoridades, como asistencia sanitaria, añade el cable.

La Sección norteamericana detecta, además, que el Gobierno cubano tiene "influencia" en las FARC a través del Partido Comunista de Colombia, que sirve como "rama política" de la guerrilla y colabora también con el ELN.

"No hemos visto evidencias de que el Gobierno de Cuba permita servicios de Inteligencia hostiles para planear atentados u operaciones contra Estados Unidos en Cuba", explica el documento, que recoge el deseo de La Habana por evitar cualquier represalia norteamericana.

Control gubernamental

Al margen de la presencia de terroristas extranjeros en la isla, Estados Unidos también realiza valoraciones más generales de la situación en Cuba y cita, entre otros aspectos, el "control" que las autoridades ejercen sobre todas las organizaciones.

La principal organización al margen del régimen es la Iglesia Católica, aunque tiene "autonomía limitada", según la Sección de Intereses. El cable informa de las protestas de disidentes que se desarrollan cada cierto tiempo y que son, "generalmente", pacíficas, al tiempo que señala que la corrupción es una "forma aceptada de sobrevivir" en Cuba.

"Algunas cosas consideradas corruptas en Estados Unidos, como el conflicto de intereses, la doble imposición o el tráfico de influencias son partes integrales de los procedimientos operativos", resume.