Cartera porta placa CNP |
![](/publi/articulos/2010/09/-policia429.jpg) fabricado en piel de vacuno |
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ROY2 escribió:Bueno vamos a ver, dentro de lo mal que lo han hecho (que quede claro), me da que estamos como siempre poniendo un plus a estos hombres por el hecho de ser policías, cierto es que deberían haber tenido un comportamiento ejemplar, pero su conducta ha sido una más entre las cientos de situaciones similares que desgraciadamente suceden en este país en el que tenemos la cultura del bebercio, que se lo digan a algún torero famoso que a otro.
Lo que hay que tener en cuenta es que realmente estos sujetos no han cometido delito doloso en el ejercicio de su cargo, en todo caso delito por imprudencia grave, que debe ser juzgado y condenado a todas luces, pero les debe caer lo que se merecen por los hechos cometidos, ni más ni menos.
A ver si sale en el telediario que un panadero ha atropellado a una señora, no por ser policía se deja de ser humano y todos podemos cometer no un error si no más bien un horror como este, pero que a nadie se le olvide que alguien dijo "quien este libre de pecado...", a ver cuantos salen ahora sin pecado original.
Hombre, qué quieres que te diga. En circunstancias normales, yo soy firme defensor de que una persona responda por sus actos en su justa medida, sea o no sea policía, y de que esto último no suponga un plus de manera que se acabe respondiendo en lo profesional por algo que no deja de ser estrictamente personal. Éso de que tenemos que constituir ejemplo de la ciudadanía hasta cuando yacemos conmigo no va (lo que no significa que no lo practique, je) y lo de que en cuanto pasa algo, automáticamente salga a relucir que fulanito es policía y que fíjese usted que éso no se debería permitir, me parece mediocre generalmente y bastante mal traído, asiduamente. Lo de que fulanito no puede A o B porque es policía, aun cuando A o B son totalmente ajenas a su esfera profesional y no repercuten en la misma ni en su desempeño de ninguna manera, como digo, no va conmigo, menos todavía cuando A o B no se traducen en conductas, sino que no pasan del terreno del las ideas, los pensamientos, los valores o las creencias.
Pero... entiendo que hay cosas y cosas. Es decir, si un día un ciudadano resulta que es sometido a un control de alcoholemia y da positivo, derivándose de ello un proceso penal y es condenado, y se da la circunstancia de que ese ciudadano es policía pero esto último nada ha tenido que ver y, de hecho, su condición ni siquiera ha trascendido, personalmente nunca entenderé que se acabe hablando de éso en régimen disciplinario, porque lo considero una injerencia en la esfera personal que en ningún otro trabajo se da, dejando a un lado supuestos de habitualidad y otras hierbas, es decir, podría asimilarse la cosa al "error" antes mentado, o el soccorrido "todos podemos meter la gamba", etcétera. Esto no significa ni que lo justifique, ni que no, simplemente que su condición policial me resulta irrelevante para el lance antedicho y en esas circunstancias (otra cosa sería, en fin, otras cosas).
Ahora bien, por poner algunos ejemplos, un ciudadano que trafica con drogas; un ciudadano que asalta bancos; un ciudadano que es sicario; un ciudadano que deja tirada a una persona en una cuneta tras atropellarla... desde mi humilde entender, opino que no debe seguir siendo Policía. Más claro no lo puedo decir. Si fuera panadero, no sé en qué podría afectarme como consumidor que semejante personaje amasase mi pan: con tal de que se lave las manos antes de amasar y poco más, ya vamos bien. Siendo policía, como ciudadano entiendo que haya quien se lo plantee, porque hay cosas que con jabón no se van.
Una cosa es que aspiremos a que lo que nos sucede francos de servicio no trascienda a nuestra esfera profesional, y otra muy distinta que veamos con buenos ojos que conductas materializadas (otra cosa sería meramente pensadas) diametralmente opuestas a lo que se espera de nosotros, graves, y que atentan frontalmente contra lo que representamos (o deberíamos representar), se queden únicamente en lo que a título personal le supongan al autor. Me producen bastantes arcadas los paladines que se aventuran a sentar cátedra sobre lo que debe y no debe ser un policía, teorizando sobre los valores que han de tener (normalmente los del catedrático en cuestión y nunca los opuestos), lo que deben y no deben pensar, de lo que deben y no deben participar, porque normalmente todo éso se aborda desde la perspectiva del que formula las tesis que, aunque no lo admita, tienen sesgo, concretamente el suyo y fundamentalmente moral, es decir, relativo, y que, aunque lo admite menos todavía, son tan buenas como cualesquiera otras.
Pero creo que en éste caso no hay que elucubrar mucho y que ni siquiera es teorizar: simplemente nadie debe dejar tirado a otro en una cuneta, menos todavía si previamente se lo ha llevado por delante. Creo que ésto va más allá de lo moral y formulado en cualquier país occidental sería válido como para considerarlo, incluso, un principio. Y si nadie debe hacerlo, menos todavía, lo debe hacer un Policía. Así es, para mi este es un caso paradigmático del "menos todavía", por la vida en juego, por la responsabilidad directa que ha habido en comprometerla y porque lo mínimo es que como Policías que somos no sólo hagamos lo que esté en nuestra mano en unas circunstancias dadas sino que, además, nos quedemos para
dar la cara en lugar de salir huyendo como ratas. Si lo hace un panadero, me parecerá mal; si lo hace un Policía me parece bastante peor y no solo me lo parece sino que creo que lo es: por Derecho, por Ley y por honor.
A mi, personalmente, de ser Ministro del Interior, me dolerían pocas prendas para en supuestos como éste y unos cuantos más que se me ocurren (así narrados, claro, lo que sucediese o no allí ya lo dirá el Juez) hacer todo lo que estuviera en mi mano para propinar al protagonista una sonora patada en el culo que hiciera época. Y te digo pocas, por no decir ninguna, más bien me dolería tener que seguir aguantándolo ni un minuto más en la profesión.
Un saludo!
P.D. Se siente la extensión. Hacía días que no venía y me apetecía escribir.